Pese al gran despegue que tiene el comercio electrónico en Latinoamérica, la primera gran barrera que enfrenta son los aranceles, que rondan el 50% del pedido, cantidad que no es fija, por lo cual los vendedores no pueden saber de antemano cuánto deberán pagar a las aduanas de los diferentes países latinos, señala Marcos Pueyrredon, Responsable de Vtex para Latinoamérica.
Esa cantidad no es fija, de modo que repercuten al cliente una estimación. Si el arancel acaba siendo superior, el e-commerce asumirá el sobrecosto. Para empresas con menos de 100 pedidos al día o incluso más, no merece la pena plantearse la exportación, afirma Pueyrredon.
Aunque no son tantas las tiendas online que alcanzan esas cifras, por ejemplo, Brasil ocupa el podio con más de 150 tiendas online B2C que superan el millar de pedidos diarios. Argentina, en segundo lugar, tiene diez, por contemplar algunos ejemplos de este tipo de comercio.
En determinados países, como Argentina, a las tasas aduaneras se suman complicaciones como la prohibición de importar ropa. Así, un e-retailer argentino puede vender moda a Uruguay, pero encontrará complicaciones a la hora de gestionar una devolución, señala el ejecutivo de Vtex, plataforma tecnológica de comercio electrónico de origen brasileño.
Ya que las tasas aduaneras limitan enormemente el e-commerce entre los países latinoamericanos, muchos comerciantes han puesto la vista en Europa. "Abrir el ecommerce en España está resultando mucho más fácil. Ha sido mucho más sencillo encontrar players con los que integrarnos y la oferta de medios de pago es mucho más amplia", reconoce Matías Bras, Director Digital de Sarkany.
Otra barrera para este tipo de comercio en la región es el fraude, ya que 8% de las operaciones se cancelan por sospechas de fraude, lo que casi duplica el promedio europeo, y en países como México supera el 14%, según datos de la empresa Visa. Además, los vendedores afrontan también costos extra por la elevada incidencia de ésta falta de seguridad.
Se suma a esto que los bancos gravan una comisión a los comerciantes por cada una de las operaciones que son canceladas. En concreto, el 1.4% de las ventas online en Latinoamérica están sujetas a este reembolso bancario, frente al 0.8% en Europa. También, que en 29% de los casos, la revisión del posible fraude se realiza de forma manual, ocasionando graves cuellos de botella en la operativa de los comerciantes.
"El principal reto sigue siendo la generación de oferta que cumpla con las buenas prácticas y genere una experiencia de compra positiva y, por otro lado, la profesionalización de esa oferta y de los servicios de apoyo que forman parte del ecosistema, entre otros: medios de pagos, logística, fulfillment, prevención de fraude, plataformas tecnológicas e infraestructura", resume Marcos Pueyrredon.
Los expertos coinciden en que uno de los factores que determinará el ritmo de crecimiento del e-commerce en la región es el acceso a conectividad de banda ancha, que debe estar tanto al alcance de los usuarios como de los comercios. Pues las grandes diferencias sociales, la sub-bancarización de un porcentaje considerable de la población y la difícil orografía de ciertas áreas convierten al smartphone en una de las turbinas del comercio electrónico latino.
Fuente: Expansión.