Después de una noche de incertidumbre en buena parte del mundo, los números dan como ganador de las elecciones en Estados Unidos al republicano Donald Trump, quien está a unos cuantos pasos de empezar con su segundo mandato tras perder la contienda contra Joe Biden en 2020.
- En un primer momento se sabe que Trump ganó cuatro de los siete estados clave que definen la victoria en esta contienda: Carolina del Norte, Georgia, Pensilvania y Wisconsin.
Los líderes de países alrededor del mundo comenzaron a reaccionar a los resultados, algunos enviando la protocolaria felicitación y otros buscando tener una reunión con el mandatario electo lo más pronto posible.
Desde hace varios meses, Donald Trump puso sobre la mesa su política de comercio exterior haciendo especial énfasis en la guerra comercial contra China y la imposición de aranceles a productos importados de otros países, incluyendo a México.
Durante un mitin de campaña en Carolina del Norte, Trump aseguró que si ganaba las elecciones una de las primeras cosas que haría sería llamar a la presidenta de México, Claudia Shienbaum, para advertir de la imposición de aranceles.
Señaló que las tarifas serán del 25% contra todos los productos que se importen de México si no se controla la inmigración y la frontera. En caso de que no funcione, amenazó, elevará los aranceles al 50, 70 y hasta el 100%.
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Pero ¿cuáles son las políticas de comercio exterior que más preocupan? ¿qué impacto tienen ante la relación con México y la próxima primera revisión del T-MEC que incluye también a Canadá?
La guerra comercial en contra de China
El principal argumento del mandatario es que existe un abuso económico por parte de China y algunos otros países desde hace muchos años.
Afirma que, especialmente el país asiático es responsable de manipulación de dividas, espionaje económico, robo de propiedad intelectual, amenazas a la seguridad nacional, etc.
Su objetivo, según afirmó desde su primera administración, es proteger a los trabajadores y empresas estadounidenses para, a la par, reducir el déficit comercial.
Desde hace varios meses Donald Trump afirmó que en su nueva administración impondría aranceles del 60% a las importaciones de productos chinos, esto como parte de la guerra comercial iniciada y que fue sostenida durante el gobierno de Joe Biden.
Algunas de las políticas anunciadas al respecto son:
- Adoptar un plan de 4 años para eliminar gradualmente las importaciones de bienes esenciales y en áreas críticas como electrónica, acero y productos farmacéuticos, por ejemplo medicamentos como la penicilina
- Controles a las exportaciones que el país hace en semiconductores y equipos para la fabricación de chips. Busca que China no adquiera esas tecnologías
- Quitar a China el estatus de "nación favorecida" que se otorgó en 2001 cuando se unión a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
- Restringir la inversión china en el sector inmobiliario y la industria estadounidense
- Aranceles del 60% en adelante en importaciones de origen chino
- Aranceles del 200% contra vehículos de origen chino que lleguen a Estados Unidos desde la frontera con México
Ojo por ojo, arancel por arancel
El presidente, elegido para un nuevo mandato que arrancará en 2025, argumenta que el sistema de comercio global está en contra de los intereses estadounidenses y es responsable de los déficits comerciales, así como la caída de la industria de manufactura.
En este contexto, una de las políticas que más ha causado preocupación es la amenaza de imponer un "arancel universal" del 10 o 20% a la mayoría de importaciones.
Esto a la par de subir las tarifas arancelarias a los productos estadounidenses que tienen aranceles en otros países. La llamada política de "an eye for an eye, tariff for tariff" (ojo por ojo, arancel por arancel).
A pesar de que durante su administración se negoció el tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el ahora mandatario afirma que es uno de los peores acuerdos comerciales y promete que durante su revisión abordará las preocupaciones sobre vehículos chinos.
En este mismo sentido, prometió que al llegar a la Casa Blanca pondrá fin al Marco Económico Infopacífico (IPEF), la iniciativa comercial entre Estados Unidos y la región de Asia y el Pacífico.
Por medio de un análisis, el Laboratorio de Datos Empresariales de la Cámara Canadiense de Comercio destacó los afectos negativos de la posible imposición de aranceles anunciada por Trump.
El reporte abunda en que si se promulgan estas amenazas arancelarias el impacto sería negativo tanto para la economía de Canadá como para la de Estados Unidos.
Además señala que si otros países toman represalias con aranceles propios, la subsiguiente guerra comercial daría lugar a unos 800 dólares en ingresos no percibidos anualmente para personas de ambos lados de la frontera.
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En este mismo sentido y tras la amenaza de aranceles por no controlar el paso de migrantes hacia Estados Unidos, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum afirmó que sí se ha reducido en 70% la presencia de migrantes que llegan a la frontera norte y que habrá una buena relación entre ambos países.