La llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos plantea un futuro incierto para México en términos comerciales. Este hecho, junto con el T-MEC y el Covid-19, aumenta el factor de riesgo. Aunque también puede ser una gran oportunidad.
El tratado comercial que une a Canadá, Estados Unidos y México arrancó oficialmente el 1 de julio del 2020, después de tres años de incertidumbre para la región.
La evolución de este acuerdo vino enmarcada por un panorama complejo. Los sucesos incluyeron: la guerra comercial de Estados Unidos con China, la situación de las caravanas migratorias y el manejo que se le estaba dando a la situación, la inseguridad en el país y, por encima de todo, el cambio de poderes en la Casa Blanca.
En materia política hay diferencias notorias entre el nuevo presidente estadounidense y el mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador. Esto podría causar un desencuentro económico, según Alejandrina Barajas, docente investigadora del Centro de Investigación Económica del Noroeste de CETYS Universidad.
Nuevo capítulo del T-MEC, oportunidad para México
En una opinión en video para el canal de YouTube de ese centro educativo, la maestra en Economía Aplicada señala que “este nuevo capítulo de la relación México-Estados Unidos debe regresar al tono institucional que había prevalecido antes de la llegada de Donald Trump al poder”.
Sin embargo, la especialista cree que hay grandes diferencias que podrían ocasionar problemas en el ámbito económico, aunque a la vez representan una oportunidad para el gobierno mexicano de repensar el desarrollo de su agenda política y comercial.
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“El primer punto que será prioridad en esta nueva fase de la relación bilateral será el combate a la pandemia y la vacunación de la población. Reducir con éxito el número de contagios permitirá retomar la normalidad en las actividades económicas”, apuntó la especialista.
Afectación del Covid-19 al T-MEC en Estados Unidos
En lo que concierne a Estados Unidos, el presidente Joe Biden firmó una serie de decretos encaminados a combatir los efectos del Covid-19 en ese país.
Para tal efecto lanzó un ambicioso plan que propone inmunizar a 100 millones de personas en sus primeros 100 días de gobierno.
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El plan viene acompañado de un fondo de 1.9 billones de dólares (unos 37.3 mil millones de pesos) para enfrentar la crisis económica que ha dejado la pandemia.
La propuesta prevé pagos de mil 400 dólares a las personas que estén por debajo de ciertos niveles de ingresos, el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora (actualmente, algunos estados llegan a pagar hasta 13 dólares la hora) y la extensión de los beneficios por desempleo.
También incluye apoyos a las pequeñas empresas con la intención de que dispongan de liquidez. Para esto, se destinarían 50 mil millones de dólares.
Sincronización de las economías mexicana y estadounidense
El resurgimiento de la dinámica económica de Estados Unidos beneficiará a México por dos razones, aseguró Barajas.
La primera, por el número de mexicanos que residen en suelo estadounidense y que hacen el envío de remesas al país. Segundo, por la sincronización de la economía nacional con la del país vecino.
Cómo y cuándo logre sanar sus finanzas Estados Unidos ante la contingencia sanitaria será muy importante para reanudar a plenitud los intercambios comerciales con México.
“Si bien la industria de exportación ha podido hacer frente al choque económico de la pandemia con éxito, el 2021 será un año en el que las industrias, como la aeroespacial, continuarán con un proceso de reestructuración”, añadió la especialista.
La industria automotriz, destacó, mantendrá medidas de precaución dependiendo del comportamiento de la demanda de consumo. Y posiblemente, la industria médica y la de electrónicos empiecen a mostrar tendencias de estabilización.
Los estados serían los más beneficiados con el T-MEC
En el ámbito de la inversión extranjera directa, la especialista sentenció que el arribo de ésta dependerá en gran medida de la capacidad de atracción de los territorios, es decir, de los estados.
Barajas considera que ese apartado no parece ser prioridad de la agenda pública del gobierno mexicano.
“Lo que pase con el T-MEC en estos días que aún faltan de pandemia va a depender fuertemente de los estados interesados. Sabemos bien que los grandes ganadores del primer tratado, el TLCAN, han sido los ubicados en la frontera norte y en el Bajío”, puntualizó.
Afirmó que el protagonismo del tratado dependerá de la agenda económica y de cómo consigan sacudirse las limitantes que a las que ha orillado la pandemia.
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