La escalada del conflicto entre Israel e Irán ha reanimado las alertas en la industria logística y las cadenas de suministro globales, en especial sobre el riesgo operativo en rutas críticas como el Estrecho de Ormuz, el Canal de Suez y el Mar Rojo.
La preocupación se centra en el impacto directo sobre el comercio internacional, debido al papel estratégico que tiene el Estrecho de Ormuz. Por ahí transita cerca de 20% del petróleo que mueve la economía global.
Parte de la escalada en el precio del petróleo en los últimos días se debe al temor que existe sobre un posible cierre a la navegación del estrecho. El precio por barril del petróleo Brent pasó de 67 dólares al cierre del jueves 12 de junio a 72 dólares a media jornada del martes.
Aumentos en tarifas y tiempos de tránsito
Expertos en comercio marítimo y energía anticipan que cualquier interrupción en el Estrecho elevaría drásticamente los costos de fletes, incrementaría los tiempos de tránsito y el abastecimiento global.
Así, el transporte marítimo -que depende fuertemente de energéticos convencionales- enfrentaría costos en aumento en dos frentes: los precios del combustible y los retrasos operativos para las cadenas de suministro.
De acuerdo con especialistas, la situación también ha ocasionado una mayor cautela en algunas navieras que incluso han cambiado sus rutas para evitar la incertidumbre de pasar por el Canal de Suez, en territorio egipcio, pese a las reducciones de tarifas implementadas tras los ataques hutíes entre 2023 y 2024.
Los bombardeos israelíes han puesto en duda cualquier retorno inmediato a la estabilidad en las rutas marítimas lo que continuará afectando los costos de transporte para el comercio internacional, según declaró a medios, Peter Sand, analista jefe de transporte marítimo en Xeneta.
Estima que una eventual interrupción y una mayor escalada de precios del petróleo causarían un aumento en las tarifas de envío de contenedores por distintas rutas y, por ende, algunos recargos en el transporte marítimo argumentando temas de seguridad
Tres escenarios para las cadenas de suministro
Si bien aún es temprano para determinar el impacto total en el transporte marítimo y el comercio internacional por el conflicto entre Israel e Irán, es claro que ya se observa un clima de incertidumbre en la industria.
John Richardson, analista de Independent Commodity Intelligence Services (ICIS) consultora global especializada en petroquímica y energéticos, plantea tres escenarios posibles en lo económico y para las cadenas de suministro:
- - Desescalada y contención: Las cadenas de suministro enfrentarían mínimas disrupciones. Cualquier alteración, como desvíos temporales de vuelos o ajustes logísticos menores, se resolvería rápidamente. Las rutas críticas del transporte marítimo, como el Estrecho de Ormuz, permanecerían completamente abiertas y seguras.
- - Tensiones prolongadas y conflictos indirectos: Probable aumento en las primas de seguro para el transporte marítimo y que algunas embarcaciones comerciales desvíen sus rutas debido a los riesgos percibidos en ciertas vías navegables. Esto se traduciría en costos logísticos más altos, que eventualmente se trasladarían a los consumidores.
- - Guerra total y cierre del Estrecho de Ormuz: Cadenas de suministro: Disrupciones generalizadas y graves paralizarían el comercio global. Bloqueos, ataques a embarcaciones y costos de seguro prohibitivos podrían provocar una escasez severa de bienes y la interrupción de numerosos procesos de manufactura en todo el mundo.
¿Una nueva oleada para el sur de África?
Las compañías navieras y las empresas petroleras siguen muy de cerca el desarrollo del conflicto entre Israel e Irán.
La amenaza de una nueva ola de ataques, especialmente por parte de los hutíes en apoyo a Irán, genera preocupación sobre una repetición del desvío hacia el Cabo de Buena Esperanza, que en 2024 añadió semanas a los trayectos logísticos.
Analistas financieros no descartan una situación similar:
“Es posible que las fuerzas hutíes en Yemen puedan intensificar sus ataques en apoyo a Irán. Esto podría agravar la interrupción del tráfico marítimo regional, incluido el tráfico por el Canal de Suez, que aún no se ha recuperado del aumento de los ataques hutíes de 2024”, menciona un reciente análisis de la calificadora Fitch Ratings.
Seguro marítimo, otro frente de presión
Los conflictos bélicos en países y regiones con instalaciones y pasos estratégicos para el comercio internacional generan cambios en la industria de los seguros. Recientemente, la Cámara Naviera Internacional (ICS, por sus siglas en inglés) resaltaba una baja disponibilidad del seguro de guerra.
“Los conflictos en Ucrania, Medio Oriente y Sudán han llevado a que la guerra se reintroduzca como un riesgo material que los aseguradores deben evaluar y cuantificar”, plantea en la edición más reciente de su informe Barómetro Marítimo.
Debido a esta situación muchos aseguradores han aumentado drásticamente las primas o han optado por eliminar la cobertura de guerra de sus pólizas.
Incremento no generalizado
La base mundial de primas de seguros marítimos en 2023 fue de 38,900 millones de dólares, un incremento de 5.9% respecto al año previo, de acuerdo con un reciente informe de la Unión Internacional de Seguros Marítimos (IUMI).
Por segmentos, la energía en alta mar aumentó 4.6% y en carga fue de 6.2%. La Asociación Mexicana de Aagentes de Carga (Amacarga) confía en que, a excepción del transporte vinculado a zonas en conflicto bélico, los costos de las pólizas se mantendrán estables.
“Solo en ciertas zonas de guerra es donde sí tienes problemas con los incrementos de los valores de los seguros. Ahí juegas mucho con la situación geopolítica que existe en el mundo”, comentó Eva María Muñoz, presidenta de la Asociación, en una entrevista previa para The Logistics World.