Recientemente, el gobierno de México prohibió las importaciones temporales de calzado bajo el programa IMMEX y anunció cuotas compensatorias para el calzado proveniente de China; dos medidas que si bien están orientadas a fortalecer a la industria del calzado en el país, conlleva el gran reto de reestablecer la cadena de suministro del sector en México.
Es uno de los grandes desafíos que enfrentará la industria del calzado en el corto plazo, augura Alberto Villagra, académico de la Facultad de Economía de la UNAM, al advertir que parte de la capacidad operativa del sector fue retrocediendo ante la llegada de calzado importado bajo condiciones de comercio desleal.
México importa de Asia más de la mitad de los zapatos que se venden en el país, según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) al cierre de 2024. China lideró en el valor de las importaciones de calzado en México:
- China - 897 millones de dólares
- Vietnam - 678 millones de dólares
- Indonesia - 244 millones de dólares
El avance del calzado chino ha sido rápido y avasallador. En 2008, 60% de los zapatos comercializados en el país eran mexicanos (alrededor de 81 millones de pares), el 40% restante fueron importados (54 millones de pares), pero el producto chino sólo representaba el 11%, de acuerdo con la tesis de maestría “Impacto de las importaciones de calzado de China en el nivel de empleo de la industria en México”, presentada por Ana Lourdes Morones Carrillo en el Colegio de la Frontera Norte en 2014.
Aquel 2008, las importaciones mexicanas de calzado provenían principalmente de Vietnam, que dominaba en los segmentos de plástico, piel y tela, superando a China e Indonesia. Sin embargo, para 2012 los zapatos chinos de piel ya lideraban las ventas asiáticas en México y estaban cerca de Vietnam en las otras dos categorías.
En 2024, de los 300 millones de pares de zapatos que se comercializaron en México, alrededor de 120 millones eran nacionales (40%) y 180 millones (60%)se importaron de Asia, principalmente de China, dijo el entonces presidente de la Cámara de la Industria del Calzado en el Estado de Jalisco (CICEJ), Luis Quirarte Bernáldez, en una entrevista con el diario El Economista.

¿Cuáles son los retos para la industria del calzado nacional?
La Cámara Nacional de la Industria del Calzado (CANAICAL) y la Cámara del Calzado de Guanajuato (CICEG) calificaron la decisión del gobierno federal como un “triunfo para la industria nacional”. No obstante, Villagra señala algunos de los retos que la industria deberá superar en los próximos meses y años para tratar de retomar el liderazgo que tenía en el mercado interno
Uno de los principales, dice, es lograr cubrir la demanda con una planta productiva mermada debido a la reducción en su cadena de proveedores:
La cadena de suministro ha sufrido una ruptura durante los últimos 10 años. Muchos de los que eran proveedores de materias primas para los productores de zapatos e incluso muchas fábricas o han desaparecido o se convirtieron en comercializadores o revendedores
La CICEG dio a conocer que, tan sólo en Guanajuato, más de 150 empresas habían cerrado en 2024 y que la crisis era tan brutal que ya había afectado a marcas reconocidas como Calzado Andrea, Flexi, y Hush Puppies México, debido a que no podían competir con los precios tan bajos y la alta producción de sus contrapartes chinas.
“Muchos productores, sobre todo en Guanajuato que es el más grande, pero también en Jalisco y el Estado de México, se vieron obligados a cambiar su giro, pasaron de ser productores a ser netamente revendedores (de calzado asiático)", reitera Villagra.
A decir del especialista, hacer que esos productores se reincorporen a la cadena de suministro de la industria del calzado puede ser una tarea que tarde entre tres a cinco años.
A corto plazo, el mayor desafío para la industria será retomar su nivel de producción, tomando en cuenta la ruptura en la cadena de suministro, la desarticulación de fábricas que ya cerraron y la pérdida de aproximadamente 10,000 empleos directos en la industria del calzado, que reportó la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (CONCAMIN) en 2024.
Otro reto que Villagra observa es la complejidad de retomar el paso ante la evolución de las preferencias del consumidor de calzado en México.
"En su momento la industria nacional no supo cómo ajustarse a los nuevos gustos o preferencias de los consumidores y ya no podían vender lo que producían, entonces, tendrán que adecuarse a los gustos, los nuevos diseños y modas que están surgiendo para satisfacer lo que esperan los consumidores”.
Quizá esta es una de las mayores dificultades, que no sólo enfrentan los productores mexicanos. Por mucho tiempo, el grupo español Inditex -con opciones como Zara y Bershka- fue el líder del fast fashion, con colecciones nuevas cada tres semanas que hicieron temblar incluso a marcas consolidadas como H&M, GAP o Forever 21. Ahora, todas ellas se enfrentan a Shein y Temu, los rivales chinos que innovan con colecciones en tiempo real y ofrecen ropa y calzado desde los cinco dólares.
Estos precios no tienen rival, aunque, ante las medidas tomadas por el gobierno mexicano lo que sí se prevé es un aumento en los precios del calzado, tanto en el mexicano como en el extranjero que entraba bajo el IMMEX y particularmente el chino, que además tendrá que pagar cuotas compensatorias.

Blindar las aduanas, la clave para proteger al sector
Alberto Villagra sostiene que frenar las importaciones de calzado asiático que ingresa al país con precios altamente competitivos no se terminará por decreto.
En entrevista con The Logistics World considera que para el cumplimiento a cabalidad de las medidas a favor de la industria nacional del calzado, las aduanas serán un punto neurálgico:
“Un decreto por sí mismo no va a lograr nada, sólo es un papelito, tendríamos que ver cómo es que cambian los procedimientos en la aduana, cómo cambia el tema de la corrupción para ver si efectivamente las cuotas compensatorias pueden cumplir la función para la que están diseñadas, pero si van a llegar a los puertos y de todas maneras los vamos a dejar pasar, entonces el decreto no sirve para nada”, señala.
La corrupción en las aduanas es un tema que esta semana acapara los titulares porque involucra a las altas esferas de la Secretaría de Marina (Semar), que presuntamente habrían participado en una red de delincuencia organizada, facilitando el ingreso de millones de litros de diésel que eran disfrazados como aditivos. Al respecto, el profesor de la Facultad de Economía de la UNAM menciona:
“Tengo la firme convicción de que, en realidad, en la aduana ni siquiera revisan, llega un contenedor con el que lo trae y le dice al agente aduanal ‘traigo tantos pares, ya sabes cómo funciona’ y pasa. Pienso que tendríamos que ser más cuidados en la inspección de todo, de los documentos de origen y de lo que se está declarando. Fortalecer las aduanas en función de este tipo de productos podría ayudar mucho a terminar con el contrabando”, remarca.
Confiando en que las aduanas sí se reforzarán y harán lo posible por mantener a salvo a la industria nacional del calzado, el experto comparte algunos temas logísticos que surgirán; entre ellos la capacidad para trasladar los productos desde entidades fabricantes como Guanajuato a varios puntos del país.
Los procesos logísticos, dice, tendrán que ajustarse a las nuevas condiciones del mercado; por ejemplo, si las importaciones bajan y llegan menos zapatos a los puertos, las necesidades de transporte estarían orientadas a mover la producción de calzado nacional desde la zona de El Bajío.

Medidas adicionales a favor de la industria del calzado mexicano
Además del calzado que llega a los puertos, los gigantes chinos del fast fashion utilizan a las redes sociales como una de sus principales estrategias de venta y esos pedidos llegan vía aérea por paquetería. Pero ¿cómo podemos hacer frente a este tipo de ventas online?
Para Villagra la clave está en aplicar impuestos y complicar los caminos para concretar las ventas: “Cuando se introdujeron los impuestos relacionados con este tipo de plataformas como Shein, Temu o Alibaba, lo que ha sucedido es que ahora te piden que tú les des tu RFC para que ellos puedan gestionar todo el tema de los impuestos y al hacerlo más engorroso se desincentivan ese tipo de compras”.
Sin embargo, si las medidas funcionan, las empresas chinas al notar que ya no pueden bajar más los precios pueden mover sus objetivos de crecimiento a otros países, a través de los cuales podrían triangular ventas, algo que ya hicieron entre México y Estados Unidos cuando éste último reforzó sus aranceles para el gigante asiático.
En este caso, Alberto Villagra menciona que el camino para combatir esta triangulación son las reglas de origen: “si importamos de otras regiones de América Latina, por ejemplo, sería ‘a ver, díganme argentinos, chilenos o peruano, qué me están vendiendo, dónde los produjeron, en verdad agregaron algo o están revendiendo’, algo como lo que nos hizo EU hace poco, ‘a ver me está vendiendo un coche mexicano pero el 80% es chino’ entonces te cobramos arancel”.

¿De qué van las medidas que buscan proteger a la industria del calzado?
En las últimas semanas, el gobierno de México publicó dos anuncios en el Diario Oficial de la Federación (DOF), que van encaminados a mejorar la competitividad de la industria del calzado nacional:
28 de agosto. Decreto que prohíbe las importaciones temporales de calzado terminado bajo el programa IMMEX, el cual fue creado en 2006 y ofrecía beneficios fiscales y aduaneros para importar temporalmente insumos que luego serían exportados. Las autoridades detectaron que, durante los últimos años, el IMMEX se utilizó para traer zapatos que eran revendidos en México en vez de comercializarse en el extranjero.
Con relación a 2023, las importaciones bajo IMMEX aumentaron 159% en volumen y 60% en valor en 2024. En comparación con 2021 se multiplicaron más de 24 veces en volumen y 12 veces en valor. Bajo el nuevo decreto, las importaciones de calzado ya sólo podrán hacerse bajo el régimen definitivo que sí implica pago de impuestos.
3 de septiembre. Corresponde a la resolución final de la investigación antidumping contra las importaciones de calzado originarias de China, iniciada en abril de 2024 y concluida en septiembre de 2025, la cual determinó que dichos productos ingresaron al país en condiciones desleales, afectando a la industria nacional.
Como medida correctiva, el gobierno estableció cuotas compensatorias definitivas de entre 0.54 y 22.50 dólares por par para las importaciones que se vendan por debajo del precio de referencia de 22.58 dólares, vigentes por cinco años con posibilidad de prórroga.
Aún con los retos locales y ante un panorama global que se enfrenta al fast fashion asiático, que parece imbatible en precios y volumen, los productores mexicanos tienen una gran oportunidad si se suben a esta coyuntura y aprovechan la mayor debilidad del calzado chino: la calidad.
Sin embargo, tendrán que organizarse lo antes posible para mejorar la cadena de suministro, invertir en diseño, ajustar sus procesos de producción para ser más eficientes y estar en constante cambio ante las nuevas tendencias y preferencias de los consumidores.