Luxemburgo, (EFE).- Los ministros de Medioambiente y de Energía de los países de la Unión Europea intentarán, en una doble cita este lunes y martes, fijar el mandato de la UE para las negociaciones de la inminente cumbre climática COP28 y acercar posturas entre Francia y Alemania para desatascar la reforma del mercado eléctrico.
Los debates arrancarán a primera hora del lunes en Luxemburgo, cuando los titulares de Medioambiente de los Veintisiete intenten aprobar la entrega a Naciones Unidas de la actualización de los Planes de Energía y Clima de los Estados miembros, reflejando los últimos avances legislativos de la UE.
La amplia batería legislativa del paquete "Fit For 55", con muchas de las normas ya adoptadas y otras en trámite, colocaría a la UE en la senda de cumplir con el objetivo de reducir sus emisiones en un 55% en 2030.
Pero sucesivas adaptaciones, como el plan RepowerEU para desplegar fuentes de generación renovable y alejarse de los combustibles fósiles rusos sitúan esa senda en el 57%.
El objetivo es reflejar ese objetivo en la documentación entregada a Naciones Unidas, pero algunas capitales temen que pueda suponer un "compromiso" adicional mientras que otras consideran que se trata sólo de reflejar los "hechos".
También en clave climática, en el primer consejo en el que participara en nuevo comisario europeo de Clima, el exministro neerlandés de Exteriores Wopke Hoekstra, los Veintisiete buscarán cerrar el mandato negociador que la Comisión Europea y la Presidencia española del Consejo de la UE defenderán en la COP28 de Dubai que arranca el próximo 30 de noviembre.
Los ministros tendrán que decidir, entre otros puntos, si en la conferencia climática de la ONU la UE defiende que se acabe con los "subsidios ineficientes" a los combustibles fósiles entre 2025 y 2030 o cinco años más tarde.
"El borrador es bueno, da un mandato ambicioso para la UE, quizá el más ambicioso del mundo", apunta un diplomático de un Estado miembro del norte.
La cita servirá también para que los ministros intenten acordar una posición de los Veintisiete común sobre la reducción de emisiones de los vehículos pesados, partiendo de la propuesta de la Comisión de recortar un 45% en 2030, un 65% en 2035 y un 90% en 2040, y para acordar el enfoque para negociar más tarde con el Parlamento Europeo la revisión de la Directiva de tratamiento de aguas residuales urbanas.
La reforma del mercado eléctrico
El martes, la jornada estará íntegramente dedicada a desatascar la reforma del mercado eléctrico, que fue una de las grandes prioridades surgidas al calor de la crisis de precios de 2022 pero que está enquistada desde hace meses.
La vicepresidenta tercera y ministra española para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, en representación de la Presidencia de turno de España en el Consejo de la UE, intentará acercar posiciones entre Francia y Alemania, enfrentados en cuanto a cómo debe tratar el mercado las plantas nucleares.
La Comisión, los Estados miembros, las empresas eléctricas y el Parlamento Europeo coinciden en las líneas maestras del ajuste de mercado: impulsar el despliegue masivo de renovables para electrificar la economía y favorecer contratos a largo plazo que arrojen precios baratos y estables.
El objetivo último, además de reducir las emisiones de CO2, es reducir la dependencia energética de la UE y que esa autonomía redunde en una mejora de la competitividad industrial del bloque respecto al resto del mundo.
Pero hay división sobre cómo afectarían a la energía atómica los contratos por diferencia (CDF) en los que el Estado acuerda con un generador un precio fijo de compraventa de electricidad en un plazo determinado y después se devuelve la diferencia en función de si el precio real ha sido más alto o bajo que el fijado.
Alemania, con apoyo de Italia, no quiere que esos esquemas se apliquen a centrales nucleares ya operativas que extiendan su vida útil o que amplíen su capacidad, pues al estar casi amortizadas supondría un flujo de ingresos extra que podría convertirse una desventaja competitiva para Berlín respecto a París, dentro del mercado único.
Esos contratos ya se pueden aplicar a las centrales existentes, pero bajo el régimen de ayudas de Estado y con el beneplácito de la Comisión caso por caso, mientras que el reglamento lo haría automático.
También se discute a quién podrá destinarse los ingresos excedentarios de los CFD en caso de saldo positivo para el Estado (a empresas de renovables, a consumidores vulnerables...).
Subyace también un enfrentamiento ideológico: Alemania ha cerrado sus reactores atómicos y su generación es esencialmente fósil, mientras que el 75% de la electricidad de Francia proviene de su parque nuclear, que prevé ampliar en los próximos años.
Reunidos en Hamburgo a inicios de mes para revigorizar el eje franco-alemán, Emmanuel Macron y Olaf Scholz se propusieron salir del bloque eléctrico en este mes de octubre.
Las posiciones apenas se han movido desde que el pasado junio los ministros intentaron llegar a un acuerdo, pero el tiempo apremia.
El texto final aún tendrá que negociarse con la Eurocámara para aprobar el expediente, como muy tarde, a inicios de 2024, antes de que la maquinaria comunitaria entre en período de hibernación preelectoral.
"Me llevaré el saco de dormir", desliza una fuente diplomática.
EFE jaf/mga