Para aprovechar las oportunidades que ofrece la relocalización de empresas en México se tiene que generar una infraestructura robusta.
Así lo aseguró Alejandro Malagón, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
Durante la toma de protesta del consejo directivo 2024-2026 de la Asociación Mexicana de Agentes Navieros (Amanac), Malagón se dijo convencido de que el nearshoring podría duplicar crecimiento del PIB en México.
Remarcó que el nearshoring es una ventana de crecimiento que llegó para quedarse pero eso requiere celeridad en el desarrollo de infraestructura.
Dijo que en el tema del transporte aún hay asuntos pendientes en relación a la seguridad.
“Tenemos que seguir encontrando formas de cómo darle seguimiento a este tema que hoy nos ocupa y que nos tiene muy angustiados”, afirmó.
Comentó que el nearshoring requiere de una política industrial que genere oportunidades para el sector.
Sobre el tema portuario, el directivo señaló que el puerto de Manzanillo aún va lento en la modernización y rehabilitación.
En tanto, la terminal marítima de Colima es una puerta de entrada y salida para las operaciones de importaciones y exportaciones, agregó.
El nearshoring en Norteamérica
Según un estudio reciente de la consultora global Kearny, Estados Unidos se convirtió en el gran ganador del fenómeno de la relocalización de empresas que salieron de China.
80 de cada 100 empresas (80%) reportaron que “ya trasladaron parte de sus operaciones de manufactura” a sus plantas ubicadas en territorio estadounidense.
En contraste, apenas 27% de los directores generales de las compañías –tres veces menos que en EU– destacó que ya reubicaron algunos segmentos de su producción manufacturera en fábricas ubicadas en suelo mexicano.
A través del estudio Índice de Reshoring Kearney 2024, la consultora refirió que, en un nivel muy similar al de México, se ubicó Canadá, con 24% de las organizaciones que ya trasladaron parte de las operaciones a su territorio.