Copenhague, (EFE).- La naviera danesa Maersk, una de las principales empresas mundiales en transporte marítimo de contenedores, anunció este viernes que todas sus rutas por el mar Rojo serán desviadas por el sur de África en un "futuro inmediato".
Maersk, que forma parte de A.P. Møller-Mærsk, el principal grupo industrial de Dinamarca, había informado hace tres días de la suspensión indefinida de esas rutas debido al ataque sufrido el pasado fin de semana por una de sus embarcaciones.
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La situación evoluciona constantemente, sigue siendo muy volátil y toda la información disponible confirma que continúa el riesgo de seguridad a nivel elevado. Por eso hemos decidido que todos los cargueros que iban a pasar por el mar Rojo y el golfo de Adén sean desviados por el cabo de Buena Esperanza en el futuro inmediato",
informó la compañía.
La naviera busca con esta medida dar "más consistencia y predictibilidad" a sus clientes a pesar de los retrasos asociados con la remodelación de sus rutas.
Más navieras redirigen sus rutas hacia Sudáfrica
Los ataques de los rebeldes chiíes hutíes hicieron que Maersk suspendiera su navegación por la zona y optara por desviar sus rutas a través del Cabo de Buena Esperanza.
De acuerdo con el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, al menos otras 17 compañías navieras han decidido redirigir sus buques mercantes por Sudáfrica para evitar pasar por el mar Rojo y limitar el impacto de los ataques.
Esto supone para los cargueros añadir 10 días de media a sus viajes, además de "un impacto negativo sobre el comercio y un aumento en los costos de flete", según el representante de la OMI.
Durante su intervención ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Domínguez recordó que desde noviembre se han recrudecido los ataques contra embarcaciones internacionales en esta vía vital, por la que transita alrededor del 15% del comercio global.
"El objetivo inicial fueron barcos vinculados con Israel, pero por la información que hemos recibido en los últimos sucesos ese ya no parece ser el caso", dijo.
La OMI monitorea la situación y está en contacto con los representantes de la industria y con las navieras.
Domínguez pidió a los buques mercantes enviar sus reportes sobre la situación a los centros de control comercial cuando salgan del canal de Suez o del océano Índico para entrar en el mar Rojo.
EFE