Reino Unido presentó la primera etapa de su Modelo Operativo de Meta Fronteriza (BTOM).
El modelo exige que las importaciones en el reino se designen de riesgo medio o alto y vayan acompañadas de certificados sanitarios de exportación.
La segunda fase, que se aplicará el 30 de abril, obligará a estas importaciones a recibir controles físicos en la frontera antes de permitir la entrada.
Ante su puesta en marcha, líderes de la cadena de suministro han advertido del aumento de los costos en sus productos.
Retailers y operadores portuarios, confundidos
El director de alimentos y sostenibilidad de los minoristas británico, Andrew Opie, dijo a la revista especializada The Loadstar que los retailers están trabajando estrechamente con sus proveedores para prepararse para la BTOM post-Brexit.
Aunque esperaba que la mayoría de los proveedores de la UE estuvieran listos, la carga causada por los aumentos en las tarifas comerciales y el salario vital nacional está creando costos adicionales entre los minoristas.
Entre los productos de las categorías que requieren certificados sanitarios se encuentran la carne, los productos lácteos y la mayoría de las plantas.
Por su parte, operadores portuarios señalaron que hay poca preocupación en esta etapa inicial.
Sin embargo, están seguros que conforme se implementen mayores medidas para su implementación se irán desvelando puntos con poca claridad.
Portsmouth International Port, como muchos otros, garantizó que su puesto de control fronterizo (BCP) operaría en forma en julio de 2022.
Los controles entraron en funcionamiento para esa fecha, luego de una serie de retrasos y retrocesos.
El concejal de la ciudad, Gerald Vernon-Jackson, miembro del gabinete del puerto, dijo que la fecha para las inspecciones de control de fronteras se ha pospuesto en numerosas ocasiones.
“Ha habido cambios en las inspecciones fronterizas previstas que reducen la necesidad de una instalación tan grande”, explicó en entrevista con la revista especializada en logística y comercio.