Bruselas, (EFE).- La Unión Europea afirmó este lunes que puede defender la compatibilidad del impuesto sobre las importaciones de carbono desde terceros países con las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) si los países que han expresado dudas sobre su legalidad lo recurren ante el organismo.
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Sabemos que algunos países están considerando recurrir la CBAM (las siglas del mecanismo de ajuste de carbono en frontera) en la OMC. Lo diseñamos de una manera compatible con las normas de la OMC y creemos que podemos defenderla"
Dijo el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en un evento sobre comercio acompañado de la directora general de la OMC, Ngozi Okonjo-Iweala.
El letón precisó en todo caso que se trata de un escenario hipotético porque ningún país ha dado todavía el paso de presentar un recurso contra esa medida, que genera preocupaciones sobre todo en países en vías de desarrollo, como India.
Bruselas ya está recopilando datos, pero no empezará a cobrar el impuesto, que afecta en concreto a las importaciones de cemento, acero, aluminio o fertilizantes, hasta 2026.
Con la tasa busca que las compañías europeas que están sujetas a las normas climáticas del bloque y tienen que pagar por sus derechos de emisión de CO2 no estén en desventaja frente a sus rivales de terceros países en los que las exigencias climáticas son menores.
Dombrovskis, que es el responsable de los asuntos de Comercio en el Ejecutivo comunitario, remarcó que este impuesto "no distorsiona el mercado" porque los importadores pagarán por la huella de carbono de sus productos "el mismo precio" que pagan los productores de la UE.
También puntualizó que el gravamen tiene en cuenta "cualquier precio sobre el carbono" que haya sido cargado a dichos productos antes de llegar a suelo europeo.
La directora general de la OMC reconoció que este impuesto climático genera "preguntas" en algunos miembros, pero que lo "importante" al respecto es la "voluntad de diálogo" y la "actitud constructiva" que mantiene la UE.
"Creo que fue muy útil para la UE escuchar las dudas y ser capaces de tenerlo en cuenta", dijo Okonjo-Iweala, quien afirmó que también genera preocupaciones entre los socios de la OMC el reciente reglamento europeo contra la deforestación, que grava las importaciones madera, aceite de palma o soja que contribuyan a la tala de bosques.
"Tenemos que ser transparentes con las medidas, estar abiertos al diálogo y desarrollar métodos comunes de medición para cuantificar lo que se está consiguiendo. Esas son las cosas que incentivamos", explicó.
EFE asa/lpc/apc