Buenos Aires,(EFE).- La actividad económica de Argentina se frenó en febrero pasado, ahogada por una falta de divisas que se ha visto agravada por la sequía que azota al sector agropecuario y profundiza los severos desequilibrios macroeconómicos del país suramericano.
Según un informe difundido este lunes por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la actividad económica de Argentina experimentó en febrero pasado una variación nula, frente a enero y avanzó tan sólo 0,2% en términos interanuales, confirmando el escenario de estancamiento que transita la economía del país suramericano.
En el primer bimestre, el crecimiento acumulado fue de apenas 1,6%, con drástico recorte respecto al 6,7% acumulado en el primer bimestre de 2022.
Los datos oficiales evidencian el fuerte impacto de la sequía en Argentina, uno de los mayores productos y exportadores mundiales de granos y derivados y cuya economía se recuesta en gran parte en el sector agroexportador.
Según el Indec, la agricultura se desplomó 19,2% en diciembre y 14,9% en enero y, si bien recortó su caída al 0,7% en febrero, el golpe sigue afectado indirectamente a otros sectores de bienes y servicios.
GOLPE AL CORAZÓN
Este golpe climático al corazón de la economía argentina no significa que el país no tuviera ya serios desequilibrios fiscales, monetarios y cambiarios, pero ciertamente los efectos de la sequía los profundiza, empeorando los pronósticos privados de desempeño económico para este año, que ya vaticinan una caída en el PIB del 2,7%, desde un crecimiento del 5,2% en 2022.
Argentina enfrenta en 2023 un enorme desafío, ya que la sequía ha agudizado la mayoría de sus tradicionales problemas macroeconómicos y potenciado la inestabilidad de su economía".
Gustavo Reyes, economista de la Fundación Mediterránea.
El sector industrial, cuya actividad cayó 1,3% en febrero, sufre desde el año pasado fuertes restricciones para importar bienes para la producción que teme que se profundicen en este escenario.
La sequía ya redujo considerablemente la cosecha de trigo y se estima que tenga un fuerte impacto en la de soja y maíz, lo que impactará en una menor molienda y disponibilidad de divisas provenientes del sector agroindustrial. Este escenario complicaría aún más la escasez de divisas que afectó gran parte de año anterior".
Informe la Unión Industria Argentina.
FUERTE IMPACTO
En términos de la balanza comercial, Argentina acumuló en el primer trimestre un déficit de 1.290 millones de dólares, con un desplome del 37% en las exportaciones de productos primarios y una caída del 17,5% en las de manufacturas de origen agropecuario.
En el plano fiscal, el déficit primario acumulado en el primer trimestre del año se triplicó respecto al rojo de igual período de 2022, superando en un 56% la meta de déficit incluida en el acuerdo de refinanciación firmado el año pasado con el Fondo Monetario Internacional(FMI).
El Gobierno atribuyó este pésimo resultado a la "peor sequía en décadas" que afectó "notablemente" la recaudación asociada a los tributos del comercio exterior, con una merma en el trimestre de 350.000 millones de pesos (1.550 millones de dólares) respecto a los ingresos por derechos de exportación proyectados inicialmente.
En un año marcado por los comicios presidenciales de octubre próximo, el impacto comercial y fiscal complica aún más el cumplir con otras metas asumidas ante el FMI en materia de acumulación de reservas y emisión monetaria y, peor aún, aumenta las presiones inflacionarias, con un índice de precios al consumidor que escaló al 104,3% interanual en marzo.
Además, debido a la menor liquidación de divisas provenientes de las agroexportaciones, las dificultades del Banco Central para acumular reservas suscitan renovadas tensiones en el mercado cambiario, donde este lunes las cotizaciones paralelas del dólar estadounidense tocaron nuevos récords.
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