La eficiencia energética se ha convertido en un factor determinante para la competitividad de la logística moderna. En un contexto donde los costos energéticos están en constante aumento y la sostenibilidad se ha vuelto un criterio clave para la selección de proveedores y socios comerciales, optimizar el consumo de energía en la cadena de suministro es una necesidad ineludible.
En el marco del Día Mundial de la Energía, explora estrategias, tecnologías y mejores prácticas que permiten reducir el gasto energético, mejorar la rentabilidad y disminuir el impacto ambiental en las operaciones logísticas.
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El desafío de la eficiencia energética en la logística
El sector logístico es uno de los mayores consumidores de energía a nivel mundial. Desde el transporte hasta los centros de distribución, cada eslabón de la cadena tiene un impacto significativo en el consumo global de combustibles y electricidad.
Según la Agencia Internacional de Energía (IEA), el transporte representa aproximadamente el 25% del consumo energético mundial, con una alta dependencia de los combustibles fósiles. Esto genera costos elevados para las empresas y una contribución considerable a las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este contexto, las empresas de logística deben adoptar medidas proactivas para minimizar el consumo de energía sin comprometer la eficiencia operativa. Esto implica desde la optimización de rutas y flotas hasta la adopción de energías renovables en almacenes y centros de distribución.
Estrategias clave para mejorar la eficiencia energética
Optimización de flotas y transporte verde
Uno de los aspectos más críticos en la logística es la gestión de flotas. La implementación de tecnologías avanzadas y nuevas estrategias de movilidad permite reducir significativamente el consumo de combustible. Algunas de las medidas más efectivas incluyen:
- Uso de combustibles alternativos: La transición hacia biocombustibles, gas natural licuado (GNL) o incluso el hidrogeno verde puede disminuir drásticamente la dependencia del petróleo.
- Vehículos eléctricos e híbridos: Empresas como DHL y Amazon han incorporado vehículos eléctricos en sus flotas, logrando una reducción del 30% en sus emisiones de CO₂.
- Sistemas de optimización de rutas: Mediante inteligencia artificial y big data, las empresas pueden planificar trayectos más eficientes, minimizando el consumo innecesario de combustible y el tiempo de viaje.
Eficiencia energética en centros de distribución
Los almacenes y centros de distribución también juegan un papel crucial en el consumo de energía dentro de la cadena logística. Implementar tecnologías y estrategias de ahorro puede reducir hasta un 30% del consumo eléctrico, según estudios de McKinsey. Algunas iniciativas efectivas incluyen:
- Sistemas de iluminación LED y automatización: La instalación de sensores de movimiento y luces LED reduce significativamente el consumo eléctrico.
- Energías renovables: La implementación de paneles solares en los techos de los almacenes no solo genera ahorro, sino que también permite a las empresas operar de manera más sostenible.
- Sistemas de refrigeración eficiente: En almacenes de productos perecederos, optimizar el consumo de energía en la refrigeración es clave para reducir costos y evitar desperdicios de energía.
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Digitalización y automatización de procesos
El uso de tecnologías digitales en la gestión logística permite mejorar la eficiencia energética y operativa. Algunas herramientas clave incluyen:
- Internet de las Cosas (IoT): Permite monitorear en tiempo real el consumo de energía y optimizar su uso en cada eslabón de la cadena de suministro.
- Automatización de almacenes: Robots y sistemas automatizados pueden mejorar la eficiencia en la manipulación de mercancías, reduciendo la necesidad de intervención humana y el desperdicio de energía.
- Análisis predictivo: La inteligencia artificial permite anticiparse a variaciones en la demanda y ajustar el consumo energético de manera eficiente.
Colaboración en la cadena de suministro para la sostenibilidad
La eficiencia energética no es solo responsabilidad de una empresa, sino de toda la cadena de suministro. La colaboración entre fabricantes, proveedores logísticos y minoristas puede maximizar los ahorros energéticos mediante iniciativas como:
- Consolidación de cargas: Agrupar envíos en un solo viaje reduce el consumo de combustible y optimiza la ocupación de los transportes.
- Uso de materiales reciclables y reutilizables: La logística inversa permite recuperar envases y embalajes, reduciendo costos y el impacto ambiental.
- Cadenas de suministro circulares: Implementar procesos que minimicen desperdicios y maximicen la reutilización de recursos es una estrategia clave para la sostenibilidad.
La eficiencia energética en la logística no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente en el contexto actual.
Reducir el consumo energético no solo beneficia a las empresas en términos de costos operativos, sino que también refuerza su compromiso con la sostenibilidad y mejora su imagen ante clientes y socios comerciales.
Con la implementación de tecnologías avanzadas, la optimización de procesos y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles, el sector logístico puede liderar el camino hacia una economía más eficiente y responsable con el medio ambiente.
En este Día Mundial de la Energía, es un buen momento para reflexionar sobre los cambios que cada empresa puede hacer para avanzar en este camino.