El hábito de surtir la despensa con un clic ha dejado de ser una novedad para convertirse en un estándar de consumo en México; sin embargo, este crecimiento del e-commerce se acompaña de una reingeniería profunda en la logística de la última milla refrigerada que garantice la inocuidad y frescura de los alimentos.
Según datos de We Are Social y Meltwater, cerca del 30% de los mexicanos entre 16 y 64 años compra comestibles en línea cada semana, una tendencia que no solo exige velocidad, sino una precisión térmica absoluta que asegure la calidad de los productos desde el centro de distribución hasta el hogar del consumidor.
En este entorno, los márgenes de error son mínimos porque cualquier desviación de temperatura durante el transporte puede traducirse en mermas, rechazos, devoluciones o incluso riesgos sanitarios, incrementando los costos operativos y afectando la reputación de marcas y operadores.
"Un envío que no garantice temperaturas adecuadas puede perder su valor en cuestión de minutos", menciona José Carlos Gómez, director de Ventas LAR Norte de Thermo King, una empresa especializada en soluciones de control de temperatura de transporte sustentables.
La última milla refrigerada, un mercado en expansión
A diferencia de otros segmentos del e-commerce, el reparto de alimentos exige vehículos especializados, protocolos estrictos y monitoreo constante; en este sentido, el transporte terrestre refrigerado se posiciona como un factor determinante, en el cual un envío que no garantice condiciones térmicas adecuadas puede perder su valor en cuestión de minutos.
Esto convierte a la última milla refrigerada en un punto crítico de diferenciación competitiva, donde la eficiencia operativa impacta directamente en la experiencia del cliente y en la rentabilidad de la operación.
Además, la presión sobre la cadena de frío no es exclusiva de México; a nivel global, el mercado de la logística refrigerada mantiene una trayectoria ascendente. De acuerdo con Grand View Research, la cadena de frío alcanzará un valor de 427,000 millones de dólares hacia 2030, impulsada principalmente por el segmento de alimentos y bebidas, que concentró más del 77% del mercado en 2024.
Estas cifras posicionan al e-commerce de alimentos como uno de los principales motores de inversión en infraestructura refrigerada, tecnologías de monitoreo y flotas de transporte especializadas.

Desafíos operativos en el entorno local
No obstante que el comercio electrónico de perecederos en México se consolida, también enfrenta retos estructurales que los operadores logísticos deben resolver para escalar su alcance:
- Control de temperatura de alta precisión: Una variación mínima puede comprometer la salud del consumidor y generar mermas costosas.
- Monitoreo digital en tiempo real: La necesidad de rastrear constantemente la ubicación y el estado térmico de la carga mediante tecnología IoT.
- Infraestructura de transporte especializada: Vehículos diseñados para la complejidad urbana que mantengan el aislamiento térmico en condiciones de tráfico intenso.
- Sustentabilidad y eficiencia: La transición hacia unidades de refrigeración de bajo consumo y vehículos eléctricos o de gas natural para reducir la huella de carbono.
Este último punto es muy importante, las regulaciones internacionales y los consumidores valoran a las empresas que mantienen una baja huella ambiental; por ello, la necesidad de optimizar rutas, disminuir consumo energético y adoptar tecnologías menos contaminantes se vuelve un requisito neurálgico para mantener la competitividad.
Para empresas como Thermo King, la sustentabilidad ya no es opcional, la incorporación de vehículos eléctricos, unidades a gas natural y sistemas de refrigeración más eficientes, junto con plataformas de monitoreo en tiempo real, permiten avanzar hacia operaciones más eficientes sin comprometer la integridad del producto.
El futuro es intermodal y digital
La combinación de transporte marítimo, ferroviario y terrestre comienza a ganar terreno como una alternativa para mejorar eficiencia y reducir emisiones en cadenas más largas; para el e-commerce de alimentos, la intermodalidad abre oportunidades de escalabilidad sin comprometer la cadena de frío.
Al mismo tiempo, la digitalización permite una mayor visibilidad de la operación, facilitando la gestión de incidentes y la toma de decisiones en tiempo real.
“Las empresas que logren optimizar el transporte refrigerado estarán en posición de liderar el mercado, consolidando una nueva era para la logística alimentaria en el país”, señala José Carlos Gómez.
El futuro del e-commerce de alimentos en México dependerá de la capacidad de los operadores para adaptarse a una última milla más compleja, más controlada y más sustentable. La logística refrigerada ya no es solo un soporte operativo, se consolida como un factor estratégico dentro de la cadena de suministro alimentaria.














