Ginebra, (EFE).- La demanda global de transporte aéreo creció un 42.6% en abril con respecto al mismo mes de 2022, aunque ésta representa aún sólo el 90.5 % de los niveles previos a la pandemia, según las estadísticas mensuales publicadas hoy por la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
- El aumento fue ligeramente mayor el los vuelos internacionales (un 48% de subida interanual) que en los domésticos (42.6%), este último sector sí han recuperado los niveles anteriores a la crisis sanitaria, destacó la IATA, que concentra a más de 300 aerolíneas mundiales con un 80% de la cuota global.
"En abril continuó la tendencia al alza ya vista en el primer trimestre", destacó el director general de la asociación, Willie Walsh, quien atribuyó esto al alivio de las presiones inflacionarias, el aumento de la confianza de los consumidores especialmente en los países desarrollados y la bajada en los precios de combustibles.
La demanda en abril creció un 170% interanual en Asia-Pacífico (algo que en parte se explica por las bajas cifras que hubo en 2022 especialmente en China por la política de cero covid), mientras que el aumento fue del 22% en Europa, del 15% en Latinoamérica y del 13% en Norteamérica.
En los grandes mercados domésticos la situación sigue siendo muy diversa: mientras en China, también por el factor covid, el aumento interanual en abril fue del 536%, en Australia hubo una bajada del 4.5% y en EEUU la subida fue del 5.5%.
"Llega la temporada alta de viajes al hemisferio norte, con aviones y aeropuertos llenos de personas que quieren hacer uso de su libertad (…) pero desgraciadamente algunos gobiernos parecen más interesados en regulaciones punituvas en lugar de en facilitar los viajes", advirtió por otro lado Walsh.
El máximo responsable de la IATA hizo este comentario en relación con medidas que están tomándose en el mercado de la Unión Europea para intentar reducir el tráfico aéreo como parte de sus programas medioambientales.
Es el caso de los intentos por poner un límite al número de vuelos en el aeropuerto de Schiphol en Amsterdam, uno de los más concurridos del mundo, algo que ha sido repetidamente criticado por la IATA. EFE abc/ad