El transporte de mercancías en México vive una transformación tecnológica sin precedentes impulsada por la adopción de vehículos eléctricos (VE).
Este cambio responde a una creciente necesidad por reducir emisiones contaminantes, optimizar costos operativos y cumplir con regulaciones ambientales internacionales.
Contexto actual del transporte de mercancías en México
Actualmente, México enfrenta desafíos significativos en el transporte de mercancías debido a la dependencia de combustibles fósiles, elevados costos operativos y fuertes presiones regulatorias sobre emisiones contaminantes.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2024), más del 90% de la carga se moviliza aún con vehículos convencionales, generando problemas ambientales severos en áreas metropolitanas.
En respuesta, el gobierno mexicano ha impulsado diversas políticas e incentivos fiscales para fomentar la electromovilidad, facilitando la transición hacia un modelo de transporte más sostenible y rentable a largo plazo.
Crecimiento del mercado de vehículos eléctricos para mercancías
El mercado de vehículos eléctricos comerciales en México muestra un crecimiento significativo. De acuerdo con la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la adquisición de vehículos eléctricos de carga creció un 40% durante el último año, destacando empresas como:

- Bimbo: ya cuenta con una flota superior a las 1,400 unidades eléctricas, logrando ahorros operativos cercanos al 25%, según su Reporte de Sostenibilidad (2023).
- DHL: Por su parte la compañía, anunció recientemente la incorporación de más de 200 unidades eléctricas para distribución urbana
Beneficios ambientales del uso de vehículos eléctricos en transporte logístico
Uno de los principales beneficios de incorporar VE en logística radica en la reducción drástica de emisiones contaminantes.
Según datos de SEMARNAT (2023), el transporte eléctrico permite disminuir hasta en un 90% las emisiones de CO2 en comparación con vehículos tradicionales.
Esto no solo mejora la calidad del aire urbano, sino que también ayuda a las empresas a cumplir con normas internacionales y mejorar su imagen corporativa en sostenibilidad.
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Infraestructura de carga eléctrica: clave para la expansión
Aunque el mercado crece, México enfrenta aún desafíos importantes en infraestructura de carga eléctrica. Actualmente existen cerca de 3,500 estaciones de carga, principalmente ubicadas en grandes centros urbanos como Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara (Informe AMIA, 2024). Sin embargo, es necesaria una expansión significativa para cubrir las necesidades logísticas nacionales.
Proyectos como el de Tesla en Nuevo León, que contempla una red propia de cargadores rápidos para vehículos comerciales, representan ejemplos clave del impulso privado a esta infraestructura necesaria.
Desafíos en la implementación y adaptación de VE
A pesar del potencial, el sector logístico enfrenta retos importantes en la adopción masiva de vehículos eléctricos:
- Altos costos iniciales: Aunque el ROI a largo plazo es atractivo, la inversión inicial en VE puede superar hasta en un 50% el costo de vehículos convencionales.
- Capacitación técnica: La falta de personal especializado en operación y mantenimiento representa otro desafío importante.
- Gestión de baterías: La vida útil y disposición de baterías exigen estrategias claras para reciclaje y reutilización, aspecto que aún está en desarrollo en México.
Innovación y tecnología en vehículos eléctricos de carga
La evolución tecnológica es clave para facilitar la transición hacia VE. Los recientes avances en autonomía (superando los 400 km por carga en vehículos comerciales como el Tesla Semi) permiten considerar el transporte eléctrico de mercancías como viable incluso para largas distancias.
Asimismo, tecnologías disruptivas como los camiones eléctricos autónomos, IoT (Internet de las cosas), telemetría avanzada y sistemas predictivos están comenzando a implementarse globalmente, siendo aplicables en el contexto logístico mexicano a mediano plazo.


Perspectiva del sector privado y gubernamental hacia 2030
Se estima que hacia 2030, el 20% del transporte logístico en México estará basado en vehículos eléctricos, según proyecciones de la Secretaría de Economía (2024). Para lograr esto, será fundamental una colaboración estrecha entre el sector privado y público para resolver desafíos técnicos, económicos y regulatorios.
Empresas logísticas ya trabajan en sus estrategias hacia la electromovilidad, reconociendo los beneficios ambientales y operativos como cruciales para su competitividad futura.
La creciente presencia de vehículos eléctricos está redefiniendo profundamente el transporte de mercancías en México, impulsando la logística hacia un modelo más sostenible, eficiente y rentable. Aunque existen retos, las oportunidades son enormes y presentan un claro beneficio para empresas comprometidas con la innovación tecnológica y la responsabilidad ambiental.
El futuro del transporte de mercancías mexicano es eléctrico, y las organizaciones que se adapten rápido tendrán una ventaja competitiva considerable en los próximos años.