Shanghái (China), (EFE).- China finalizó 2023 como el más que probable líder mundial entre los países exportadores de vehículos, según estimaciones de una de las principales patronales del sector, que cree que el gigante asiático logró mantener al cierre del año la ventaja sobre Japón que había obtenido a principios del ejercicio.
La proyecciones que maneja la Asociación de Turismos de China (CPCA, por sus siglas en inglés) apuntan a que el país podría haber terminado 2023 con unas ventas de en torno a los 5.26 millones de unidades -y un valor de unos 102 mil millones de dólares-, mientras que Japón habría hecho en unos 4.3 millones.
"En 2023, las exportaciones de automóviles de China superarán a las de Japón en casi un millón, y es seguro que China se convertirá en el mayor exportador del mundo", avanzó el organismo antes de la publicación, este viernes, de los datos definitivos del comercio internacional chino en 2023 por parte de la Administración General de Aduanas y a la espera también de las cifras oficiales niponas.
En los primeros once meses del año, China vendió unos 4,76 millones de automóviles al resto del mundo por unos 92 mil 700 millones de dólares, lo que supone un aumento del 59.8% en términos de volumen y del 70.9% en valor.
El gigante asiático ya había superado a su vecino insular en el primer trimestre tras haber adelantado ya a Alemania, situada entonces en el segundo puesto, en 2022.
"Los coches fabricados en China se han vuelto cada vez más competitivos en el mercado global gracias a un estricto control de calidad, una sofisticada cadena industrial y avanzados servicios de mantenimiento", indicó en mayo el ingeniero general adjunto de la Asociación China de Fabricantes de Automóviles (CAAM), Xu Haidong.
Esta semana, la CPCA también planteó esa tesis sobre el aumento de las ventas al exterior: no se trata solo de la fuerte demanda en los mercados internacionales o del control sobre la cadena de suministros, sino también de la mayor competitividad de los vehículos chinos gracias a la mejora de la calidad de los impulsados por motores de combustible y al "liderazgo" en el segmento de los eléctricos.
Los eléctricos, en el punto de mira
Son precisamente los eléctricos los que han puesto a China en el punto de mira, tanto de los compradores internacionales como de las autoridades de otros países productores que empiezan a verlos como una posible amenaza en el marco de sus planes de transición energética.
La Comisión Europea dio inicio en octubre a una investigación sobre las subvenciones que ofrece Pekín a los eléctricos, al considerar que China las emplea para "inundar" los mercados globales con vehículos más baratos, que harían perder competitividad a las marcas locales, algo que las autoridades del país asiático calificaron de "proteccionismo descarado".
Analistas citados por la prensa económica china a principios del año pasado ya habían apuntado que las marcas del país asiático se beneficiarán de la prohibición, avalada por el Parlamento Europeo, de la venta de vehículos de gasolina y diésel a partir de 2035 en la Unión Europea (UE).
Además, el Gobierno estadounidense también estaría planteándose una subida de aranceles para los eléctricos chinos -sujetos ya a una tasa del 25%- para tratar de reforzar la industria local ante unas importaciones más baratas, según informó a finales de diciembre el rotativo The Wall Street Journal.
En diciembre, el Ministerio de Industria y Tecnologías de la Información de China anunció que más del 90% de los modelos de vehículos eléctricos del país podrán seguir acogiéndose a las exenciones fiscales ofrecidas por las autoridades desde 2014 para impulsar las ventas, ya que los eléctricos todavía van por detrás de los vehículos tradicionales en lo que a costes se refiere.
Esta iniciativa se enmarca en un nuevo plan de incentivos fiscales anunciado a mediados del año pasado por las autoridades por importe de unos 73 mil millones de dólares hasta 2027, animando asimismo a que las marcas del país consideren también a los mercados extranjeros ante la fuerte competencia en el local, donde protagonizaron a principios de 2023 una cruenta guerra de precios iniciada por Tesla.
El mejor ejemplo del crecimiento es BYD, que se coronó en el cuarto trimestre de 2023 como mayor vendedor mundial de eléctricos puros por delante de Tesla, con especial presencia en el mercado local: dos de cada cinco vehículos que se venden en China son eléctricos, y estas ventas suponen el 60% del total mundial. EFE vec/lcl/prb