Bruselas, (EFE).- El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea avisó sobre el lento desarrollo y la falta de perspectivas de los biocombustibles avanzados en la UE, y arrojó dudas sobre los supuestos beneficios medioambientales de esos preparados que se espera ayuden a descarbonizar la aviación y el transporte marítimo.
"Los biocarburantes deben contribuir a los objetivos de neutralidad climática de la UE y reforzar su soberanía energética. Sin embargo, con su política actual de biocarburantes, la UE conduce sin un mapa y corre el riesgo de no llegar a su destino", resumió en un comunicado el director de la auditoría del Tribunal de Cuentas de la UE sobre los biocombustibles, Nikolaos Milionis.
El estudio destaca que la UE asignó entre 2014 y 2020 unos 430 millones para investigar biocarburantes avanzados, que son aquellos "combustibles líquidos destinados al transporte y producidos a partir de biomasa" y que deben cumplir determinados criterios de sostenibilidad, que en la UE se obtienen esencialmente de cultivos para producir etanol y biodiésel.
Pese a la inversión en investigación, el despliegue "tarda más de lo previsto", la producción es limitada por problemas de disponibilidad de biomasa, aún no son competitivos por ser demasiado caros, no siempre respetan el medio ambiente y no existen "perspectivas a largo plazo" para el sector, señalan los auditores.
"Los biocarburantes se enfrentan a un camino incierto y plagado de escollos", avisa el Tribunal, que indica que la legislación y las prioridades de la UE en materia de biocombustibles han cambiado "con frecuencia", lo que hace al sector menos atractivo para la inversión.
La auditoría cita como ejemplo la aviación, un sector difícil de electrificar donde los biocombustibles podrían contribuir, y que según la legislación comunitaria vigente en 2030 debería de usar un 6% de combustibles de aviación sostenible (donde entran los biocarburantes), es decir, unas 2.76 millones de toneladas equivalentes de petróleo.
"Sin embargo, la capacidad de producción potencial en la UE apenas alcanza actualmente la décima parte de esa cantidad. Y aún no existe una hoja de ruta en el ámbito de la UE sobre cómo acelerar la producción, a diferencia de lo que ocurre en los Estados Unidos", subraya el informe.
El Tribunal de Cuentas también indica que "a menudo se sobrevaloran las ventajas medioambientales de los biocarburantes", en concreto en el caso de los que se obtienen de tierras de cultivo, y su producción podría acarrear deforestación y problemas para la biodiversidad, el suelo y el agua.
"Esto plantea, inevitablemente, cuestiones éticas sobre las prioridades relativas de los combustibles y los alimentos", subrayan los auditores, que también señalan cómo la UE ha aumentado sus importaciones y la dependencia de biomasa de países como China, Reino Unido, Malasia e Indonesia. EFE jaf/cat/nca