El huracán Beryl tocó tierra en Texas la madrugada del lunes como huracán de categoría 1.
Devastó la comunidad costera Matagorda, a unas 100 millas de Houston, con vientos de casi 80 mph.
La tormenta derribó la electricidad para más de 2.5 millones de hogares en Texas, inundando carreteras y dejando a los árboles caídos y otros escombros a su paso.
Aunque Beryl se debilitó tras tocar tierra y convertirse en depresión de tropical, su impacto inicial creó retrasos en todas las operaciones logísticas.
Transporte marítimo
La tormenta interrumpió los puertos de Texas a principios de semana.
Desde entonces, varios puertos reportan operaciones normales, con los esfuerzos de recuperación en marcha, según un reporte semanal de mercados de ITS Logistics.
Inicialmente, los Puertos de Brownsville, Corpus Christi y Galveston, que manejan carga como crudo, cerró el domingo, pero reanudaron operaciones después de que la tormenta pasó.
El Puerto de Houston fue el que tuvo un impacto más significativo; desde el miércoles, las autoridades horas más largas para mover los contenedores.
El Houston Ship Channel es una vía fluvial federal de 52 millas que presta servicios a ocho terminales públicas y a más de 200 privadas, dijo un portavoz de Houston Port.
Los cortes de electricidad y los daños de las instalaciones han tenido un impacto mayor en las operaciones portuarias.
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Carga aérea
Unos 1.700 vuelos fueron cancelados el lunes tanto en el Aeropuerto Intercontinental George Bush (IAH) como en William P. Aeropuerto de Hobby (HOU), interrumpiendo la carga aérea.
Los centros de carga también cerraron el lunes.
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Según los datos del aeropuerto de 2023, la IAH tramitó unas 523.569 toneladas de carga aérea, mientras que el HOU procesó 10.559 toneladas el año pasado.
La última milla
Las empresas de reparto de paquetes comentaron que las principales afectaciones se registraron en el sureste de Texas, particularmente en el área de Houston.
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UPS, por su parte, también confirmó que tuvo retrasos.