París, (EFE).- El mundo puede alcanzar el objetivo de "cero emisiones" en el sector de la energía en 2050, triplicando para 2030, entre otras estrategias, la capacidad de producción de energías renovables aunque hace falta más ambición política y cooperación, afirmó la Agencia Internacional de la Energía (AIE).
La AIE publicó este martes una actualización de su hoja de ruta de 2021 para alcanzar las "cero emisiones" a mediados de siglo y limitar el aumento global de temperaturas a 1,5 grados, en el que considera que los avances de los dos últimos años permiten ver que ambos objetivos son posibles.
Para ello se centra en unas pocas estrategias: triplicar para 2030 la capacidad de producción mundial de energías renovables; doblar el ritmo anual de aumento de las mejoras de eficiencia energética, un fuerte incremento de las ventas de vehículos eléctricos y de sistemas de bombas de calor y recortar en un 75% las emisiones de metano del sector energético.
Estas estrategias, que se basan en tecnologías que ya existen y que ya han demostrado su rentabilidad en el recorte de emisiones, supondrían por sí solas un desplome de más del 80% de las reducciones necesarias para el final de esta década, indica la AIE.
Las inversiones globales deben multiplicarse por 2.5 y pasar de 1.8 billones de dólares en 2023 a 4,5 billones a comienzos de la próxima década para mantener el ritmo de la reducción de emisiones, insiste la agencia.
El documento destaca que el "crecimiento récord" de la capacidad de generación en energía solar y en las ventas de vehículos eléctricos "están en línea", igual que los planes industriales para aumento de la producción con el camino hacia la neutralidad de emisiones para la mitad del siglo.
Sin embargo, insiste en que "es necesaria una acción más ambiciosa en esta década".
El informe constata que con este escenario "no son necesarios" nuevos proyectos a largo plazo para la producción de petróleo, gas natural, minas de carbón o plantas eléctricas alimentadas por carbón que no capturen sus emisiones.
Aún así, reconoce que la inversión deberá continuar en algunos proyectos existentes o ya aprobados de gas y petróleo para asegurar una secuenciación adecuada entre el incremento de la producción de las renovables y el declive de las energías fósiles sin generar problemas de suministro ni tensión en los precios.
El documento advierte de que si el mundo no logra expandir con la rapidez suficiente las energías limpias para 2030 habrá que retirar de la atmósfera cerca de 5.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año durante la segunda mitad de este siglo para asegurar que el aumento de temperaturas no supera los 1.5 grados.
EFE rcf/lmpg/may
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