Los precios y los retrasos de las piezas electrónicas podrían extenderse hasta 2023, detalló un reporte publicado por el CSCMP's Supply Chain Quarterly.
Según la firma analista de la industria electrónica Supplyframe, las condiciones estrictas en las cadenas de suministro globales para piezas y componentes electrónicos continuarán hasta bien entrado ese año a medida que los compradores experimenten desafíos "sombríos", como suministros bajos y costos altos.
La compañía con sede en California dijo que los continuos desafíos a principios de este trimestre sugieren que solo habrá focos de alivio durante el resto de 2022 y hasta 2023 para muchos productos básicos.
Además, los impactos incluirán escasez de aditivos y materias primas para resinas y costos crecientes de combustibles y metales.
También se prevén desafíos relacionados con la asequibilidad y disponibilidad de mano de obra y capacidad de carga.
¿Qué ocasionó la escasez de partes electrónicas?
El CEO y fundador de la marca, Steve Flagg, dijo en un comunicado que la incertidumbre geopolítica y los impactos de gran alcance de la invasión rusa de Ucrania continúan causando estragos y poniendo a prueba las cadenas de suministro de esa industria.
Enlistó además a la inflación global persistente y los brotes recurrentes de Covid-19 como otros de los factores que ocasionan dicha crisis.
La plataforma Commodity IQ de la empresa predijo que el 85% de las dimensiones de precios aumentarán y el 83% de los plazos en tiempo de entrega se extenderán a medida que avanza este trimestre.
El mismo pronóstico se extiende hasta el próximo año, ya que es probable que los precios aumenten y más del 70 % de los plazos de entrega aumentarán hasta el primer trimestre de 2023.
Eso afectará a artículos como semiconductores complejos analógicos (ASIC, MCU, MPU, PLD), flash memoria, condensador no cerámico, resistencia y dispositivos lógicos estándar, detalló la firma.
En el mismo comunicado, Richard Barnett, Director de Marketing y líder de ventas de SaaS en la marca puntualizó que “las erupciones sostenidas de Covid-19 en dos tercios de las provincias chinas y en otras partes de Asia están provocando cierres ordenados por el gobierno y estrictos protocolos de contención”.
Esa situación crea más limitaciones laborales, agotando el suministro e introduciendo nuevas interrupciones en la cadena de suministro, abundó.
La falta de semiconductores
El reporte señaló que la crisis de los microchips sigue imparable.
“Los tiempos de espera para las entregas de semiconductores volvieron a aumentar durante el pasado febrero, una señal de que la escasez continúa atormentando a los compradores de chips en una amplia gama de industrias”, abundó el texto.
Los plazos de entrega, según un estudio de Susquehanna Financial Group, aumentaron el mes pasado tres días hasta llegar a las 26.2 semanas.
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En enero, el mismo grupo informó de que los retrasos se estaban acortando, lo que representó en su momento la primera señal de mejora desde 2019.
No obstante, la tendencia se ha roto.
Piezas esenciales en la manufactura de productos electrónicos
Sin embargo, hay una “buena noticia”: aunque los tiempos de entrega han vuelto a aumentar, no lo han hecho tan rápido como durante gran parte de 2021, cuando la crisis vivió sus momentos más duros.
Aunque algunos sectores se han visto más afectados que otros: los plazos de entrega de los microcontroladores alcanzaron un máximo de 35.7 semanas en febrero y también aumentaron en una semana y media para los componentes de gestión de energía.
Ambos son piezas esenciales de muchos productos electrónicos, incluidos los componentes de los coches.
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Del lado de la escasez mundial de semiconductores, ésta comenzó en el primer semestre de 2020, impulsada por la demanda de tecnología de consumo y vehículos provocada por la pandemia de coronavirus.
La escasez de chips ha frenado la producción de todo tipo de productos, desde teléfonos inteligentes hasta automóviles, lo que ha provocado una pérdida de ingresos de miles de millones y ha contribuido a la inflación al aumentar los costes de producción.
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