En los últimos cuatro meses, de diciembre de 2024 a abril de 2025, el sector del transporte y la logística en Estados Unidos ha enfrentado una oleada de quiebras y solicitudes de protección bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras. Este fenómeno, impulsado por una combinación de factores económicos y operativos, ha dejado en evidencia las fragilidades de una industria que ya venía lidiando con los efectos de la “Gran Recesión del Transporte de Carga” desde 2022.
En ruta al Capítulo 11
Star Transportation PA, empresa con sede en Miami, Florida, y cinco filiales, se declararon en bancarrota en noviembre de 2024. La compañía enfrentaba problemas financieros significativos, incluyendo deudas sustanciales y demandas laborales por la presunta clasificación incorrecta de empleados como contratistas independientes en lugar de empleados, violando la Ley de Normas Laborales Justas (Fair Labor Standards Act).
KAL Freight se acogió el 5 de diciembre al Capítulo 11 para liquidar sus filiales en crisis y reestructurar su negocio principal. La importante empresa de transporte y logística, con sede en Fontana, California, presentó su solicitud tras incumplir con sus deudas con unos 10 prestamistas.
Con 70 unidades y 75 conductores, Mighty Move Transportation, de Illinois, también inició un proceso obligado de bancarrota ante las autoridades locales.
Las pérdidas avanzan
Por otro lado, aunque no ha solicitado un proceso de bancarrota oficial ante el gobierno, LTI Trucking Services que declara tener una flota de 300 tractores y 575 tráileres reconoció estar en problemas financieros y antes de cesar actividades, busca una salida digna para sus trabajadores.
Especializado en el transporte de mercancías refrigeradas y sus clientes incluían grandes compañías como Nestlé, Hershey's y Dr. Pepper, el negocio ha visto crecer sus pérdidas, tanto como por los altos costos de la gasolina y las primas de seguro que se fueron por los cielos, hasta los bancos dejaron de prestarles dinero. Por eso, la compañía ya pidió a sus camioneros regresar el centro de operaciones para que se les liquiden las deudas que se tienen con ellos.
Best Choice Trucking, con sede en Dedham, Massachusetts, presentó su solicitud de quiebra el 7 de abril de 2025, con el objetivo de reorganizar sus deudas, que incluyen un gran volumen de financiamiento para vehículos. De acuerdo con los reportes periodísticos, esta compañía ofrecía servicios de carga completa, última milla y traslado de productos peligrosos, y contaba con sólo nueve conductores y mismo número de unidades. A pesar de ello, no pudo cumplir con sus compromisos
Mucho más modesta en tamaño, Best Logistics Inc, con sede en Memphis, Tennessee, presentó su solicitud de quiebra el 7 de abril de 2025 bajo el Subcapítulo V del Capítulo 11. Reportó activos de 50,000 dólares, mientras que sus deudas están entre los 50,000 y 100,000 dólares, con las autoridades fiscales locales y federales como principales acreedoras y pagos pendientes desde 2014.
C&C Freight Network, especializada en transporte y logística también presentó su solicitud de quiebra el 7 de abril de 2025 para reorganizar sus deudas. Reportó activos entre 100,000 y 500,000 mil dólares y deudas de entre 1 millón y 10 millones de dólares. El deudor indicó que no hay fondos disponibles para distribuir a sus acreedores no garantizados, lo que indica una situación financiera crítica.
Estas quiebras reflejan una tendencia más amplia en la industria, donde, según datos del medio especializado Freight Caviar, unas 88,000 empresas de transporte y 8,000 firmas de corretaje de carga cerraron en EU en 2023, y en la primera mitad de 2024. De hecho, la Asociación Federal de Transportistas (FMCSA, por sus siglas en inglés) muestran que la industria tuvo una pérdida neta de alrededor de 10,000 transportistas en la primera mitad de 2024.
¿Qué está pasando?
La razón detrás de estas quiebras es multifactorial y está profundamente vinculada con los desafíos económicos y operativos que enfrenta el sector, según diversos informes y expertos:
Sobrecapacidad y caída de tarifas. Desde 2022, el sector ha experimentado una sobrecapacidad debido a la expansión de flotas durante un breve auge previo, seguida de una caída en la demanda. Esto ha resultado en una competencia feroz y una reducción drástica de las tarifas de carga, lo que ha comprimido los márgenes de ganancia.
Costos operativos elevados. Los costos de mano de obra, combustible y seguros han aumentado significativamente, mientras que la inflación ha elevado los costos operativos generales. Las empresas han enfrentado dificultades para cubrir gastos como salarios, mantenimiento de vehículos y seguros, especialmente con tasas de rechazo de ofertas de carga bajas, lo que indica aceptación de tarifas reducidas para mantenerse operando.
Aumento de la deuda y tasas de interés. Muchas empresas han acumulado deudas sustanciales, y el aumento de las tasas de interés ha hecho más difícil refinanciar o gestionar estas obligaciones. Según S&P Global, las bancarrotas corporativas en EEUU alcanzaron en 2024 su máximo en 14 años.
Disminución de la demanda. La demanda por servicios de transporte y logística ha disminuido, afectada por cambios en el comportamiento del consumidor y la incertidumbre económica global. Según medios especializados de la Unión Americana, empresas como SBB Shipping han citado una disminución en la demanda de servicios de envío como un factor que ha contribuido.
Desafíos postpandemia. El Covid-19 dejó secuelas en la cadena de suministro, incluyendo escasez de conductores, problemas de distribución y una lenta recuperación del mercado. Situación en México
Situación en México
En contraste con Estados Unidos, no hay informes recientes que indiquen que empresas de logística en México hayan declarado quiebra o solicitado protección similar en 2025. Sin embargo, esto no significa que el sector esté exento de desafíos.
Dado el alto grado de integración económica entre México y Estados Unidos, especialmente en la zona fronteriza, las empresas mexicanas también están expuestas a las mismas presiones globales, como la inflación, la volatilidad en la demanda y los aumentos en los costos operativos. Según el Pulsómetro Logístico 2025, los costos logísticos representan hasta un 18.8% de los recursos de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) en México, lo que las hace particularmente vulnerables a las fluctuaciones económicas.
Expertos como Luis Gómezchico de Alvarez & Marsal han señalado que las empresas mexicanas deben adaptarse rápidamente a las nuevas dinámicas del mercado para evitar problemas financieros, especialmente ante la incertidumbre comercial generada por las políticas arancelarias de Estados Unidos. Además, la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP) ha destacado que las nuevas estructuras de costos y la incertidumbre comercial están afectando a fabricantes, transportistas y distribuidores en México, según su reporte más reciente.
Según Amy Quackenboss, directora ejecutiva de la American Bankruptcy Institute, el aumento en las bancarrotas refleja “los crecientes desafíos económicos enfrentados por consumidores y empresas”, incluyendo tasas de interés altas, inflación y cambios en el gasto postpandemia. En México, la falta de reportes de quiebras podría indicar una resiliencia relativa, pero los expertos advierten que la situación podría cambiar si persisten las tensiones comerciales.