A medida que los contenedores cruzan los océanos para entregar carga, sus enormes motores diesel emiten grandes cantidades de contaminantes.
- Se estima que el transporte marítimo representa casi el 3% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono y los impactos negativos de la industria en la calidad del aire causan unas 100.000 muertes prematuras cada año.
Descarbonizar el transporte marítimo para reducir estos efectos perjudiciales es un objetivo de la Organización Marítima Internacional.
Una solución potencial es cambiar la flota mundial de combustibles fósiles a combustibles sostenibles como el amoníaco. Pero en un nuevo estudio, un equipo interdisciplinario de investigadores del MIT y otros centros advierten que la quema de amoníaco para combustible marítimo podría empeorar aún más la calidad del aire.
La combustión de amoníaco genera óxido nitroso (N 2 O), un gas de efecto invernadero que es unas 300 veces más potente que el dióxido de carbono.
También emite nitrógeno en forma de óxidos de nitrógeno (NO y NO 2, conocido como NO x) y eventualmente forma partículas finas en la atmósfera. Dichas diminutas partículas pueden ser inhaladas y alojarse en los pulmones, causando problemas de salud como ataques cardíacos, derrames cerebrales y asma.
- El nuevo estudio indica que, bajo la legislación actual, cambiar la flota global por combustible de amoníaco podría causar hasta unos 600 mil muertes prematuras adicionales cada año.
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Amoníaco más limpio
Tradicionalmente, el amoníaco se hace despojándose de hidrógeno del gas natural y luego combinándolo con nitrógeno a temperaturas extremadamente altas. Este proceso se asocia a menudo con una gran huella de carbono, detalló el estudio.
La industria del transporte marítimo está apostando por el desarrollo de amoníaco verde, que se produce mediante el uso de energía renovable para fabricar hidrógeno a través de la electrólisis y para generar calor.
En teoría, si estás quemando amoníaco verde en un motor de barco, las emisiones de carbono son casi nulas, explicó Anthony Wong, investigador con postdoctorado del Centro de Ciencias del Cambio Global del MIT y autor principal del estudio.
- Pero incluso el amoníaco más verde genera óxido nitroso (N 2 O) y óxidos de nitrógeno (NO x) cuando se quema.
Este óxido nitroso escaparía a la atmósfera, donde permanecería por más de 100 años.
Decir que el amoníaco es un combustible limpio es un poco forzado. El hecho de que no sea libre de carbono no significa necesariamente que es limpio y bueno para la salud pública, dijo Wong.
Un modelo polifacético
Los investigadores diseñaron escenarios para medir cómo los impactos de los contaminantes cambian bajo ciertas tecnologías. Desde el punto de vista tecnológico, consideraban dos motores de buques.
El primero quema amoníaco puro, que genera niveles más altos de amoníaco sin quemar pero emite menos óxidos de nitrógeno.
La segunda tecnología del motor consiste en mezclar amoníaco con hidrógeno para mejorar la combustión y optimizar el rendimiento de un convertidor catalítico, que controla tanto los óxidos de nitrógeno como la contaminación por amoníaco sin quemar.
También consideraron tres escenarios políticos:
- Las regulaciones actuales, que sólo limitan las emisiones de NO x en algunas partes del mundo
- Un escenario que añade límites de emisiones de amoníaco sobre América del Norte y Europa Occidental
- Uno más que añade límites globales al amoníaco y NO x emisiones.
Uno de los mayores desafíos de la investigación vino de la falta de datos del mundo real, ya que ningún barco impulsado por amoníaco navega por los mares.
En cambio, los investigadores se basaron en datos experimentales de combustión de amoníaco de colaboradores para construir su modelo.
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Una advertencia a tiempo
Al final, descubrieron que sin nuevas regulaciones y motores de barcos que quemen puro amoníaco, cambiar toda la flota causaría 681.000 muertes prematuras adicionales cada año.
Si bien un escenario sin nuevas regulaciones no es muy realista, sirve como una buena advertencia de lo peligrosas que podrían ser las emisiones de amoníaco.
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