Países de la Unión Europea reclamaron más protagonismo de los Veintisiete en la Agencia Europea de Seguridad Marítima (EMSA, por sus siglas en inglés).
El Consejo de la UE (los países) tendrá aún que negociar la normativa definitiva con el Parlamento Europeo, con asistencia de la Comisión Europea.
El organismo presentó una propuesta de revisión en junio de 2023 dentro de un amplio paquete de seguridad marítima, detallaron cables de la agencia EFE.
Aunque la seguridad marítima en las aguas de la UE es actualmente muy alta, con pocas muertes y sin derrames de petróleo importantes recientemente, todavía se registran "más de 2.000 accidentes e incidentes marítimos cada año", recordó el Consejo.
Las nuevas normas, una vez adoptadas, equiparán a la UE con "herramientas modernas para apoyar una navegación más limpia y segura", según el Consejo.
Se espera que la EMSA desempeñe un "papel destacado" en la implementación de los nuevos requisitos.
De ese modo, reforzará sus competencias en materia de prevención y respuesta a la contaminación, descarbonización, digitalización y vigilancia.
Por un transporte marítimo más sostenible
Los Veintisiete reclaman que se tengan en cuenta las implicaciones financieras de las nuevas tareas y piden fortalecer "el peso de los Estados miembros en el consejo de administración" de EMSA.
También exigen garantizar "la adecuada participación de este en la toma de decisiones", entre otros puntos.
"La decisión establece las bases para un transporte marítimo más sostenible, seguro y limpio”, dijo en un comunicado el ministro belga de Justicia y del mar del Norte, Paul Van Tigchelt.
Añadió que se trata de proporcionar un marco sólido “y a prueba de futuro para la asistencia de la Agencia Europea de Seguridad Marítima a los Estados miembros y a la Comisión Europea".
Así abordarán eficazmente las necesidades cambiantes del sector marítimo".
Con el 75 % del comercio exterior de la UE movido por mar, el transporte marítimo "no solo es la arteria de una economía globalizada, sino también una línea de vida para las islas de la UE y las regiones marítimas periféricas y remotas", subrayó el Consejo.
La Comisión Europea pidió paciencia a las naciones que pidieron la revisión urgente del nuevo sistema ETS.
"Llevamos solamente cinco meses aplicando el ETS" en su versión actualizada y "puede ser demasiado pronto para llegar a conclusiones", dijo la directora genera del Transportes de la Comisión Europea, Magda Kopczynska, en un debate de ministros de Transportes de los países de la Unión Europea celebrado en Luxemburgo.
Terceros puertos podrían resultar favorecidos
En ese foro, los Veintisiete advirtieron del peligro de que las tasas climáticas aplicadas en los puertos europeos favorezcan que los mercantes desvíen sus buques a embarcaderos de países como Argelia, Marruecos o el Reino Unido.
Esos países no gravan las emisiones de CO2.
"Es un tema recurrente, delicado y crucial. No hay que llegar tarde", dijo el representante italiano, Stefano Verrecchia, quien abogó por "acciones más eficaces" que las previstas en la normativa.
En tanto, el ministro griego, Christos Staikouras, subrayó que "afecta a toda la economía" de la UE, no sólo a los países con puertos de mar.
Por su parte, el secretario de Estado portugués del ramo, Hugo Espírito Santo, señaló que la normativa "favorece a los puertos de países terceros".
Se refirió especialmente a los de tránsito del norte de África.
"Es crucial para mantener la competitividad" del transporte marítimo comunitario, dijo, por su parte, la responsable lituana, Loreta Maskaliovien.
Las embarcaciones que cubren rutas dentro de la Unión Europea deben pagar el 100% del CO2 emitido, según el precio de mercado que proyecte el Sistema de Comercio de Derechos de Emisión (ETS).
Además, los que llegan a la UE desde otras jurisdicciones deben pagar el 50%.