El sector logístico global se prepara para un 2025 lleno de cambios, donde la capacidad de adaptación será clave. Según el Informe Global de Transporte y Logística 2024-2025, las empresas enfrentan un panorama mixto: por un lado, crecen las oportunidades en infraestructura y tecnología; por otro, aumentan las presiones regulatorias y los riesgos climáticos.
Las modificaciones regulatorias
Uno de los hallazgos más relevantes es que más de la mitad (53%) de los 400 ejecutivos de alto nivel en América del Norte, Europa, Asia-Pacífico y América Latina consultados, considera que los cambios regulatorios son su principal desafío.
Normas más estrictas en temas ambientales, seguridad y comercio internacional están obligando a las empresas a reinventar sus operaciones. Esto es especialmente relevante para compañías con presencia en múltiples países, donde las reglas pueden variar significativamente.
Sin embargo, no todo son obstáculos. El reporte de la empresa Willis Towers Watson señala que la inversión en infraestructura es vista como la mayor oportunidad, con un 57% de los ejecutivos destacándola como clave para el crecimiento y el logro de la transición energética. La tecnología también juega un papel central, ya que más de la mitad de las empresas la ven como una herramienta clave para mejorar la eficiencia y reducir riesgos.
Comercio global, en tensión
En América Latina, incluido México, las tensiones comerciales generan preocupación. Un 75% de los ejecutivos en la región las identifican como un riesgo importante, debido a su potencial para encarecer operaciones y complicar las cadenas de suministro. A esto se suman los desafíos climáticos, como sequías o huracanes, que pueden interrumpir las rutas de transporte y afectar la entrega de mercancías.
Un dato alarmante es que solo 33% de las empresas cuenta con seguros completos para cubrir pérdidas por eventos climáticos extremos. Esto deja a gran parte del sector expuesto a pérdidas financieras significativas, especialmente en regiones con alta vulnerabilidad a fenómenos naturales.
Por último, la sostenibilidad ya no es sólo un tema de imagen; se ha convertido en un requisito para acceder a financiamiento. Un 61% de los ejecutivos reconoce que su estrategia ambiental es crítica para el futuro de sus negocios, aunque muchos aún luchan por encontrar soluciones prácticas y accesibles para reducir emisiones.
En resumen, las empresas logísticas que quieran prosperar en 2025 deberán encontrar un equilibrio entre innovación, cumplimiento normativo y gestión de riesgos. Quienes logren adaptarse a este escenario complejo tendrán una ventaja competitiva en un mercado cada vez más demandante.