La limitada infraestructura de carga, los altos costos iniciales y la falta de políticas públicas que rodea a la industria de camiones eléctricos no limita su adopción paulatina en actividades logísticas, especialmente en la industria de alimentos.
Varias son las empresas que han aumentado la participación de este tipo de unidades en sus flotillas de carga y para reparto. Grupo Bimbo, por ejemplo, tenía 4,283 vehículos eléctricos en las siete regiones en las que tenía presencia hasta 2024.
De esta cantidad, 1,779 unidades fueron adquiridas el año pasado, según indicó la empresa de panificación más grande del mundo en su último informe anual en el que asegura ser “la compañía con la flotilla eléctrica más grande de América Latina”.
De acuerdo con el documento, México tiene 3,751 que representa el 87.6% de su flotilla global de vehículos eléctricos y el 94% de la flota de la región, que ascendía a 3,999 vehículos.
Cinco camiones eléctricos para operaciones sostenibles
Unilever de México es otra de las compañías que recientemente han anunciado avances en la adopción de vehículos eléctricos para transporte de carga.
A través de un comunicado, la compañía -que a inicios de mayo anunció una inversión de 30,000 millones de dólares para México- informó sobre la puesta en marcha de su primera flota de tractocamiones eléctricos, dedicada a las operaciones logísticas en el Valle de México.
Se trata de cinco tractocamiones eléctricos de carga pesada para mover 300 toneladas de producto terminado al día, cada uno equipado con cajas secas de 53 pies.
Una flotilla eléctrica más robusta
Las unidades operarán desde un hub de recarga, el cual tiene cargadores de hasta 600 KW que permiten la carga simultánea de hasta 12 tractocamiones.
Las unidades fueron suministradas por Deléctrico, empresa especializada en soluciones de electromovilidad que pertenece a Transportes Marva, socio estratégico de Unilever que proveerá de otras 20 unidades de este tipo en el corto plazo, según reportes de medios especializados.
Según el documento, estas cinco primeras unidades de carga eléctricas forman parte de la estrategia global de la compañía por alcanzar cero emisiones netas en toda su cadena de valor para 2039.
El beneficio ambiental de renovar la flota
Aunque la logística representa solo 3% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de Unilever, 90% de esa cifra proviene del transporte por carretera.
Por ello, cita el documento, la transformación de esta área es una prioridad dentro de la estrategia climática global de la compañía que considera la descarbonización de cada eslabón de la cadena de valor.
“Esta flota de movilidad eléctrica representa un paso tangible hacia ese objetivo, al combinar innovación tecnológica con soluciones energéticas limpias que reducen nuestro impacto ambiental”, comentó Regina Montes, directora de Operaciones de Unilever de México.
A nivel global, Unilever explora tecnologías complementarias como la captura de carbono, así como el uso de unidades impulsadas por hidrógeno.
México como parte de la estrategia
Unilever está presente en México desde los años sesenta y tiene más de 7,000 personas en cuatro plantas de producción: Civac, Lerma, Talismán y Tultitlán; así como en un Centro de Distribución y en sus oficinas corporativas de la Ciudad de México.
A nivel país, la empresa se enfoca en las unidades de negocio de belleza y bienestar, cuidado personal y alimentos, a través de marcas como Knorr, Dove, Rexona, entre otras.
Con la suma de estas cinco unidades suministradas por Transporte Marva, Unilever de México se sumó a mercados como Países Bajos, Arabia Saudita y Turquía, en donde ya ha incluido vehículos eléctricos de carga como parte de las soluciones para reducir la huella de carbono en logística.