La solicitud de la Ley de Chips 2.0 por parte de las empresas de semiconductores en Europa y el potencial de África para diversificar la industria global de semiconductores presentan varios puntos de conexión importantes. Ambos enfoques buscan fortalecer la resiliencia y la competitividad de la cadena de suministro de semiconductores, abordando desafíos comunes y aprovechando oportunidades únicas.
Contexto y necesidad de diversificación
La Ley de Chips original, que entró en vigor en septiembre de 2023, tenía como objetivo aumentar la competitividad y la resiliencia de Europa en tecnologías de semiconductores.
Datos de la Comisión Europea señala que con una inversión de más de 43,000 millones de euros en fondos públicos y privados, la ley buscaba movilizar recursos para la investigación, el desarrollo y la producción de semiconductores en Europa.
Sin embargo, la industria ha identificado la necesidad de una actualización para abordar los desafíos actuales y futuros, como la escasez global de semiconductores y las tensiones geopolíticas.
Por otro lado, el artículo del Foro Económico Mundial destaca el potencial de África para diversificar la industria global de semiconductores. El primer aspecto que destaca es que África es rica en minerales críticos para la producción de semiconductores, como el cobalto y el tantalio
Desarrollar instalaciones locales de semiconductores permitiría a los países africanos capturar más valor de sus recursos naturales y contribuir a la resiliencia global de la cadena de suministro.
Propuestas y objetivos comunes
Las empresas de semiconductores en Europa proponen varias mejoras clave en la Ley de Chips 2.0:
- Aumento de la Producción Local: Incrementar la capacidad de producción de semiconductores en Europa para reducir la dependencia de proveedores externos.
- Incentivos a la Innovación: Fomentar la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas de semiconductores, incluyendo nodos de hasta 2 nanómetros.
- Mejora de la Resiliencia: Establecer medidas para anticiparse y responder rápidamente a futuras interrupciones en la cadena de suministro.
- Colaboración Internacional: Fortalecer la cooperación con socios internacionales para asegurar un suministro estable y diversificado de semiconductores.
De manera similar, el artículo del Foro Económico Mundial sugiere que África necesita inversiones en capacitación e infraestructura para emerger como un actor competitivo en la fabricación avanzada
Esto incluye:
- Desarrollo de Capacidades Locales: Invertir en instalaciones de producción y capacitación para aprovechar los recursos naturales de África
- Fomento de la Innovación: Apoyar la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas en el continente.
- Mejora de la Resiliencia: Implementar medidas para asegurar la continuidad de la producción ante interrupciones globales.
- Colaboración Internacional: Establecer alianzas con otros países y regiones para diversificar la cadena de suministro global
Impacto económico y crecimiento
La implementación de la Ley de Chips 2.0 en Europa y el desarrollo de la industria de semiconductores en África podrían tener impactos significativos en sus respectivas economías. Se espera que ambas iniciativas:
- Aumenten la Competitividad: Al fortalecer la capacidad de producción y la innovación, Europa y África podrían aumentar sus cuotas de mercado global de semiconductores
- Reduzcan la Dependencia Externa: Con una mayor producción local, ambas regiones serían menos vulnerables a las interrupciones en la cadena de suministro global
- Fomenten el Crecimiento Económico: Las inversiones en el sector de semiconductores podrían generar miles de empleos y estimular el crecimiento económico en Europa y África
Reacciones de la industria
Las reacciones de las empresas de semiconductores han sido mayoritariamente positivas. La European Semiconductor Industry Association (ESIA) ha expresado su apoyo a la Ley de Chips 2.0, destacando la importancia de una estrategia clara y coherente para asegurar el éxito de la industria en Europa.
De manera similar, los líderes de la industria en África han mostrado interés en desarrollar capacidades locales y establecer alianzas internacionales para fortalecer su posición en el mercado global.
Tanto la solicitud de la Ley de Chips 2.0 en la UE como el potencial de África para diversificar la industria de semiconductores comparten objetivos comunes de resiliencia, producción local, inversión en innovación y crecimiento económico. La colaboración entre Europa y África en estos esfuerzos podría ser beneficiosa para la industria global de semiconductores, asegurando un futuro más resiliente y competitivo para la tecnología avanzada.