En un entorno de transformación digital acelerada, la nube híbrida se ha consolidado como un habilitador clave para las empresas logísticas. Su capacidad para combinar la infraestructura local con servicios avanzados en la nube pública permite a las organizaciones ser más ágiles, eficientes y escalables.
Sin embargo, con esta evolución tecnológica surgen nuevos desafíos, especialmente en materia de ciberseguridad.
Al trasladar procesos, datos y aplicaciones hacia entornos interconectados, las compañías deben replantear su enfoque tradicional de protección.
Ya no basta con proteger el perímetro de un centro de datos físico. Hoy se requiere una estrategia más sofisticada y dinámica, que contemple los múltiples puntos de entrada y tránsito de información.
“La nube no es un entorno seguro por defecto. De hecho, suele ser lo contrario. Por eso hay que asumir que todo es potencialmente riesgoso y construir controles alrededor de esa idea”, afirma Alfonso León, Country Manager de Nubiral en México.
En entrevista con The Logistics World, el especialista explicó que uno de los marcos más efectivos en este nuevo paradigma es el llamado Zero Trust, o “confianza cero”.
Este modelo implica que ninguna interacción, usuario o sistema es confiable hasta que se demuestre lo contrario.
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A continuación, León comparte los principales factores de ciberseguridad que las empresas deben tomar en cuenta al implementar un entorno de nube híbrida.
6 principios de ciberseguridad para una nube híbrida segura
- Zero Trust
El principio fundamental del enfoque Zero Trust es “no confíes en nada”. Esto significa no asumir que los sistemas internos o las conexiones a la nube son seguras solo por estar dentro del ecosistema corporativo.
“Partimos de la base de que nada es confiable y entonces empezamos a verificar todo”, explica León. Este marco obliga a las organizaciones a validar constantemente cada acceso, transacción o actividad.

- Implementar verificación continua y autenticación multifactor
Para reducir el riesgo de accesos no autorizados, es esencial utilizar mecanismos de autenticación robustos. La autenticación multifactor (MFA), que exige una segunda verificación (como un código enviado al celular) además de la contraseña, es una de las prácticas más recomendadas.
“Estar monitoreando cada vez que un usuario se conecta es básico hoy. No basta con un solo factor de autenticación”, advierte el especialista.
- Revisar y limitar los privilegios de los usuarios
Una de las vulnerabilidades más comunes es la concesión excesiva de privilegios. En muchos casos, los usuarios tienen acceso a funciones o datos que no necesitan, lo que incrementa el riesgo de errores o abusos.
“Hay empresas donde cualquier usuario puede borrar las bases de datos. Eso es inaceptable. Hay que definir claramente hasta dónde puede llegar cada perfil”, enfatiza León.
- Segmentar la red y limitar los accesos externos
Estar en la nube implica estar conectado a internet, lo que abre nuevas puertas para posibles ataques. Por eso, se deben establecer límites claros sobre qué recursos pueden comunicarse entre sí. La segmentación de red permite crear “fronteras internas” que reducen el movimiento lateral de amenazas.
“Hay veces que un usuario se puede loguear a cualquier sitio fuera de la empresa. Puede que no necesitemos eso, o incluso que no lo queramos. Controlar el alcance de cada conexión es indispensable”, apunta León.
- Monitorear constantemente la actividad en la red
El monitoreo continuo permite detectar patrones inusuales o comportamientos anómalos que podrían indicar un intento de intrusión. Existen herramientas accesibles que permiten establecer alertas, reportes y acciones automáticas ante ciertos eventos.
“Implementar mecanismos de control, aunque sean simples, ya te da una guía para tomar decisiones correctivas y mantener el entorno seguro”, señala el experto.
- Crear una cultura de validación permanente
La seguridad en la nube no es un proyecto único, sino un proceso continuo. Validar sistemas, revisar configuraciones y actualizar políticas debe ser parte del trabajo diario del equipo de tecnología.
“La recomendación es: validar todo, no dar por hecho que todo está bien. Todo lo contrario. Esa es la única forma de mantener un entorno verdaderamente seguro”, concluye León.

La ciberseguridad como pilar de la estrategia híbrida
Adoptar la nube híbrida trae consigo múltiples beneficios operativos, pero también una responsabilidad creciente en términos de protección digital. En sectores como la logística, donde la información fluye constantemente entre múltiples actores y plataformas, los riesgos de exposición aumentan significativamente.
La implementación de marcos como Zero Trust, junto con buenas prácticas de monitoreo, segmentación y control de accesos, permite a las empresas reducir esos riesgos sin frenar su transformación digital.
Más que una barrera, la ciberseguridad se convierte en un habilitador: permite innovar con confianza y escalar sin comprometer la integridad de los datos o la continuidad del negocio.
A medida que el sector logístico mexicano avanza en la adopción de tecnologías avanzadas, integrar la seguridad como eje transversal será clave para mantener la competitividad en un entorno cada vez más digital y expuesto.