A nivel mundial eventos como la pandemia de COVID-19 han amplificado y destacado las vulnerabilidades en las cadenas de suministro. Es por eso que en los últimos años cada vez más las empresas de distintos sectores han optado por estrategias mucho más localizadas.
Recientemente el concepto de nearshoring se hizo muy popular al enfocarse en la relocalización de cadenas de producción, es decir, acercarlas lo más posible al objetivo de comercialización. Si bien los efectos de este fenómeno en México apenas han comenzado a notarse, es necesario darle un nuevo enfoque para abarcar todas las necesidades de la red logística y de distribución.
- De acuerdo con el Balance Económico 2024 recientemente presentado por la Secretaría de Economía, para el segundo trimestre de este año México registró 31 mil 096 millones de dólares en inversión extranjera directa, casi 5 mil millones menos que en todo 2023.
Recientemente la firma KPMG presentó un estudio sobre cómo la proximidad se convierte en uno de los factores emergentes e impulsor para las cadenas de suministro de Estados Unidos.
En todo este contexto, destaca que el término nearshoring se ha limitado para referirse exclusivamente a la transferencia de operaciones de Asia a México, por lo que se propone el nuevo término llamado strategic shoring.
Se trata del "cambio en la huella geográfica de una cadena de suministro global, producto del traslado de ciertos eslabones de la producción hacia ubicaciones en el continente americano, como México, Centroamérica, América del Sur, Canadá e incluso Estados Unidos, con el fin de acercar los productos y servicios a los clientes estadounidenses".
La encuesta de KPMG fue aplicada a 250 ejecutivas y ejecutivos estadounidenses que, entre otras cosas, destacaron que las estructuras tradicionales se perciben como fráciles y requieren de una reforma que las vuelva mucho más resilientes, rentables y flexibles.
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Strategic shoring para optimizar las cadenas de suministro
De acuerdo con esta encuesta, cada vez más las organizaciones están creando sus rutas comerciales en las Américas, mismas que se enfocan en ser más dinámicas para reducir la dependencia de Estados Unidos y Canadá.
- El 81% de ejecutivos y ejecutivas señalaron que una vez que completen los ajustes que están en curso para sus cadenas de suministro, la mayoría estarán ubicadas en América.
Es decir, el 69% tendrán sede en el continente logrando un aumento de 10 puntos porcentuales de lo que se registra actualmente. Además, un 76% planea realizar los cambios en los próximos años, de 1 a 2 años.
Si bien los altos mandos esperan que Estados Unidos conserve la mayor parte de las operaciones durante los próximos 3 años, anticipan que Canadá y Brasil se posicionen entre las 4 principales ubicaciones. Esto en conjunto hará que México se consolide como el segundo país del continente con mayor presencia en las cadenas de suministro estadounidenses.
Respecto a los países de América que actualmente forman parte de las cadenas de suministro que abastecen a Estados Unidos, las y los ejecutivos encuestados apuntaron hacia una optimización de las rutas y disminuir el número medio de ubicaciones de 2.7 a 2.4 en los próximos 3 años.
Muchas de las organizaciones que participaron en este ejercicio estadístico afirman que planean instalarse en México, con un 36% que espera lograr presencia en este país en un promedio de tiempo de 3 años.
En este mismo sentido pero del otro lado de la moneda, el 62% tiene presencia en Estados Unidos pero solo 44% espera mantenerla dentro de 3 años. El 39% tiene presencia en Canadá pero el 30% pretende conservarla en los próximos 3 años.
Ahora ¿cuáles son los factores que deberían o que intervienen en las decisiones de una empresa para redirigir el rumbo hacia el strategic shoring?
- En primer lugar, cuestionar y reevaluar de manera continua los factores y suposiciones que impulsan las decisiones en cuando a cadena de suministro.
- De igual manera, es necesario aprovechar el poder de análisis de datos para obtener una imagen precisa de la oferta, la demanda y las variables que crean riesgo.
- En tercer lugar dejar que la estructura fiscal guíe las decisiones al seleccionar nuevos nodos de la cadena.
- Finalmente, forjar alianzas estratégicas con las partes interesadas, ya sea desde el nivel más alto de gobierno hasta los funcionarios electos de manera local.
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