La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó una propuesta de marco regulatorio para baterías fuera de uso provenientes de la electromovilidad en la región.
La iniciativa surge en el contexto del programa Ciudades inclusivas, sostenibles e inteligentes en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en América Latina y el Caribe.
Se trata de un programa ejecutado por la CEPAL en colaboración con la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ).
Es financiado por el Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) de Alemania.
El organismo destaca que cuando la capacidad de la batería baja del 70%-80% ya no se puede utilizar en transporte, pero puede reutilizarse (segunda vida) para almacenamiento de energía.
Puso como ejemplo el uso en una instalación de energía solar fotovoltaica, o reciclarse para extraer componentes valiosos.
Proveer información sobre las baterías
La propuesta establece requisitos para el ingreso, reciclaje o utilización en segunda vida de las baterías.
Su objetivo es garantizar una gestión adecuada de estos componentes clave de los vehículos eléctricos, en el marco de la responsabilidad extendida del productor.
Entre las medidas destacadas se encuentra la obligación de proveer información sobre las baterías.
El documento señala que esa información es esencial para el cumplimiento de las normas de seguridad, pero, al mismo tiempo, los datos detallados sobre las características de la batería y su composición química permiten reducir los costos de sistematizar los procesos de reciclaje o de utilización en segunda vida.
Reducir la extracción de recursos naturales
Según las intenciones de la Cepal, el marco regulatorio propuesto busca no sólo prevenir impactos ambientales negativos asociados con el mal manejo de las baterías usadas, sino también convertirlas en una valiosa fuente de materiales y energía.
A decir del texto, la intención final es reducir la extracción de recursos naturales mediante el reciclaje o la utilización en segunda vida.
En su apartado de discusiones de la propuesta la Cepal enfatiza que hay aspectos muy claros que una regulación debe abordar, como el de la seguridad.
Detalla que, en primer lugar, las baterías de vehículos eléctricos son residuos peligrosos y es deber de los países establecer marcos normativos que resguarden a sus ciudadanos y al medio ambiente de los peligros de estos residuos.
Las baterías fuera de uso quedan bajo esquemas de responsabilidad extendida del productor.
En segundo lugar, remarca, la mayor parte de los países también deben cumplir mandatos nacionales y/o internacionales respecto a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
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El precio de las baterías de segundo uso
Sobre la valorización de esos residuos, el texto indica que la principal incertidumbre surge respecto a la viabilidad económica de los negocios de baterías de segunda vida.
No existe consenso respecto a la posibilidad de alcanzar un precio competitivo en la venta de baterías usadas respecto al precio de una batería nueva, abunda el texto.
Algunas estimaciones apuntan que los costos podrían alcanzar hasta los 300 USD/Kwh frente a los 100 USD/Kwh del precio actual de las baterías nuevas (Sustrendlab-GIZ, 2022; RMI, 2023).
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Entre los factores que pueden influir en los costos de fabricación de baterías de segunda vida se encuentran:
- automatización en el proceso de desmantelamiento de las baterías
- variedad de tipos y químicas de baterías de vehículos eléctricos
- dificultad para identificar el estado de salud y el resto de la vida útil de la batería
- posibles normativas sobre certificación de las baterías de segunda vida
La propuesta también explica que la economía del reciclaje está asociada al volumen de materia prima.
Los recicladores de baterías deben asegurar un volumen lo suficientemente grande como para generar una escala significativa a corto plazo con potencial de crecimiento a largo plazo.
No obstante, también son negocios sujetos a incertidumbres, remarca el documento.
La volatilidad de los precios de las materias primas que constituyen su principal fuente de ingresos.
En los últimos años se han producido fuertes variaciones de precios de cobalto, níquel y litio.
Por otro lado, las baterías de los vehículos eléctricos están lejos del punto de estandarización.
Eso implica que los procesos de reciclaje pueden sufrir muchos cambios.
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El lado positivo es que hay muchos esfuerzos de investigación en tecnología e innovación para reducir los costos del reciclaje.