Los criterios ESG han ganado terreno en las empresas, pero existen ciertos puntos en contra que sus detractores insisten en resaltar.
- El problema fundamental que subyace en las críticas a los ESG es la falta de consideración adecuada de la licencia social.
Eso se refiere a la percepción de las partes interesadas de que una empresa o industria está actuando de una manera justa, apropiada y merecedora de confianza.
En un texto anterior analizamos las cuatro principales objeciones hacia los criterios ESG, según un reporte de la consultora global McKinsey.
Valor a largo plazo
El texto detalló que se ha convertido en dogma afirmar que las empresas existen para crear valor a largo plazo.
Si una empresa hace algo para destruir el valor (por ejemplo, asigna incorrectamente recursos en "señales de virtud" o trata de medir con precisión lo que solo se puede estimar de manera imperfecta, al menos hasta la fecha, a través de puntajes externos), esperaríamos que las críticas de ESG podría resonar, particularmente cuando uno está aplicando una lente de creación de valor a largo plazo”, señalaron los autores del texto.
Lo que algunos críticos pasan por alto es que una condición previa para mantener el valor a largo plazo es administrar y abordar las externalidades masivas que cambian el paradigma.
Las empresas pueden realizar sus operaciones de una manera aparentemente racional, aspirar a generar rendimientos trimestre a trimestre y determinar su estrategia en un lapso de cinco o más años.
Pero si asumen que el caso base no incluye la erosión de la licencia social al no tener en cuenta las externalidades, sus pronósticos, y de hecho, sus estrategias centrales, pueden no ser alcanzables en absoluto.
Respuesta a los críticos de los criterios ESG
En medio de una maraña de métricas, estimaciones, objetivos y puntos de referencia, los gerentes pueden pasar por alto el objetivo principal de por qué están midiendo: para garantizar que su negocio perdure, con el apoyo de la sociedad, de una manera sostenible y ambientalmente viable.
En consecuencia, las respuestas a los críticos de ESG se unen en tres puntos clave.
1. Las externalidades están aumentando
Las acciones de la empresa pueden tener consecuencias significativas para las personas que no están directamente involucradas con la empresa.
Las externalidades como las emisiones de GEI de una empresa, los efectos en los mercados laborales y las consecuencias para la salud y la seguridad de los proveedores se están convirtiendo en un desafío urgente en nuestro mundo interconectado.
Incluso si algunos gobiernos y sus agencias exigen cambios más rápido y con más fuerza que otros, las empresas multinacionales, en particular, no pueden darse el lujo de adoptar un enfoque de esperar y ver, apuntó el documento.
Los trabajadores también priorizan cada vez más factores como la pertenencia y la inclusión, ya que eligen permanecer en su empresa o unirse a un empleador competidor.
2. Algunas empresas han tenido un desempeño notable, lo que demuestra que el éxito ESG es posible
La licencia social no es estática y las empresas no se ganan la confianza continua de los consumidores, empleados, proveedores, reguladores y otras partes interesadas basándose simplemente en acciones anteriores, según el reporte.
De hecho, ganar capital social es análogo a ganar deuda o capital social: aquellos que lo amplían buscan resultados pasados para obtener información sobre el desempeño actual y están más preocupados por las perspectivas a mediano y largo plazo.
Sin embargo, a diferencia de las fuentes tradicionales de capital, donde a menudo hay alternativas de financiación creativas, en última instancia, no hay alternativas para las empresas que no cumplen con el estándar social y no hay perspectivas de negocios como siempre, o negocios por solución, en condiciones de cambio climático catastrófico.
Debido a que los esfuerzos de ESG son un viaje, se esperan obstáculos en el camino. Ninguna empresa es perfecta.
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Las tendencias clave se pueden pasar por alto, se pueden cometer errores, se pueden manifestar comportamientos deshonestos y las acciones pueden tener consecuencias no deseadas.
Pero dado que la licencia social es “oxígeno” corporativo, por lo que es imposible sobrevivir sin ella, las empresas no pueden simplemente esperar y esperar que todo funcione.
En su lugar, deben adelantarse a los problemas y eventos futuros creando un propósito en sus modelos comerciales y demostrando que benefician a múltiples partes interesadas y al público en general.
3. Las mediciones se pueden mejorar con el tiempo
Si bien las mediciones de ESG aún son un trabajo en progreso, es importante tener en cuenta que ha habido avances. Se mejorarán aún más con el tiempo.
Ya están cambiando; existe una tendencia hacia la consolidación de los marcos de información y divulgación ESG (aunque una mayor consolidación no es inevitable).
También hay una tendencia hacia una regulación más activa con requisitos cada vez más granulares.
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El texto remata: si bien el acrónimo ESG como construcción puede haber perdido parte de su brillo, su propuesta subyacente sigue siendo esencial a nivel de principio.
Los nombres van y vienen (ESG en sí surgió después de CSR, compromiso corporativo y términos similares), y estos compromisos son difíciles por naturaleza y pueden madurar solo después de muchas iteraciones.
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