Es un hecho que las organizaciones deben adecuar la gestión de la cadena de suministro y los procesos logísticos asociados a cada uno de los eslabones de su supply chain ante la aplicación tecnológica y las situaciones sanitarias y comerciales actuales. Y deben hacerlo de manera ágil y minimizando los niveles de desperdicio de recursos.
Uno de los enfoques con el que pueden gestionar estas adecuaciones es con el pensamiento Lean. Utilizar este esquema presenta grandes ventajas como:
- Coordinar los recursos disponibles.
- Establecer fronteras de tiempo realistas.
- Tener puntos de control específicos.
- Fijar a los responsables de cada etapa.
- Presentar los resultados de manera pre-establecida, sistemática y con revisión.
En este sentido, el darle una visión actualizada, marcará la diferencia. A continuación, comparto la secuencia de pasos para gestionar un proyecto de tales características bajo este enfoque.
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5 Pasos para la gestión de la cadena de suministro lean
1. Definir el proyecto
Hay que ubicar el aspecto que se encuentra en minusvalía. En este sentido, se debe determinar cuál o cuáles procesos de la gestión de la cadena de suministro entorpecen el flujo logístico.
La definición del proyecto implica establecer:
- Qué proceso o procesos logísticos estarán sujetos al cambio requerido.
- Cuál es el alcance del proyecto: dónde y cuándo inicia, y dónde y cuándo concluye.
- Quién es el responsable del proyecto y su equipo colaborador.
- Cuáles son los recursos iniciales a ser asignados: humanos, materiales, de información y financieros.
2. Establecer la situación actual
En este punto, los procesos deben documentarse tal y como se llevan a cabo, empleando lo que se denominan unidades de flujo.
Las mismas son las derivadas de la medición física en relación a una unidad de tiempo (cajas por hora, litros por minuto, servicios por hora, etc.).
También es factible emplear otras unidades procesales que reflejan la realidad del proceso logístico, por ejemplo: despachos completos, servicios realizados sin errores, etc.
Las unidades de flujo permiten un registro confiable, y adicionalmente, brindan una base de comparación firme.
3. Analizar y determinar las causas de las trabas procesales
Definido el proyecto y con los registros en mano, se procede a establecer las causas de las trabas procesales dentro del flujo logístico, contemplando sus rutas principales, auxiliares y de apoyo.
Es muy importante que esta determinación se realice de forma jerárquica, a fn de cuantificar en cuál o cuáles partes existen restricciones para luego determinar el impacto sobre el flujo total.
4. Definir los pasos del proceso para atenuar las debilidades
Encontradas las restricciones y cuantificando su efecto, se debe definir la secuencia de pasos de carácter procesal que es necesario realizar para minimizar o eliminar las trabas en el proceso.
Los pasos a seguir se colocarán en un Diagrama de Gantt, con responsables y fechas de cumplimiento, así como los puntos de control definidos.
5. Establecer el plan de mejoramiento y la medición del rendimiento
Cubiertos los pasos procesales para reducir o eliminar las restricciones, se debe diseñar un plan de mejoramiento y los parámetros que servirán para dar seguimiento. En otras palabras, los indicadores clave de desempeño (KPIs) que retroalimentarán el progreso de la implementación.
Los registros acopiados durante el periodo de tiempo representativo, servirán como punto de partida para el nuevo proceso logístico.
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El éxito de la metodología Lean en la gestión de la cadena de suministro
Como en todo proyecto la garantía de éxito se sustenta en la culminación del mismo según las pautas de tiempo y ejecución. En el caso de un proyecto de logística lean, la diferencia estriba en la relación con el cliente y las particularidades de la demanda.
El equilibrio y la sincronización son las piezas esenciales de tan particular rompecabezas. Guiarse solo por el cliente o solo por la empresa tendrá como consecuencia soluciones teóricamente factibles pero realísticamente inoperativas.
Es necesario que cada paso se tome de manera consciente ya que el tiempo no es infinito y el “correr” para cumplir con una promesa hecha al voleo, solo verterá más retrasos, más costos y al final ninguna solución.
Los profesionales de la logística tienen mucho que aportar, y quienes los soportan, mucho que adicionar. Es un trabajo de equipo, más allá de arengas y slogans.
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