Coca Cola acompañó su último reporte de resultados, publicado el 22 de julio de 2025, con un anuncio que ya había adelantado el presidente Donald Trump en la plataforma Truth Social: La refresquera cambiará el uso de jarabe de maíz por azúcar de caña en parte de su producción dirigida al mercado estadounidense. Pero ¿cómo esta modificación afectará la logística de la compañía?
Antes de desglosar la respuesta retomemos algunos datos. Coca Cola es una de las 100 empresas más grandes de Estados Unidos y en 2024 generó ingresos netos mayores a 47 mil millones de dólares; aunque la marca tiene una enorme penetración a nivel mundial, su mercado más lucrativo está en América del Norte (que en sus reportes no incluye a México, sólo a EU y Canadá), donde se encuentra el 37% de su mercado.
Cabe mencionar que la compañía elabora su receta secreta en fábricas controladas desde su sede central en Atlanta, Georgia, y luego este componente se transporta a las diferentes plantas embotelladoras, en las cuales Coca Cola puede tener algún porcentaje de acciones, pero muchas de ellas son empresas independientes que compran franquicias para manufacturar y distribuir el producto final.
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Todas las bebidas parten del componente secreto y siguen una línea de producción similar, pero cada embotelladora alrededor del mundo puede utilizar ciertos insumos locales que son más abundantes y económicos en su territorio. Por ejemplo, América Latina cuenta con importantes países productores de caña de azúcar como México, Brasil y Colombia; por ello, Coca Cola FEMSA, con presencia en 11 países de la región, utiliza este ingrediente como edulcorante.
En cambio, en Estados Unidos, la empresa y las embotelladoras independientes eliminaron el uso de azúcar de caña de su producción a partir de los años 80, sustituyéndola por jarabe de maíz de alta fructosa, que resultaba considerablemente más barato porque el gobierno estadounidense apoyó a los productores de maíz con varios subsidios e impuso aranceles al azúcar importada.
¿Cómo afectará el azúcar de caña a la logística de Coca Cola en EU?
A pesar de que la nueva oferta con azúcar de caña no sustituirá al jarabe de maíz, sino que se venderán ambas versiones en Estados Unidos a partir de otoño de 2025, medios estadounidenses señalan que habrá repercusiones en toda la cadena de suministro porque ambos insumos provienen de ecosistemas de producción distintos.
En el caso del maíz, los cultivos se concentran en el Medio Oeste del país, en estados como Iowa, Illinois, Minnesota, Indiana, Kansas, Nebraska, Dakota del Sur, Misuri, Ohio y Wisconsin. Por otro lado, el azúcar de caña sólo se produce en tres entidades: Florida, Luisiana y Texas.
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Tras el anuncio de Coca Cola, hubo caídas en las acciones de dos las dos mayores productoras de jarabe de maíz de alta fructosa, Archer-Daniels-Midland e Ingredion, quienes cuentan con diversos molinos de maíz alrededor del cinturón agrícola del Medio Oeste, donde además de fabricar edulcorantes, elaboran otros productos como el biocombustible de etanol.
De acuerdo con The New York Times, además de tener un impacto económico importante en la agricultura, este cambio afectará en la logística de más de 60 embotelladoras independientes en Estados Unidos que necesitarán proveedores para esta materia prima y tendrán que adaptar sus instalaciones porque el jarabe de maíz es líquido y el azúcar de caña es un ingrediente sólido.

Para ello, deberán modificar su infraestructura con nuevos sistemas de descarga y transporte, tanques de disolución y mezcla para convertir en jarabe el azúcar de caña y nuevas líneas de tuberías y válvulas para manejar este ingrediente. También deberán ajustar sus procesos de producción, capacitar a su personal e invertir en la renovación de su etiquetado.
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Podrían aumentar las importaciones de azúcar
Aunque en el comunicado de Coca Cola señalan que sus nuevas bebidas se elaborarán con “azúcar de caña estadounidense”; dado que la producción interna es limitada, la Asociación de Refinadores de Maíz (CRA, por sus siglas en inglés) advierte que el cambio de ingrediente aumentará las importaciones de azúcar extranjera y “le costará miles de empleos a la industria alimentaria estadounidense”.
Elevar las importaciones impactaría en un mayor precio de las bebidas y aún no se sabe en qué porcentaje porque la administración Trump ha amenazado con imponer aranceles del 30% a los productos mexicanos y del 50% a los brasileños, que son los países con mayores exportaciones de este ingrediente a EU.
Aún con el apoyo de Trump, ¿será Coca Cola capaz de sortear las presiones por parte de los grupos agrícolas, las embotelladoras y los aranceles al azúcar extranjera? Lo sabremos en otoño, cuando los consumidores decidan si prefieren el azúcar de caña, aunque cueste más.