Ante un complejo escenario internacional de presiones inflacionistas y elevados tipos de interés, se especula mucho sobre los efectos de la temporada alta de este año.
Los expertos esperan que el ciclo de envíos y reabastecimiento para 2023 sea muy similar al de 2022, cuando la temporada alta no aumentó los volúmenes.
"Se espera que el aumento de los tipos de interés en todo el mundo, excepto en Japón, haga menos necesarias la reposición y el transporte” detalló en un reporte Mario Veraldo, Director General de la empresa de logística MTM Logix.
Sin embargo, a diferencia de 2022, cuando los índices se redujeron durante la temporada alta, se espera que este año suban ligeramente, abundó.
“Esta recuperación se atribuye a aumentos globales en categorías de productos específicas, lo que refleja una relación creciente en las categorías de productos en diferentes regiones geográficas", afirmó.
Descenso de las importaciones
Según Veraldo, las importaciones estadounidenses procedentes de Asia, por ejemplo, aumentaron por quinto mes consecutivo en julio hasta 1.46 millones de TEU.
Es la cifra más alta desde septiembre de 2022.
Esto aumenta la probabilidad de un crecimiento anual de las importaciones este otoño, a pesar del descenso del 10.1% con respecto a julio de 2022.
La Federación Nacional de Minoristas (NRF) prevé un ligero descenso de las importaciones en octubre, pero espera un crecimiento en noviembre y diciembre.
Los fletes al contado se han más que duplicado desde finales de junio, pero los niveles de 2023 siguen siendo inferiores a los de 2022 y 2021.
"Estas tendencias permiten comprender la dinámica actual del mercado y subrayan la importancia de la adaptabilidad y la planificación estratégica en un entorno de mercado mundial complejo”, aseguró.
América Latina tiene gran oportunidad con el nearshoring
Latinoamérica sigue el panorama mundial de presiones inflacionarias y elevados tipos de interés.
La principal diferencia, remarcó el reporte, es que el movimiento de nearshoring permite a la región la oportunidad de iniciar un círculo virtuoso impulsado por un enfoque de colaboración con Estados Unidos.
Esa nación está empezando a sustituir algunas de sus cadenas de productos originarios de China por el continente latinoamericano, principalmente México y Brasil.
Se espera que la nación carioca y otros países latinoamericanos registren pequeños aumentos en sus importaciones.
Serán impulsados por decisiones instintivas y la generación de pedidos pendientes durante la temporada alta de 2023.
En estos momentos, el principal problema es que los clientes siguen preparándose para la recesión que se avecina.
Aunque los niveles de existencias se han reducido con respecto a 2022, siguen estando por encima de los niveles históricos.
Por lo tanto, es muy difícil predecir una crisis en los principales mercados: Estados Unidos, China y Europa.
¿Qué pasará con México?
En el caso de México podría ser un poco diferente, ya que muchas mercancías tienen que cruzar la frontera.
Es de ahí de donde podría venir parte de la presión en Estados Unidos, resaltó el texto.
Otra área potencial de presión es el calado del Canal de Panamá.
Esa situación está afectando al cruce y creando potencialmente un interés a corto plazo para el proyecto de cruce terrestre mexicano.
La economía mexicana obtuvo un logro destacado en el comercio exterior durante los primeros cinco meses del año actual.
Además, tuvo un notable incremento en sus exportaciones hacia Estados Unidos.
Según datos proporcionados por la Oficina de Estadísticas de Estados Unidos, las exportaciones de mercancías de México hacia su vecino del norte alcanzaron los 194 mil 947 millones de dólares.
Esto representa un sólido aumento del 5.6% en comparación con el mismo período del año anterior.
Recuperación tras la pandemia
En conjunto, la cartera de pedidos de portacontenedores está en máximos históricos, lo que refleja la reestructuración de la oferta y la demanda en el sector.
Esto concuerda con las tendencias observadas en las cifras de inventarios mundiales, los tipos de interés y los aumentos de categorías específicas de productos, que influyen en la dinámica actual de los fletes.
Las tendencias sugieren un escenario en el que, a menos que la economía mundial crezca y aumente el movimiento de mercancías, los fletes podrían caer por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.
Esto podría desembocar en un escenario de deflación prolongada.