El transporte multimodal de mercancías peligrosas representa un eslabón crítico en la cadena de suministro global, exigiendo una gestión meticulosa para garantizar la seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo.
Este enfoque integrado, que combina varios modos de transporte -terrestre, marítimo y aéreo-, requiere de una coordinación sin fisuras y un conocimiento profundo de las regulaciones internacionales y locales.
Las regulaciones sobre el transporte de mercancías peligrosas son complejas y varían según el modo de transporte y la jurisdicción. que a nivel internacional, organismos como:
- La Organización Marítima Internacional (OMI)
- La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI)
- La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (UNECE)
Establecen directrices que se reflejan en regulaciones como:
- El Código Marítimo Internacional de Mercancías Peligrosas (IMDG)
- Las Instrucciones Técnicas de la OACI para el Transporte Seguro de Mercancías Peligrosas por Aire
- El Acuerdo Europeo sobre Transporte Internacional de Mercancías Peligrosas por Carretera (ADR).
Estas normativas abarcan clasificaciones de materiales, embalaje, etiquetado, documentación y procedimientos de emergencia, la correcta interpretación y aplicación de estas regulaciones son fundamentales para el manejo seguro y eficiente de mercancías peligrosas, y requieren de personal altamente capacitado y actualizado.
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Mejores prácticas en la coordinación intermodal
La eficacia en el transporte multimodal no solo depende del estricto cumplimiento de las normativas, sino también de la implementación de mejores prácticas en cada etapa del proceso, la planificación estratégica, que incluye:
- La selección de rutas optimizadas
- La integración de tecnologías de la información para el seguimiento de cargas,
- La formación continua del personal
Que son aspectos clave para mejorar la seguridad y eficiencia, la colaboración entre los distintos actores involucrados, transportistas, operadores de terminales, autoridades portuarias y reguladoras, es esencial para una gestión efectiva.
Además, la adopción de sistemas de gestión de calidad y seguridad, como ISO 28000 (Sistemas de Gestión de la Seguridad para la Cadena de Suministro) y el Código Internacional para la Seguridad de los Buques y de las Instalaciones Portuarias (ISPS), refuerza las operaciones logísticas.