A nadie sorprende que actualmente todos hablen de cadenas de suministro resilientes, aunque hace un año, antes de que el mundo entero se confinara, el concepto sólo estaban en boca de unos cuantos.
Rick McDonald, encargado de la cadena de suministro de Clorox, decidió incrementar los procesos de producción tan pronto escuchó los reportes de los que ocurrió en Asia con el Covid-19.
“Comenzamos a contratar personal, añadimos nuevos turnos y decidimos realizar un control más estricto del inventario al final de cada jornada”, narró en el evento ProMat Digital Experience.
Cadenas de suministro resilientes: el caso Clorox
McDonald detalló que el primer paso fue incrementar la fabricación de sus productos desinfectantes y tratar de aumentar su inventario.
Así lo puntualizó en la charla Beyond COVID-19: Building Supply Chain Resilience is the Key to Recovery and Preparing for Future Disruption, organizada por la asociación MHI.
De hecho, el directivo realizó varias pláticas con especialistas sobre sus planes en febrero de 2020 previendo el potencial impacto del nuevo coronavirus.
Para esas fechas, el Chief Financial Officer (CFO, por sus siglas en inglés) de la marca, Kevin Jacobsen, dijo a los medios que ya habían incrementado su inventario pensando en un alza en la demanda de productos de limpieza.
Sin embargo, dicha previsión no les duró mucho: “en un periodo de dos semanas se nos agotaron esas reservas”, dijo McDonald.
Clorox fue una de esas compañías que previeron disrupciones en la cadena de suministro por la pandemia.
Precisamente por eso tuvieron que modificar su producción ante las variaciones de la demanda y los cambios en los hábitos de consumo.
El problema del abastecimiento de almacenes
La primera señal que indicó sobre el impacto significativo que tendría la pandemia en la cadena de suministro de la industria fue cuando California impuso el ordenamiento de quedarse en casa.
Después, Nueva York tomó una medida similar, señaló Carmela Hinderaker, directora senior de continuidad de negocios y servicio al cliente de C&S Wholesale Grocers.
Durante el mismo panel, la directiva de la compañía distribuidora de alimentos y abarrotes señaló que “esa fue la luz roja que avisó a los directivos de que enfrentaríamos una situación sin precedentes”.
Durante cuatro semanas seguidas, C&S Wholesale Grocers tuvo que lidiar con el doble de pedidos después de que restaurantes y otros negocios similares tuvieron que cerrar sus puertas.
“No fue fácil enfrentar esta situación”, apuntó. “Prácticamente vimos a los almacenes vaciarse en un 100% y con la misma velocidad tuvimos que llenarlo para estar preparados ante nuevos pedidos”.
Seguridad del personal al máximo
Hinderaker relató que tuvieron que recurrir a vendedores para asegurar que iban a tener el inventario necesario para poder realizar entregas a lo largo y ancho del país.
Sin embargo, encontrar cómo transportar los pedidos fue un verdadero problema.
“Tuvimos que dedicarnos a encontrar conductores y nos topamos con que casi todas las industrias estaban solicitando choferes", recordó".
"Los gobiernos solicitaban quien realizara sus entregas, también los bancos de comida e incluso los vendedores”, abundó.
Pero ese no fue el único conflicto que enfrentó la empresa, también se centraron en las formas de producción y la mayor exposición de sus trabajadores al virus.
Transporte y comercio electrónico
La urgencia por proteger a sus trabajadores al máximo llevó a la empresa a contratar los servicios de expertos en el transporte de equipos y proveeduría: FedEx.
David Lusk, director del Centro de Seguridad de Operaciones Globales de la empresa, señaló que la necesidad de envíos incrementó considerablemente en todas las entidades de Estados Unidos.
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La empresa, afortunadamente, pudo cubrir la demanda de traslados porque habían comenzado a prepararse para algo que consideraban inevitable: el comercio electrónico.
Ante esa necesidad, la compañía construyó una red que podría adelantarse a ese momento, que consideraron ocurriría en el 2025.
Las compras vías comercio electrónico llevaron la capacidad de la marca al tope, entre dos y tres años antes de lo esperado.
La resiliencia, la clave
Que estas tres compañías se complementaran durante tiempos de pandemia o la cantidad de problemas que surgieron a raíz de los confinamientos no fue una sorpresa para Hinderaker.
Lo que sí llamó su atención fue la cantidad de trabajadores dispuestos a hacer su trabajo para construir cadenas de suministro resilientes y que no pararan.
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“Si recuerdan, el año pasado el miedo era altamente palpable”, finalizó. “Pero aún así salimos a las calles y seguimos entregando lo que los consumidores demandaban”.
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