El impulso del e-commerce por la pandemia trajo la necesidad de eficientar la logística de última milla a través de los centros micro-fulfillment (MFC, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, la complejidad de la logística, los costos y las entregas fallidas y las emisiones de carbono siguen representando un reto importante para esta industria.
De acuerdo con el informe de Accenture La última milla sostenible: más rápido, más verde, más barato; si se toman medidas innovadoras para transformar el funcionamiento de las entregas, las empresas de transporte, paquetería y retailers podrán reducir las emisiones nocivas.
Apostar por el modelo micro-fulfillment
El estudio aplicado en Chicago, Londres y Sídney, encontró que completar pedidos del comercio electrónico de un centro micro-fulfillment en estas ciudades se reduciría significativamente el volumen del tráfico y las emisiones entre un 16 y 25% para 2025.
Los MFC son microplantas logísticas ubicadas en zonas urbanas con el objetivo de acercar el producto al consumidor final.
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El aumento de estas instalaciones permite entregas en el mismo día o al día siguiente, mejora los procesos de la cadena de suministro, aceleran las entregas de última milla y permiten la recogida de paquetes en persona.
Al mismo tiempo, crea un importante impacto positivo en el medio ambiente y en la sociedad.
Logística de última milla más económica y ecológica
André Pharand, director general de la empresa multinacional de consultoría estratégica y servicios tecnológicos, explicó que la huella de carbono que genera la logística de última milla sigue siendo un desafío ambiental y social.
Advirtió que es hora de actuar y hacer que la cadena de suministro last mile sea más eficiente, menos costosa y más sostenible.
El ejecutivo comentó que las organizaciones con estrategias innovadoras como la adopción digital y las prácticas comerciales sostenibles se convertirán en los líderes de la industria del mañana.
Pharand explicó que el estudio reveló datos prometedores para que las compañías vean como una opción la adopción de los MCF para su logística de última milla.
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De las tres ciudades incluidas en la investigación, Londres sería la que más reduciría el volumen de entregas con el uso de los centros micro-fulfillment.
Lograría la reducción de un 13%, lo que equivale a una disminución de 520 millones de kilómetros recorridos por los vehículos de reparto.
En el caso de Chicago, el volumen de entregas también podría reducirse un 13%, lo que representa 205 millones de kilómetros menos recorridos.
Estrategias claves para transformar las prácticas de entrega
El estudio también identificó que se deben crear estrategias para transformar las prácticas de entrega a domicilio.
Entre ellas se encuentra que los retailers incentiven opciones más ecológicas entre los consumidores y las empresas.
Otra práctica para mejorar la logística de última milla es un mayor uso de las tecnologías de datos y análisis por parte de los minoristas de comercio electrónico y las organizaciones.
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La implementación de nuevas tecnologías de optimización de rutas junto a los microcentros podrían reducir el tráfico de entrega entre un 3 y 4% adicionales en las ciudades donde se realizó dicho estudio.
La pandemia aceleró las prácticas sostenibles por necesidad. Los especialistas consideran que es el momento de impulsar un cambio más significativo y duradero para el diseño de la logística de última milla.
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