El encierro ocasionado por el Covid-19 puso una tensión inesperada en la cadena de suministro de alimentos.
- Afectó simultáneamente la producción, el procesamiento, el transporte, la logística y la demanda final.
En este contexto, los agentes pertinentes reorganizaron rápidamente la cadena alimentaria para garantizar la disponibilidad de alimentos, demostrando así su flexibilidad y resiliencia, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Sin embargo, estas tensiones sin precedentes se han exacerbado en lugar de desaparecer, de acuerdo con un reporte del medio internacional Agricultural and Food Economics.
En el actual período de inestabilidad económica, la anticipación de los acontecimientos es ahora más importante que nunca.
La guerra en Ucrania, entre otros conflictos geopolíticos actuales, han ocasionado los siguientes problemas a la cadena de suministro:
- escasez de materias primas, suministros y capital humano
- huelgas de transportistas
- tensiones inflacionarias causadas por la escalada en los precios del gas, la electricidad y los combustibles
Dificultades para la cadena de frío
El estudio pretende determinar si las empresas de logística de la cadena de frío (CCL) pueden innovar y encontrar nuevas soluciones, productos y mercados en el caos económico actual.
Las empresas CCL están reorganizando e innovando rápidamente sus operaciones para asegurar su supervivencia, demostrando así su flexibilidad, robustez y resiliencia, un testimonio del paradigma de crecimiento de Schumpeterian.
Este paradigma postula que toda situación crítica brinda a las empresas oportunidades de renovarse y encontrar nuevas soluciones, productos y mercados.
Tras años consecutivos de crecimiento, el sector logístico refrigerado concluyó 2020 con un volumen de negocios prácticamente sin cambios.
A pesar de sufrir considerables fluctuaciones mes a mes durante el encierro, el sector demostró agilidad en la gestión de sus actividades.
Los años siguientes presentaron desafíos adicionales, incluyendo un conflicto en Europa y una huelga de transporte que paralizado una parte significativa de la industria.
Los precios, en particular los de la energía y los alimentos, experimentaron aumentos sustanciales.
Sin embargo, el sector, conocido por su adaptabilidad y resiliencia, repuntó con éxito.
A finales de 2021 y 2002, logró un impresionante crecimiento medio de ventas del 7% y del 10,5%, respectivamente.
Sin embargo, el futuro cercano parece incierto.
Se espera que el consumo disminuya en general y que los precios de los combustibles y los alimentos sigan subiendo.
Pero se espera que continúe un crecimiento anual de alrededor del 8%, según los directivos entrevistados en el estudio.
El problema de última milla de alimentos
La pandemia ha intensificado la entrega a domicilio como una línea de negocio, ya que incluye tanto las entregas de los fabricantes directamente al consumidor final como los pedidos en línea de los minoristas.
El inconveniente para los fabricantes y minoristas con ventas en línea a través de empresas CCL es que sus tarifas no son adecuadas para la distribución de última milla.
Eso se debe a que los pedidos siguen siendo muy pequeños y limitados en número en el sector de los alimentos, y sólo los productos de alto valor pueden justificar los costos asociados.
La infraestructura de las empresas CCL, que se basa en camiones de gran tono adaptados a los bienes paletizados, no es apropiada para la distribución de última milla dentro de los centros urbanos.
Tampoco es rentable para la distribución de alimentos en pequeña escala.
Además, los precios de la energía se han disparado junto con los costos de operación de las empresas CCL.
También, la escasez se ha convertido en otro cuello de botella.
Incluyen limitaciones de la capacidad de carga, falta de conductores, especialistas en logística y tripulaciones de buques, escasez de contenedores y espacio de almacenamiento limitado en puertos y almacenes.
Estas carencias han aumentado considerablemente los tiempos y costos de transporte en todo el mundo.
Implicaciones de la escasez de operadores de transporte
Para las empresas CCL, el problema derivado de estas carencias es la falta de conductores, que ha aumentado en todo el mundo tras el Brexit y la pandemia.
Según el Foro Internacional del Transporte, la escasez de conductores profesionales alcanzó el 40% el año pasado, lo que representa 2.6 millones de vacantes de empleo en todo el mundo.
Además, el reemplazo generacional no está garantizado.
El transporte no atrae a los jóvenes, ya que los conductores menores de 25 años son una minoría, que sólo comprende el 7% de todos los camioneros.