La logística es un poco como una rueda de la fortuna: justo cuando llegas hasta arriba al resolver ese problema que te estaba costando un millón de esfuerzo debes de bajar para empezar un nuevo ciclo y sortear otra dificultad.
- Así se imagina Ana Luisa Valles el día a día inmersa en la cadena de suministro e intentando impulsar de forma dinámica y tecnológica las operaciones de la empresa de calzado Flexi.
Ana Luisa es Gerente de Almacenes de Materias Primas. Dirigió la creación del centro de distribución de materiales.
Parte de su labor ha sido profesionalizar las operaciones, desarrollar proveedores, atraer proyectos de maquila internacional e implementar sistemas de mejora y eficiencia.
En 2017 fue Líder del Proyecto en el Clúster Automotriz de Guanajuato, vinculando a PyMES con armadoras japonesas en el Bajío.
Cuenta con una Maestría en Logística Internacional y Cadena de Suministros por la Universidad Iberoamericana León.
La pandemia, el punto de inflexión
Para ella, la pandemia fue el punto preciso en el que las empresas se dieron cuenta que no estaban preparadas para momentos de crisis.
“Todos se pusieron al día con los análisis de riesgos y sin duda fue el momento en el que se agudizó la brecha generacional, porque quedó muy claro que las cosas en los negocios suceden estés físicamente o no en el centro laboral”, recordó.
Ahora, como encargada de un departamento tan trascendente para su compañía vive a diario el proceso amalgamar o suavizar esa brecha generacional.
“Tenemos por un lado a los jóvenes que son ahora un tanto más individualistas y con quienes hay que trabajar para que hagan equipo y del otro lado están los seniors, a quienes todavía les cuesta creer que si se la pasan un día haciendo home office el mundo no se detiene. Ahí entra en juego el rol del líder”, explicó.
Pese a su corta edad, Ana Luisa ha encontrado la forma de sacar el mayor rendimiento de su equipo a partir de la motivación.
“Independientemente del título que tengas o el área en la que estés, los líderes tienen que ser esa figura aspiracional para las personas, tanto con sus actitudes como con su compromiso, y tratar a los colaboradores como personas, no como un número más en la nómina”, detalló.
Ana Luisa Valles como líder
Sobre su estilo de liderazgo, Valles siente que el líder forzosamente debe identificar las habilidades y áreas de oportunidad de la gente y saber qué hacer con ella.
“Para mí el líder es quien logra convencer a la gente que el trabajo comienza con ellos, valorando las capacidades de cada uno y proyectando hasta dónde pueden llegar con lo que te entregan. Habla más de un líder lo que se dice de él cuando no está”, afirmó.
Reconoce que a sus 29 años ha vivido momentos complejos al momento de asumir posiciones de mando, no sólo por el tan nombrado Síndrome del Impostor, sino porque existen trabajadores a quienes aún les cuesta ver al mando a personas que pudieran ser sus hijos, o, todavía más complejo: por el hecho de ser mujer.
“Fue difícil porque yo venía de posiciones en las que yo de forma individual hacía que las cosas sucedieran, si acaso con dos o tres personas más", explicó.
"A la gente tienes que demostrarle con hechos que sabes hacer las cosas, pero también debes medir los resultados. Así hay elementos que respaldan tus decisiones y si con el tiempo los datos no están de tu parte, tienes que rectificar y aceptar que por ese camino no era”
Equidad de género
Y aunque por las empresas en las que ha trabajado su trayecto no ha sido tan complejo, sabe de primera mano por las experiencias que vive con compañeros de otros negocios, que la presencia de la mujer en puestos de mando en el mundo logístico todavía tiene un largo camino por recorrer.
“Es un hecho que nos hace dudar cuando ves negocios en los que no hay ni una sola mujer en un puesto directivo. Porque evidentemente piensas ¿hasta dónde voy a poder llegar? Y no todas las empresas están listas para tener conversaciones sobre equidad de género, sobre todo porque todavía nos encontramos con personas que creen que los trabajadores tienen que estar disponibles las 24 horas para realmente dar resultados”, enfatizó.
Dijo que, desafortunadamente, en el país todavía se señala considerablemente que las personas se ausenten del trabajo para atender emergencias familiares sin importar si la operación fluye con éxito.
“Habilidades, conductas y disponibilidad de tiempo es lo que normalmente evalúan al momento de elegir entre un hombre y una mujer para desempeñar un puesto directivo. Y eso no siempre va de la mano con los sueldos, porque existen muchos casos en los que gerentes con las mismas responsabilidades y horarios, pero de sexos opuestos, tienen diferentes salarios”, remarcó.
La mente necesita descanso
Para Valles, en ambos casos, el apapacho es necesario. Al estar en un puesto de tan alta responsabilidad es necesario tomarse respiros en solitario y con la familia, pues la mente también necesita del descanso.
Platicar con gente cercana, no precisamente compañeros del trabajo, es una actividad puntual que sirve como válvula de escape.
“Soy de la idea de que a veces tienes que escuchar tus problemas en voz alta, no para que el de enfrente te dé la respuesta, sino para hacerte consciente de muchas cosas que normalizas en el día a día o que se quedan ocultas por estar justamente enfocado en algo más”.
Es por eso que disfruta de hacer ejercicio, viajar, ir a conciertos y también pintar.
Y sus creaciones por lo general no están relacionadas con algo en específico, aunque si tuviese que bosquejar una cadena de suministro en un cuadro lo haría como si fuese una noria.
“Es que así es la vida misma. También pasa que cuando estás en lo más alto regresas hasta abajo porque hay que solucionar nuevos problemas o empezar otra vez ante nuevos procesos. Así es el mundo de la logística, porque la cadena de suministro no para”, remató.
Y para aceitarla, para que funcione correctamente y no se detenga necesita del trabajo de todos. Una cadena de suministro es tan fuerte como cada uno de sus eslabones.
Valles lo ha entendido así, por eso atienden, motiva y capacita a todos por igual y refuerza conocimientos, actitudes y desempeños cuando es necesario.