El autotransporte de carga del país mantiene una inercia positiva, impulsada por la expansión de la flota, la incorporación de nuevas empresas y la consolidación de polos logísticos regionales.
Al menos eso es lo que se desprende de las cifras oficiales. Al cierre del primer semestre de 2025, el parque vehicular del transporte de carga alcanzó 1 millón 477 mil 953 unidades, un incremento anual de 7% frente a junio de 2024.
Comparado con el cierre del año pasado, el incremento fue de apenas 2.9%, según los datos de la Dirección General de Autotransporte Federal (DGAF) que respaldan la consolidación del autotransporte de carga como el eslabón dominante de las cadenas de suministro del país, responsable de mover la mayor parte de los bienes que transitan dentro y fuera de las fronteras mexicanas.
En 2024 el autotransporte de carga desplazó 572 millones de toneladas, 58.3% de todas las mercancías movilizadas por distintos medios de transporte. Los transportes por agua y por ferrocarril desplazaron 27.8% y 13.8% de forma respectiva, mientras que el transporte de bienes vía aérea representó 0.1 por ciento.
Un parque vehicular en constante expansión
El análisis de las cifras revela que el crecimiento se sostiene tanto en unidades motrices como en equipos de arrastre.
A junio de 2025, las unidades motrices ascendieron a 744,628, un incremento de 7.1% respecto a igual mes del año pasado, mientras que las unidades de arrastre llegaron a 732,634, es decir, 6.8% adicional.
Dentro de las motrices, el mayor dinamismo provino de los tractocamiones de tres ejes (T3), que superaron las 489,700 unidades, alrededor de 8.5% más, reflejo de la creciente necesidad de transporte de larga distancia en tiempos de inestabilidad económica a causa de la política arancelaria de Estados Unidos.
Del total de la flota de carga que hay en el país, la flota general representa todavía la mayor proporción, con más de 1 millón 267,500 de unidades (+6.8%), mientras que la carga especializada se expandió a un ritmo mayor (+7.8%), alcanzando 210,412 vehículos.
Esto último apunta a una diversificación hacia segmentos de mayor valor agregado: transporte refrigerado, químicos o materiales peligrosos, que requieren inversiones superiores en equipo y normas de seguridad más estrictas.
Entre la atomización y la consolidación de empresas transportistas
Los datos de la evolución del transporte de carga en México durante los primeros seis meses del año también muestran una expansión de al menos 10,000 permisionarios.
A junio de 2025 operaban 219,464 permisionarios, frente a 209,730 un año antes, lo que implica un incremento de 4.6%, lo que confirma la persistente atomización del sector: 80% corresponde a microempresas con entre 1 y 5 unidades, conocidas en el medio como “hombre-camión”.
Estas compañías agrupan 22.1% de la flota total, porcentaje que, aunque reducido respecto a 2024, sigue marcando el pulso del mercado.
No obstante, las empresas medianas que tienen entre 31 a 100 unidades de transporte de carga, fueron las que más crecieron proporcionalmente, con un alza de casi 10% en número de permisionarios y 10% en vehículos, alcanzando 259,418 unidades.
Las grandes flotas, aquellas que poseen más de 100 unidades, también avanzaron 7% en su parque, para rebasar 458,800 unidades. Este movimiento refleja una profesionalización gradual, con más jugadores que logran escalar hacia contratos logísticos más complejos y de largo plazo.
El reto permanente del autotransporte
El promedio de antigüedad de la flota de carga se ubicó en 19.81 años al cierre de junio de 2025, apenas una fracción menor frente a los 19.87 años de un año antes.
La renovación vehicular, aunque presente, sigue siendo insuficiente frente a las exigencias de eficiencia energética, seguridad vial y reducción de emisiones.
Para los especialistas y líderes del sector, este es uno de los principales retos estructurales que aquejan al autotransporte de carga: una flota que envejece limita la competitividad en costos y dificulta cumplir estándares internacionales, particularmente en corredores hacia Estados Unidos.
Es el caso de Rogelio Zárate, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT). Ante representantes de los medios de comunicación el dirigente destacó que esta circunstancia trae graves consecuencias al medio ambiente y a la salud pública e impacta a la seguridad vial; por lo que llamó a impulsar la renovación de la flota de vehículos de carga y de pasaje en México.
Cinco estados que protagonizan en el transporte de carga
El desglose por entidad federativa aporta otra lectura relevante: la flota está altamente concentrada en polos industriales y logísticos. Al cierre del primer semestre de 2025, los cinco estados con mayor número de unidades de carga fueron:

La lista va en línea con los principales corredores de comercio y de manufactura que hay en el país: la CDMX, sede de corporativos y tractor de grandes cantidades de Inversión Extranjera Directa; Nuevo León como motor industrial-exportador; Jalisco con su peso en agroindustria y manufactura tecnológica; y Guanajuato y Estado de México, como clúster automotriz y de consumo.
Apuntalando el comercio exterior
La relevancia del transporte carretero se entiende mejor en el contexto del comercio exterior. Solo en 2024, el autotransporte representó más del 70% del intercambio México–Estados Unidos en valor, según datos de la SICT en México y de la Oficina de Estadísticas de Transporte de Estados Unidos.
Para 2025, los datos preliminares de enero-mayo confirman que la tendencia se mantiene: el camión canaliza casi tres cuartas partes del comercio bilateral.
Esto explica la presión creciente sobre la frontera norte, donde cruces como Nuevo Laredo o Ciudad Juárez concentran la mayoría del flujo de tractocamiones.
En este entorno, la disponibilidad de flota moderna, la eficiencia en aduanas y la seguridad carretera son y serán factores decisivos.












