El 9 de febrero de 2025, en el estadio Caesars Superdome de Nueva Orleans, en Luisiana, se disputarán la corona los Kansas City Chiefs y los Philadelphia Eagles. Esto durante el Super Bowl LIX, final del campeonato de la NFL.
Desde la primera edición, en 1967, este evento ha evolucionado hasta convertirse en una plataforma global que no solo celebra el deporte, sino también la música, la publicidad y las tradiciones.
Año con año las ciudades que albergan el Super Bowl experimentan un aumento masivo en la actividad económica, generando miles de millones de dólares en ingresos, tanto directa como indirectamente a través del turismo, la hostelería, transporte, etc.
Aunado al impacto local, este evento es un escaparte global para las marcas. Marcas de todo el mundo gastan cifras millonarias para asegurar un espacio publicitario. Solo para dimensionar: en el Super Bowl LV los anunciantes pagaron hasta 5.6 millones de dólares por un espacio de 30 segundos.
Y más allá del marketing, estas campañas se convirtieron también en parte esencial del entretenimiento y la experiencia del juego. A menudo estos comerciales se vuelven virales y alcanzan audiencias mucho más allá de las personas que observan el juego desde sus casas, bares, etc.
Ahora, en términos de logística el Super Bowl es un desafío monumental. La planificación para asegurar el abastecimiento de miles de toneladas de mercancías, alimentos, bebidas y todo tipo de productos para los equipos requiere de una coordinación precisa y una preparación que comienza de meses atrás.
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Aquí te dejamos X datos para dimensionar el gran reto logístico que significa este evento anual en Estados Unidos y la manera en que impacta las cadenas de suministro de otros países, incluyendo a México.
Transporte de mercancías
En años anteriores, empresas especializadas en el transporte de mercancías como UPS y FedEx reportan un incremento considerable en sus operaciones. UPS ha transportado alrededor de 150 mil piezas de mercancía haca el lugar del evento, incluyendo equipo de los jugadores, material promocional y otros productos relacionados.
En el caso de FedEx, por ejemplo, la estimación apunta a 350 mil libras de productos transportados durante esa semana, incluyendo comida, bebida y material para los medios de comunicación.
Comida y bebidas
Estadísticas del propio evento señalan que durante el juego se consumen más de 1.2 millones de alitas de pollo, 50 mil pizzas, 500 mil cervezas. Todo esto solo en el área del estadio.
Como referencia, durante el Super Tazón de 2019, es decir la edición LIII, se vendieron más de 13 mil hamburguesas y 3 mil pizzas por hora en los stands dentro del estadio.
Y como la cerveza es una bebida que no puede faltar, se estima que durante el evento se consumen aproximadamente 325 mil galones de cerveza en todo el país.
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Cerveceros de México, de la Cámara Nacional de la Industria de la Cerveza y de la Malta, destaca a México como líder las exportaciones mundiales de cerveza, con Estados Unidos como su principal socio comercial.
Las cerveceras comienzan a incrementar la producción destinada al mercado estadounidense desde octubre del año anterior. No solo por este evento deportivo, sino también por las fiestas decembrinas y de fin de año.
Hablando de la producción mexicana, la mayor parte de la cerveza viaja en camiones refrigerados desde plantas en estados como Baja California, Nuevo León y Zacatecas, hacia centros de distribución en la frontera y más allá. Una vez en Estados Unidos, el producto es entregado a mayoristas que cubren estados clave como California, Texas y Nueva York, asegurando una cobertura nacional.
La seguridad en el evento
Solo para la seguridad del Super Bowl, en el estadio, se movilizan más o menos 6 mil oficiales de policía y personal de seguridad privada, además de la instalación de 2 mil cámaras de vigilancia en y alrededor del recinto.
Un promedio de 40 mil bolsas de seguridad y objetos personales son inspeccionados antes de ingresar al estadio, lo que representa un desafío logístico impresionante.
Última milla
Uno de los desafíos particularmente importante en los días previos al Super Bowl es la logística de última milla.
Durante este tiempo, los pedidos de alimentos y productos de merchandising crecen de manera exponencial. Por ejemplo, plataformas de delivery como Uber Eats y Postmates gestionan millones de entregas a nivel local, sobre todo para aquellos que no asisten al estadio pero sintonizan el partido desde casa.
En la edición LV, las plataformas de entrega gestionaron más de 200 mil pedidos de comida en horas previas al evento.
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La logística del Half Time Show
Solo el transporte de los equipos para el espectáculo involucra más de 200 camiones. Cada camión transporte componentes como equipos de sonido, pantallas LED, iluminación y plataformas.
Para el evento del 2021 se utilizaron alrededor de 300 camiones solo para el espectáculo de The Weeknd. Es importante considerar que algunas partes del equipo pueden ser transportadas en aviones de carga, sobre todo cuando provienen de fuera de Estados Unidos.
Ahora, todo el proceso de montaje del escenario requiere de 48 a 72 horas, con más o menos mil 500 personas para instalar y probar que todo esté listo.
La tecnología es imprescindible para crear una atmósfera visual impresionante tanto desde el estadio como para quienes lo sintonizan desde casa.
En 2021 se utilizaron más de mil pantallas LED para mostrar imágenes y efectos visuales, además de sistemas de sonido de 360 grados que requirieron la instalación de más de 500 altavoces.
Para el espectáculo en vivo, en específico, la producción requiere más de 50 cámaras durante la transmisión. Una vez que termina el espectáculo, el desmontaje suele durar entre 24 y 48 horas. Si bien los equipos tienen que retirar rápidamente todo el escenario tras el show, al menos dos días se lleva a cabo el desmontaje de más de 60 toneladas de equipos y materiales.
Sostenibilidad
Conforme el paso del tiempo y a través de sus distintas ediciones, el Super Bowl ha implementado distintas estrategias de sostenibilidad y reciclaje.
Por ejemplo, el Super Bowl LV, el del 2021, fue certificado como Carbon Neutral por el Green Sports Alliance. Es decir, se implementaron medidas para compensar las emisiones de carbono generadas.
En la edición del 2016 se alcanzó una tasa de reciclaje del 91% en el estadio de San Francisco, lo que implicó la recuperación de más de 200 toneladas de residuos.
En este mismo sentido, durante el 2020 se usaron paneles solares para generar parte de la electricidad necesaria.
Para este Super Bowl se habilitaron rutas especiales de autobuses eléctricos y se promueven opciones de transporte como bicicletas compartidas y vehículos eléctricos.