Si bien la pandemia por el Covid-19 ha cambiado la dinámica de la logística de última milla, la nueva normalidad también lo ha hecho. Esta coyuntura plantea un contexto incierto para las empresas de distribución y transporte urbano de mercancías que ahora deberán adaptarse a este escenario sin aumentar sus costos.
La reducción de la movilidad urbana por la cuarentena permitió a las compañías de paquetería entregar grandes volúmenes generados por el auge del comercio electrónico. Esta situación mejoró la eficiencia en los desplazamientos, en las paradas de carga y descarga y en la recepción de paquetes por parte del consumidor final.
La nueva normalidad impone el reto de afrontar la congestión vehicular para seguir satisfaciendo la demanda. Vicente Segura, socio de Estrategia y Operaciones de Deloitte, señala que la dificultad de desplazarse y estacionarse en las grandes ciudades podría incrementar los costos operativos de las empresas de distribución y transporte de mercancías.
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Te presentamos tres soluciones en última milla que propone un reporte de Deloitte:
Estacionamientos seguros
La demanda de zonas de carga y descarga puede crecer en un 70% en zonas urbanas. La creación de plataformas de gestión de lugares especiales para subir o bajar mercancía permite reservar espacios con anticipación y reorganizar el reparto en horas pico.
Otras opciones de logística de última milla
Sustituir las entregas a domicilio por una red de puntos de entrega y recogida de productos es una opción que mejora la eficiencia de las empresas de logística de última milla.
Aunque la entrega a domicilio puede ser preferida por los usuarios, esta modalidad genera costos más elevados para las empresas porque hay un porcentaje de entregas que no se pueden finalizar y requieren de un segundo intento.
Almacenes urbanos
Establecer almacenes urbanos fuerzan la eficiencia de las operaciones logísticas que, combinado con los repartos a pie o en vehículos no motorizados, mejora la eficacia y sostenibilidad de las empresas.
Segura agregó que la regulación del sector público funge como catalizador para desarrollar soluciones como estas u otras eficaces y sostenibles.
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