El auge del comercio electrónico ha transformado la manera en que se entregan los productos y la forma en que se concibe la logística urbana. Sin embargo, el crecimiento de las compras en línea ha desatado un problema adicional que crece silenciosamente: el aumento en los viajes de última milla y el reto ambiental que supone para las ciudades.
De continuar el crecimiento del ecommerce, las emisiones globales vinculadas a las entregas urbanas podrían aumentar 60% y representar el 13% de las emisiones totales urbanas hacia 2030, según un análisis del World Economic Forum (WEF). Esto equivale a más congestión, más costos logísticos y el reto de mantener la velocidad del mercado sin sacrificar la sostenibilidad.
El estudio Transforming Urban Logistics: Sustainable and Efficient Last-Mile Delivery in Cities del WEF, plantea que el reemplazar vehículos de combustión interna por unidades eléctricas reduce las emisiones hasta 85%; no obstante, la descarbonización de la última milla va más allá de la electrificación de la flota de reparto.
El impacto real se alcanza a partir del rediseño de las operaciones con apoyo de Inteligencia Artificial, microhubs logísticos y redes colaborativas que involucran a miles de pequeños emprendedores. Al menos esa es parte de la apuesta de Mercado Libre y 99 Minutos.
Más allá del vehículo eléctrico: eficiencia algorítmica y modelos colaborativos
El gigante latinoamericano del comercio electrónico ha seguido ese enfoque. Con más de 1,000 vehículos eléctricos en México y 1,500 en Brasil, su estrategia de descarbonización combina tres niveles: analítica avanzada, modelos predictivos y una red de más de 3,000 agencias y emprendedores locales que al estar conectados a la tecnología de Mercado Libre, pueden prestar el servicio de entrega de paquetes en un radio de hasta un kilómetro.
“Lo hacen en bicicleta, caminando o desde sus mismos negocios… Hemos entendido que a mayor cantidad de vehículos -así sean eléctricos- hay un problema de tránsito”, mencionó Omar Ramírez, director senior de Logística de Mercado Libre al participar en LATAM Mobility México 2025.
Estos puntos de entrega y recolección funcionan como microhubs urbanos, una práctica que el WEF identifica como clave para reducir la congestión y las emisiones en ciudades densas. De acuerdo con su modelo, los microhubs pueden disminuir hasta 93% las emisiones de carbono y 11% la congestión vial al consolidar las entregas y permitir el uso de bicicletas o scooters eléctricos.
Para Isabel Studer, presidenta de Sostenibilidad Global, esta tendencia representa una oportunidad para rediseñar la movilidad urbana. “La creciente demanda de entregas encierra también una oportunidad para crear minihubs urbanos, microcentros logísticos al interior de ciudades congestionadas que puedan explotar las bicicletas para labores de reparto”, señaló.
Estrategias tecnológicas en Mercado Libre
De acuerdo con el reporte del WEF, el número de vehículos de entrega en ciudades podría aumentar 61% para 2030, lo que incrementaría la congestión y añadiría hasta cinco minutos al tiempo promedio de los desplazamientos urbanos.
El plan de descarbonización de las entregas de Mercado Libre ocurre también en el modelo operativo, lo que ha permitido al mismo tiempo sortear los retos técnicos y financieros que implica el desarrollo de una flota eléctrica. “Hoy es caro por todas las adecuaciones en infraestructura en inversión inicial y la operación misma”, señaló.
El directivo explicó que la empresa ha invertido en sistemas basados en Inteligencia Artificial y aprendizaje automático que predicen la demanda y ajustan la ubicación de inventarios para reducir distancias de traslado.

“Los modelos de predicción ayudan a entender qué productos se venderán más en algunas zonas y los acercamos a un fulfillment que cubre el radio de entrega. Para la última milla los podemos agrupar de tal forma que tenemos más paradas por cada hora. Eso quiere decir un mejor uso del vehículo y evitamos que una mayor cantidad esté circulando en las calles”, expuso.
El avance tecnológico de 99 Minutos
En paralelo, 99 Minutos ha seguido un camino similar en su apuesta por la innovación tecnológica y la electrificación de flotas. “Hace siete años no había vendedores locales de vehículos eléctricos, fuimos de las primeras empresas de Latinoamérica de logística y operaciones, en importar unidades de China y ponerlas en operación”, recordó su Chief Operating Officer, Ricardo Romanelli.
Con la experiencia acumulada, la empresa se enfila a un nuevo reto: la gestión de las unidades que han concluido el ciclo de vida incluyendo el costo del mantenimiento: “¿Qué valor tendrán en el mercado estas unidades después de que cumplan sus 600 o 800 mil kilómetros, sus siete u ocho años de uso? ¿Cuál será el costo del mantenimiento?”.
Más allá de los vehículos, el ejecutivo apuesta por seguir aprovechando la diversidad de usos que tiene la Inteligencia Artificial para transformar la cadena logística de varias empresas. Por ello, la empresa busca compartir su tecnología con otras empresas que no cuentan con los recursos para invertir en soluciones avanzadas.
“El universo logístico de México está muy fragmentado. Hay muchas empresas logísticas pequeñas que no tienen capital para hacer inversiones o comprar herramientas de Inteligencia Artificial más desarrolladas. La idea es ofrecer a los partners la posibilidad de ocupar herramientas que ocupamos para eficientar ruteos, recorridos más cortos, menos paradas, agrupación de volumen…”.
El uso compartido de tecnología no solo mejora la eficiencia del sistema, también multiplica el impacto ambiental positivo al optimizar rutas de terceros y reducir el consumo de energía en toda la cadena.
Entre la infraestructura de carga y la descongestión
El crecimiento de flotas eléctricas también enfrenta límites prácticos como la disponibilidad y la velocidad de la instalación de la infraestructura de recarga en los Centros de Distribución o nodos de última milla.
El estudio del WEF advierte que este mismo desafío se repite en todo el mundo: la falta de cargadores rápidos y de modelos de carga compartida entre empresas retrasa la adopción masiva de vehículos eléctricos. En Europa y Asia, los proyectos de “hubs eléctricos inteligentes” comienzan a mitigar el problema, usando IA para programar cargas y evitar picos de consumo.
En México, aún queda mucho por hacer para construir una red de recarga robusta. Gabriela de la Torre, Head of Zero Emission Vehicles in LATAM C40 Cities, propone utilizar la información que ya generan las empresas logísticas para guiar esa expansión:
“Con sus datos sobre planificación logística se podrían identificar puntos específicos para crear zonas de bajas emisiones que se han implementado en otras ciudades. La apuesta es crear estrategias de reordenamiento de territorio que incluya bahías de carga y descarga en zonas tractoras de la demanda e incluso, implementar cargos por generar congestión”.
La colaboración público-privada, concluye, es y será esencial para que las ciudades latinoamericanas puedan avanzar hacia una logística eléctrica y eficiente.