La aceleración del comercio electrónico en América Latina ha transformado no solo los hábitos de consumo, sino también los cimientos físicos que sustentan esta revolución.
La infraestructura logística dejó de ser un mero soporte operativo para convertirse en una ventaja competitiva.
Ya no basta con tener metros cuadrados disponibles: los inmuebles deben ser estratégicos, adaptables, sostenibles y listos para escalar. El éxito en ecommerce depende, en buena medida, de contar con espacios diseñados para soportar operaciones de alta velocidad y complejidad.
En este contexto ¿qué características esenciales que deben reunir las naves industriales modernas para responder a las exigencias del sector?
La experiencia de líderes del sector como la empresa multinacional Mercado Libre permite trazar un perfil actualizado de qué exige el ecommerce a la infraestructura logística, especialmente en América Latina.

Una red de inmuebles para una operación segmentada
El modelo logístico del ecommerce contemporáneo se basa en una red distribuida de instalaciones especializadas. Desde centros de recepción hasta estaciones de última milla, cada etapa requiere un tipo de inmueble distinto, coordinado bajo una misma estrategia.
En el caso de Mercado Libre, el proceso de distribución involucra hasta cinco instalaciones distintas: centros de recepción de productos a los vendedores, almacenes centrales (CEDIS), centros de intercambio (crossdocks), puntos de última milla y nodos de entrega final.
Esta segmentación exige una infraestructura que permita flujos ágiles, gestión eficiente del inventario y compatibilidad tecnológica entre espacios.
Ubicación estratégica y conectividad vial
La ubicación sigue siendo uno de los factores más determinantes en la infraestructura industrial, pero su valoración ha cambiado.
Ya no se trata únicamente del costo por metro cuadrado, sino del impacto que la localización tiene en los tiempos de entrega y en los costos de transporte.
De acuerdo con Omar Becil, Head of Real Estate LATAM & US en Mercado Libre, hasta un 3% del valor de un producto puede estar ligado a su logística de entrega, lo que obliga a evaluar cada sitio en función de su conectividad vial, flujo vehicular y cercanía a núcleos urbanos.
Para ecommerce, el acceso inmediato a arterias viales y la presencia en parques industriales consolidados con permisos vigentes puede definir la viabilidad de una operación.

Flexibilidad: el nuevo estándar en diseño
El dinamismo del ecommerce exige espacios versátiles. Las operaciones evolucionan constantemente y una nave industrial debe permitir rediseños sin obras mayores.
Lo ideal para el experto de Mercado Libre, por ejemplo, son espacios amplios, con estructuras libres de columnas, y con infraestructura adaptable que permita convertir un centro de distribución en un centro de clasificación o un centro de última milla según cambien las necesidades.
Esta flexibilidad también debe ser reflejo de una relación ágil con el desarrollador inmobiliario. Un socio estratégico debe entender que el modelo de negocio puede pivotar, y que la infraestructura debe acompañar esa transición sin convertirse en un lastre.
Sustentabilidad como principio rector
Los criterios ESG ya no son una opción: son un requisito. Las empresas de ecommerce que lideran el mercado han incorporado políticas que exigen certificaciones de sustentabilidad en cada nuevo proyecto.
Esto implica eficiencia energética, instalaciones con luz natural, sistemas de reutilización de agua, zonas verdes, y capacidad para operaciones bajas en emisiones.
Omar Becil comparte que ningún proyecto se aprueba sin una revisión de criterios ambientales. Además, el crecimiento del parque vehicular eléctrico requiere infraestructura eléctrica robusta, zonas de carga para vehículos y estacionamientos habilitados para estas flotas.

Automatización y tecnología desde el plano
La automatización de procesos logísticos ya es parte del presente. Los almacenes están integrando sistemas de robótica para picking, clasificación y gestión de pedidos, y se proyecta que en los próximos años este estándar se amplíe.
El experto apunta que en Latinoamérica aún hay un rezago frente a otras regiones en este campo. La infraestructura, por tanto, debe considerar desde el inicio aspectos como la instalación de robots, redes de datos internas, sensores y plataformas de gestión inteligente de operaciones.