De acuerdo con información de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (CANIFARMA), se estima que alrededor del 15% de los medicamentos en México son falsificados. Esta cifra llega al 30% de las ventas de América Latina.
Ante este contexto, productores y distribuidores de la industria farmacéutica nacional han mostrado interés en la tecnología RFID, ya que les permitiría combatir la piratería, la cual, además de disminuir sus ingresos, pone en grave riesgo al consumidor, aseguró el especialista Erick Rodríguez Solares, especialista en tecnología y negocios.
Explicó que los sistemas RFID en realidad son aparatos de radiofrecuencia muy básicos, la etiqueta tiene adherida un elemento metálico que genera una señal de radiofrecuencia, en la que se transmiten datos. Esta señal es captada por un lector EPC (Electronic Product Code), el cual, lee la información y la transfiere en formato digital a una aplicación o equipo de una forma sencilla y a prueba de errores.
“Actualmente son muy pocos los minoristas y manufactureros que han adoptado esta tecnología en nuestro país, aun cuando en sus filiales extranjeras ya cuenten con ella”, añadió Rodríguez.
A la fecha, el peso de la industria farmacéutica representa, según datos de la CANIFARMA, el 7.8% del PIB manufacturero. Dentro este sector manufacturero, se encuentra la Industria química, que a su vez contiene al sector farmacéutico.
“En el mercado farmacéutico mexicano está conformado por dos grupos, identificables: el institucional (sector público) que demanda, en mayor cuantía, productos genéricos y de bajo costo; y el privado, que demanda, en gran proporción, productos especializados e innovadores”, afirmó el experto.
En ese sentido, destacó que en términos de la adopción de la tecnología RFID, ambos grupos se beneficiarían con la implementación de etiquetas RFID, en casos como: garantizar la autenticidad del producto, automatizar pedidos y eficientar el control de almacenes e inventarios.
Por último, Rodriguez señaló que es necesario plantear una perspectiva de largo plazo respecto a la adopción e implementación de las etiqueta RFID, porque, en el corto plazo, es innegable que habría costos en la implementación de este tipo de tecnología, pero en el largo plazo, la adopción de etiquetas RFID podrían representar grandes beneficios y ahorros en el control de la mercancía.