El concepto de logística comenzó a utilizarse en las organizaciones empresarias durante las décadas de los cincuenta y los sesenta. A pesar de esto, sin ser identificados de este modo, los procesos logísticos formaron parte de las empresas que, a raíz de su desarrollo, necesitaron gestionar todas las operaciones para mover estratégicamente materia prima, piezas y productos terminados, desde los proveedores y hacia los consumidores.
Remontándonos en la historia, entendemos que este concepto surge en el entorno militar, precisamente durante las últimas guerras mundiales. Una vez concluido el período en el que se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945, la demanda creció en los países industrializados y la capacidad de distribución era menor a la de venta y producción.
Ante la expansión de los productos, los departamentos de mercadeo decidieron colocar sus artículos en cualquier lugar disponible y, así, los canales de distribución se volvieron obsoletos. De este modo, “la alta gerencia, consiente de que la distribución física tenía que ser eficiente y representar rentabilidad en lugar de gastos, comenzó a probar modificaciones sustanciales en los sistemas de distribución y esta comenzó a tener identidad propia dentro de la estructura de la organización. Así se dan los orígenes de la logística en los que el departamento de distribución controlaba el almacenamiento, el transporte y en parte, el manejo de pedidos”, según desarrolla el Licenciado Samuel Meserón.
A finales del siglo XX el rol que protagonizó la tecnología para adaptarse y aplicarse en la administración de una cadena productiva expansiva, de gran escala y enfocada a la distribución interzonal, fue fundamental. En las primeras décadas del nuevo siglo la mayoría de las empresas ya conocen y experimentaron los resultados positivos que otorga la gestión logística a cada una de las operaciones.
Para comprender el desarrollo que experimentó el mundo en general en los últimos años, Fernando Balzarini, gerente general de la consultora Miebach Argentina, se retrotrae a uno de las hazañas científico-tecnológicas más importantes de la humanidad: “hace 40 a años que el hombre llegó a la Luna, y no volvió más. Todo el esfuerzo económico que significó, hoy está en la calle: el teflón, la fibra de carbono, el aluminio, las telecomunicaciones avanzadas, el posicionamiento satelital; estos avances en la actualidad son de uso doméstico”, explica.
Y desarrolla: “el cohete Saturo V, que fue insignia en ese momento, impactaba terriblemente en el medio ambiente, pero era lo que había. Hoy, van a ir con un cohete que es doblemente poderoso y que impacta cerca de un 60% menos, esto es lo que se mejora día a día”.
“En logística –aclara- pasa lo mismo, un transelevador consume menos, la batería de una zorra eléctrica es mas compacta y tiene mayor autonomía. Se están desarrollando materiales menos agresivos para el medio ambiente y más seguros. Los sistemas de almacenes filosóficamente hacen lo mismo pero con mucha más velocidad y asistencia”.
En línea a lo expuesto, Ezequiel García Corado, gerente general de Outland Logistics, entiende que la tecnología fue intérprete de los desarrollos que se produjeron en las operaciones logísticas “debido a que el desarrollo tecnológico evolucionó más rápidamente que las necesidades. O sea, el cambio se generó a través de la existencia de estas nuevas tecnologías”.
Entre otras cosas, “las tecnologías han hecho posible definir procesos más claros, mejorar la visibilidad de las operaciones, optimizar la trazabilidad de los productos y sus componentes y mejorar la planificación de compras y abastecimiento”, señala.
Juliana Marcuzzi Cardozo, líder de proyecto de Brainsys, refuerza esta idea al postular que, “la mayor parte de los avances que se produjeron en las operaciones logísticas en la última década, están relacionados a la optimización de operaciones, reducción de costos, obtención de ventajas competitivas, creación de valor y calidad sobre los producto y servicios brindados”.
Y acuerda también con que la implementación de nuevos conjuntos de técnicas “fue parte principal de dichos cambios, ya que ha proveído de herramientas muy útiles al personal en una organización para gestionar controles, crear valor agregado sobre los productos y servicios, brindar a sus clientes finales mejor información en línea y permitir una planificación a corto, mediano y largo plazo de una forma mas asertiva".
“En la actualidad, el proceso interno de una organización, no solo debe ser el correcto y realizarse de forma eficiente, sino que debe ser informado a clientes, gerentes y administradores de forma online y sin errores. Esto permite al personal dentro de una organización la toma de decisiones con información mas certera, ya que la misma se genera en tiempo real y para el cliente final brinda un feedback de mayor calidad”, agrega.
Por lo tanto, volviendo al ejemplo citado por Balzarini sobre la experiencia lunar, se comprende que durante este primer tramo del Siglo XXI asistimos a un proceso de afianzamiento de las tecnologías desarrolladas durante un período de grandes innovaciones y revoluciones tecnológicas, que se dio en el siglo pasado.
Esta idea representa que los cambios en sí no han sido relevantes en cuanto a “nuevos descubrimientos” pero lo que ha cambiado el rumbo de la cadena de suministro y las operaciones en general, son las aplicaciones y las implementaciones.
“Hace 40 años se hacían las cosas igual que como se hacen hoy, lo que cambia es el poderío y la confiabilidad” describe el gerente de Miebach. Por lo tanto, el eje gira en torno a la posibilidad de acceso.
Concentrándonos en la geografita local, tras un largo período de declinación que se dio entre 1974 y 1989, las reformas económicas y la convertibilidad produjeron en la década de los noventa, un aumento en la entrada de capitales que derivó en recuperación y crecimiento sostenido.
En el ámbito de la logística “comienza un momento de expansión en cuanto a lo tecnológico y un acercamiento muy grande hacia los países del tercer mundo en todos los aspectos: desde buenas prácticas de manufactura y distribución, como en todo el soporte necesario para trabajar, tanto en tecnología informática como en materia de “handling” (movimentación) y fundamentalmente en la inversión en infraestructura que mejoró muchísimo”, sintetiza Balzarini.
Este período comenzó a declinar en 1994 y con la crisis mexicana de 1995, se produjo una fuerte desaceleración que se manifestó en la caída de los stocks en los depósitos. De todas formas, la argentina pudo sobrevivir sin devaluación a esta crisis. Se aprovechó para introducir reformas que hicieron más solvente el sistema financiero y el crecimiento volvió a reflejarse en los almacenes.
Finalmente, el crecimiento fue interrumpido por la crisis que afectó a la Argentina en 2001, tras varios años de recesión y una significante deflación de precios. “Con la crisis hubo una baja muy grande de volúmenes que permitió operar durante cinco años utilizando lo que se había hecho anteriormente”.
Lamentablemente las crisis dejan consecuencias, principalmente desfavorables, que persisten con el tiempo. Los problemas del día a día que surgieron en ese entorno “nos hicieron olvidar todo lo que habíamos aprendido en cuanto a mantener las buenas prácticas, la formalidad, respetar contratos y servir al cliente, que es el gran enigma de la suply chain”, recuerda.
Con el paso de tiempo apareció nuevamente la expansión y se volvió a intentar un reordenamiento, “esto comenzó fuertemente durante 2008 y ahora estamos nuevamente en un impasse”.
Fernando Balzarini presidente de la Asociación Latinoamericana de Logística (ALL) opina que en la Argentina “desde que comenzó la crisis, más allá de que existen números que indican que estamos mal, hay mas percepción de catástrofe de la que realmente existe”.
El caso de la industria automotriz ilustra claramente esta situación debido a que “tuvo un 2008 con niveles de producción excepcionales y comenzó el 2009 como una catástrofe. Entonces, al mirar los números del 2009 han bajado cerca de un 10% respecto al año anterior, pero continúan siendo superiores a los del 2007.”
Cambios en la demanda
En cuanto a los softwares de gestión, con la última crisis se han registrado cambios en la demanda, pero la ingeniera Marcuzzi Cardozo indica que esta se ha adaptado solicitando productos y servicios de mejor calidad a precios competitivos, respuestas y soportes en menores tiempos, servicios y productos mas integrales para abarcar la mayor parte de las problemáticas actuales de una organización, principalmente.
También señala que “en el transporte internacional por vía aérea y marítima, tal vez el cambio mas significativo fue la necesidad de los clientes de prolongar los lead times”.
En relación, Ezequiel García Corado explica que al caer la demanda de muchos productos por debajo de lo esperado “prolongar los tiempos de transporte y abastecimiento ayudó de alguna forma a reducir costos de almacenamiento”.
Mientras que con respecto al transporte marítimo, “vemos una demanda creciente de servicios consolidados de carga; los volúmenes de compras son menores, pero más repetitivos”.
“En cuanto a los contenedores en condición FCL –continúa-, lo que hoy le estamos asegurando a los clientes son los espacios: la capacidad de bodega cayó significativamente (ante la suspensión de buques y servicios de muchas compañías marítimas obligadas por la crisis mundial) con lo cual hoy el espacio es una necesidad”.
Producto de los desarrollos intensificados en los últimos años, en el mercado existen actualmente distintas soluciones para problemas relacionados con planificación, programación y control de la producción.
Estas herramientas optimizan las operaciones logísticas desde los primeros movimientos. La tecnología logró superponerse en cada eslabón de la cadena, como se sobreponen las escamas de los peces y hoy “son capaces de guardar historia sobre las operaciones realizadas, sobre servicios brindados, otras que permiten controlar las operaciones en línea para evitar o eliminar los errores, y otras estadísticas que permiten realizar estudios sobre periodos anteriores para poder determinar que sucederá en periodo posteriores, logrando así que la organización se prepare de forma eficiente, para lo que esté por venir dándole una ventaja sobre sus competidores”, explica Marcuzzi Cardozo.
En síntesis, actualmente el objetivo que busca una empresa al adquirir un software de gestión es, primordialmente, reducir costos sin perder calidad. Por eso, los servicios que mejores resultados le brindan a la demanda, según las estadísticas de Brainsys, son los relacionados con la consultoría sobre procesos y operaciones, como también la automatización de procesos y el control de la ejecución de los mismos y la posibilidad de visualizar a nivel de tablero de control todas las operaciones de una organización y evitar desvíos en las planificaciones realizadas.
