Las empresas necesitan adaptar y evolucionar sus modelos de negocio según las principales tendencias y mejores prácticas para proporcionar una oferta vanguardista e innovadora con una estrategia digital exitosa para competir digitalmente.
Esta debe incluir la integración del front, middle y back-office para cubrir y sobrepasar las expectativas de los clientes, señalan Lina Angelov y Oscar Silva, especialistas de KPMG en México.
Sin olvidar que el mercado y los propios modelos de negocio establecidos desde hace mucho tiempo se ven afectados por las nuevas empresas que nacieron ya como entidades digitales.
Para comprender el potencial digital y el desafío disruptivo para estos modelos existentes, debe considerarse al cliente como eje central generador de información para tomar decisiones estratégicas sobre el negocio.
Así como la redefinición de mercados por medio de las tecnologías emergentes para tener acceso a clientes en geografías que anteriormente eran inaccesibles y la creación de productos y servicios innovadores que utilicen tecnologías emergentes para diferenciarse de los competidores.
1. Discovering Digital, definir qué significa ser digital para la organización:
- Considerar qué tecnologías de disrupción digital son las más adecuadas para el modelo y objetivos de negocio,
- Crear la visión digital e identificar los habilitadores y las capacidades digitales clave para la organización futura,
- Comprender el ecosistema digital del mañana y la posición de la organización dentro de él.
2. Mapear las iniciativas estratégicas para cumplir la transformación digital:
- Definir el perfil digital a futuro e identificar las iniciativas digitales más relevantes que se pretenden alcanzar,
- Evaluar la adecuación, viabilidad y solidez de las iniciativas identificadas,
- Valorar a detalle el caso de negocio necesario para el cambio.
3. Comenzar a moverse y mantenerse alerta:
- Monitorear el desempeño comercial contra objetivos y metas establecidas o indicadores clave de desempeño, KPIs,
- Prepararse para experimentar, aprender y adaptarse constantemente y rápido.
Además, hay que asegurar experiencias únicas y excepcionales a lo largo de las múltiples interacciones que se tienen con ellos, de ahí surge la importancia de redefinir las estrategias de negocio asegurándose de que están centradas en el cliente.
De esta forma deben tomarse en cuenta aspectos como las principales tendencias y drivers de cada industria; el impacto de las tecnologías en el modelo de negocio y operativo; y la perspectiva de las organizaciones contra la perspectiva cambiante y exigente del cliente.
Aunque 89% de las organizaciones espera competir con un modelo de negocio centrado en el cliente, solo 11% tiene un plan estratégico para lograrlo a pesar de que las estrategias en este rubro se han vuelto un imperativo en la mayoría de las industrias.
Hay poco tiempo y las condiciones del mercado cambian cada minuto. Si las organizaciones no se adaptan a un modelo que esté en sincronía con el futuro digital, podrían quedar rezagadas o incluso ver comprometida su permanencia en el mercado.