En México, el transporte y los sectores energético y agropecuario (generación de alimentos) son los que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero. De los problemas ambientales que sufre el planeta, la mayor alarma está puesta en estas emisiones, pues la contaminación atmosférica genera los cambios más drásticos en el sistema de la Tierra, al provocar el calentamiento global.
Rafael Olea, de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la UNAM, indicó que según cifras del
Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), al
transporte corresponde 25% de las emisiones; al sector energético el 24; y al agropecuario el 17 (tan solo a la producción ganadera toca 10.3%). Les siguen la industria manufacturera y de la construcción, entre otras.
El académico añadió que los cambios producidos en el planeta son de tal magnitud, que a la era iniciada con la Revolución Industrial (caracterizada por el consumo desmedido de combustibles fósiles) se ha propuesto llamarla Antropoceno.
Antes de ese periodo, el impacto humano en el ambiente era poco, y la naturaleza se hacía cargo de equilibrarlo; ahora ya no tiene la capacidad de amortiguarlo, y a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial se ha salido de control, alertó.
La sobrepoblación, un problema
Rafael Olea recalcó que a partir de los avances médicos ha aumentado la esperanza de vida, y varias generaciones habitan el planeta al mismo tiempo. “Hoy somos más de siete mil millones. El crecimiento poblacional ha sido vertiginoso desde mediados del siglo pasado”.
Ninguno de los problemas ambientales se generaría si no hubiera sobrepoblación, consideró el universitario. “Imaginemos que en un departamento para dos personas metemos a 14, lo mismo ocurre con nuestro mundo; a eso hay que sumar que todos los países quieren tener crecimiento económico, pero nuestra casa ya no da para más”.
“Debemos mejorar nuestros hábitos de consumo, pues producir 150 gramos de carne equivale, en contaminación, a vivir en el norte de la ciudad y transportarnos en auto al sur, de ida y vuelta. ¿Qué preferimos dejar de hacer?, como consumidores responsables debemos decidir entre viajar en bicicleta o transporte público y comer carne, o transportarnos en auto y dejar de comer carne ese día. No obstante, en México comemos 55 kilogramos al año, en promedio”.
El aumento de emisiones de gases de efecto invernadero y el incremento de la temperatura traerán sequías o lluvias extremas, y eso generará catástrofes naturales y escasez de alimentos. “Si no detenemos esta situación provocaremos un cambio ambiental con grandes pérdidas de especies, incluso la humana”, concluyó.