Los litorales Pacífico y del Golfo de México abrirán grandes coyunturas para la distribución y el almacenamiento de hidrocarburos de importación, en las áreas de abastecimiento de regiones costeras, eliminando la transportación terrestre, precisó Salvador Vega Casillas, Presidente de la Comisión de Energía del Senado de la República, durante una reunión en la Ciudad de México organizada por la Asociación Mexicana de Infraestructura Portuaria, Marítima y Costera (AMIP).
Al ofrecer la plática Una mirada al futuro marítimo portuario, el legislador señaló que los puertos marítimos mexicanos constituyen una área de oportunidad por el impacto que están generando las licitaciones de los nuevos campos petrolíferos, su explotación, así como el movimiento de hidrocarburos a través de los recintos portuarios, que requieren de instrumentos logísticos especializados, almacenamiento e instalaciones que provean soluciones avanzadas de transferencia y transporte, derivados de la Reforma energética.
“En general, el flujo, la refinación, el transporte y el almacenamiento de los energéticos, se encuentran en el arranque de la cadena de suministro que va bastante bien, sin embargo, apenas se están extrayendo los primeros barriles de petróleo de exploración y aún tardarán, aproximadamente cinco años más, en detonar todo su potencial”.
Añadió que las empresas que resultaron ganadoras de las rondas de licitaciones para la búsqueda y explotación de nuevos yacimientos, se traducen en inversiones para el país y representan impuestos a una tasa que puede alcanzar el 70 y 82% dependiendo del campo a explotar, para formar un gran negocio para las finanzas del gobierno de México, superiores a las anteriores rentas petroleras.
Además, Vega Casillas abundó en las variables que el país debe sortear en cuanto al movimiento de los hidrocarburos, el almacenamiento, la logística en puertos y la conexión a ductos para el transporte del combustible, dado que la infraestructura con la que se cuenta a nivel estatal data de la década de 1980.
Es así que grandes centros de consumo como el aeropuerto de Cancún, que actualmente se abastece de turbosina mediante una cadena de autotransporte desde el puerto de Salina Cruz, pueden hallar nuevas fórmulas de abastecimiento desde puntos portuarios más cercanos, mencionó frente a empresarios, funcionarios y profesionales de puertos.
El único puerto con esa vocación energética es el de Matamoros, el resto aún no cuenta con la infraestructura necesaria para la distribución y almacenamiento de los hidrocarburos. Tampico y Altamira se están desarrollando con la suma de eficiencias con los ferrocarriles, mientras que Tuxpan es el puerto más cercano al Valle de México, y deberá adquirir mayores espacios, expuso AMIP en un comunicado de prensa.
Para obtener el alto desempeño y los excelentes resultados de la reforma en los puertos, también será ineludible la colaboración más estrecha de autoridades de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), principalmente para fortalecer la aplicación de la Ley de puertos en el desarrollo de instalaciones energéticas.