Tendencias tecnológicas que dominarán el mundo de la logística

Casi medio millón de personas han presenciado, por lo menos una vez, una conferencia de Richard van Hooijdonk. El futurista holandés va por el mundo desvelando las tendencias tecnológicas que dominarán el planeta y explicando la forma en que podemos sacarles provecho.

En su opinión, la tecnología, indefectiblemente, cambiará dramáticamente la forma en la que  vivimos, trabajamos y hacemos negocios.

 

Un equipo internacional ayuda al futurista a detectar las tendencias tecnológicas más potentes para que, después, Hooijdonk pueda explicarlas a las audiencias que atienden sus charlas en universidades y conferencias intentando anticiparse al porvenir.

 

Hooijdonk recién presentó un documento con 25 tendencias tecnológicas que serán punta de lanza en la transformación digital en 2019 y más allá.

 

A continuación presentamos las que de ellas tendrán más relevancia para la industria y en particular para la cadena de suministro: 

Este año será un gran año para los robots comerciales. Algunas empresas están ampliando su producción y otras avanzan en sus investigaciones para desarrollar sus prototipos. 

Boston Dynamics, una compañía de robótica propiedad de la empresa tecnológica SoftBank, planea producir unos mil robots SpotMini de cuatro patas el próximo año. 

Estas máquinas podrían usarse en el cuidado de ancianos, en estrategias de entrega de productos y para tareas en construcción y seguridad. 

Agility Robotics, por su parte, recaudó 8 millones de dólares en fondos para continuar con el desarrollo de su robot bípedo Cassie. 

Este robot podría, entre otras cosas, ayudar a moverse a personas parapléjicas. 

Investigadores de la Universidad de California en Berkeley y de la Universidad Carnegie Mellon, desarrollaron un robot bípedo que navega por terrenos desestructurados y desiguales.

 

Esta capacidad hace que estas máquinas sean candidatos ideales para la exploración espacial y para dar ayuda en caso de desastres. A medida que los científicos continúan innovando, estos y otros robots encontrarán aplicaciones en un número creciente de sectores.

Todo lo que nos rodea se está volviendo cada vez más automático, incluida la industria del transporte de carga. La autonomía promete hacer que la industria sea más eficiente y las empresas están más que felices de adoptarla. 

Vale, la multinacional brasileña dedicada a la minería, por ejemplo, planea reemplazar su flota de camiones tradicionales con vehículos autónomos a principios de este año. Serán 13 unidades que reducirán en 10% el consumo de combustible. 

La automatización también llegará pronto a los barcos. La empresa Massterly está construyendo barcos autónomos cero emisiones en Noruega. 

Este año lanzará el primero de sus buques, el Yara Birkeland. 

La fabricación aditiva, también conocida como impresión 3D, ha existido durante mucho tiempo, pero hasta ahora ha comenzado a mostrar su verdadero potencial. Hoy, empresas grandes y pequeñas confían en las impresoras 3D para crear nuevos productos. 

Adidas, por ejemplo, planeaba lanzar mil pares de zapatos con suelas impresas en 3D para fines de 2018. De hecho, la compañía espera producir millones de estos zapatos en los próximos años.

Boeing también está interesado en la tecnología de impresión 3D. Está utilizando esta tecnología para producir conductos de aire y posa-pies.

 

Investigadores de la Universidad de Minnesota están experimentando para crear un material suave y elástico que sea mejor que el plástico tradicional utilizado hasta hoy en la impresión 3D.

 

Inicialmente esta tecnología fue usada en la industria militar, pero ahora, mucho más sofisticados que en el pasado, muchas industrias los usan. Por ejemplo, la empresa de construcción japonesa Komatsu compró mil drones a la empresa DJI para identificar materiales y mapear áreas de construcción potenciales.

Los drones también se están convirtiendo en una herramienta importante para la entrega de productos. 

Los consumidores de hoy tienen más poder que nunca. Esperan velocidad y comodidad, especialmente cuando se trata de la entrega de un producto. Para satisfacer esta demanda, las marcas están ideando nuevas formas de mejorar su entrega en la última milla.

 

¿Y qué mejor que hacer las entregas de última milla con vehículos autónomos? 

Vehículos como el Nuro son ya capaces de entregar paquetes y alimentos en áreas urbanas y suburbanas.

Aunque es conocida como la tecnología detrás de las criptomonedas, el potencial de blockchain es mucho más grande que sólo eso.

Es algo así como un libro de contabilidad descentralizado que registra transacciones inmutables, es decir, que no pueden cambiarse. Este libro de contabilidad almacena datos en miles de computadoras y no necesita que un tercero valide la transacción.

 

Varios sectores como la industria minorista, los bienes raíces o la salud podrían beneficiarse de blockchain. ¿Cómo? Creando, por ejemplo, un sistema de pago con tarifas más bajas que las que imperan hoy en las transferencias internacionales.

 

Según Hooijdonk es importante que las empresas encuentren maneras de aprovechar esta tecnología, ya que generará 3.1 billones de dólares en para el 2030.

Los consumidores están adoptando cada vez más los productos y servicios que la Inteligencia Artificial hace posibles. 

Al maching learning (ML), un área de la inteligencia artificial, se le atribuyen muchos de esos beneficios: entrena máquinas para que aprendan y tomen decisiones de manera continua al descubrir información y patrones en datos con una mínima intervención humana.

 

El machine learning se ha implementado rápidamente en múltiples sectores y su valor de mercado crecerá a 8 mil 800 millones de dólares para 2022.

 

El auto de Google o el sistema de recomendación de Netflix son ejemplos de ML.

La cadena de suministro puede aprovechar esta tecnología especialmente en el análisis de Big Data.

Nuestros espacios de trabajo estarán cada vez más conectados y personalizados. 

En este cambio han influido mucho los Millennials, que quieren trabajar en espacios eficientes y amigables con el ambiente. 

Por ejemplo, la tecnología permitirá fijar la temperatura adecuada de un espacio de trabajo y aumentar la productividad de quienes laboren en él, mientras se ahorra energía.

Máquinas de autoservicio que hacen que las cajeras se vuelvan obsoletas, robots que reemplazan a trabajadores en las fábricas y camiones sin conductor que dejan a los choferes sin trabajo es el futuro hacia el que vamos. 

El desempleo es también una consecuencia de la revolución tecnológica y una manera de amortiguar su impacto es introduciendo un Ingreso Básico Universal (UBI), una suma de dinero que el Estado entregue a los ciudadanos de manera regular que les permite satisfacer sus necesidades básicas.

Empresarios como Richard Branson y Elon Musk lo apoyan firmemente, mientras que los gobiernos de Canadá, Finlandia y de otros países han realizado ya proyectos piloto para comprender mejor los pros y contras del UBI. 

La tecnología de realidad virtual (VR) ha pasado de la industria del juego a otros sectores. Actualmente sea implementado con éxito en intervenciones quirúrgicas, estrategias de enseñanza de inmersión e incluso la exploración del espacio. 

Esta tecnología permite que los datos capturados por dispositivos que utilizan el Internet de las Cosas (IoT) se procesen más cerca de donde se crearon y no tengan que ser enviados para su interpretación a nubes o servidores lejanos. 

Se trata de capacidades de computación mucho más veloces de lo que estamos acostumbrados a ver. 

Se espera que más de 75 mil millones de dispositivos IoT estén en uso en todo el mundo para 2025, generando cantidades cada vez mayores de datos. 

Se calcula que el valor del mercado de la computación de vanguardia alcanzará los 6 mil 72 millones de dólares para 2022.

La gente está debatiendo cada vez más los dilemas morales relacionados con, por ejemplo, la Inteligencia Artificial y la robótica. 

Uno de los retos se plantea a través del llamado dilema del trolebús: una disyuntiva ética en la que un vehículo no tripulado tiene que decidir entre seguir su curso, aunque eso implique que mate a cinco personas, o esquivarlas tomando otra ruta en la que sólo matará a una persona.

¿Cómo decidirán los sistemas de auto-conducción sobre asuntos de vida o muerte? ¿Quién será responsable de las acciones de las máquinas que operen con Inteligencia Artificial?

Otras tendencias en el reporte de Richard van Hooijdonk tienen que ver con el Internet de las Cosas, que podría llevarnos a construir ciudades inteligentes. Otra es la popularidad creciente de los dispositivos wearables, como los relojes inteligentes de Apple.