Jesús González*
Las tres perspectivas
Estas perspectivas dentro del concepto de desarrollo sustentable son la económica (relativa a la necesidad de que la empresa sea rentable para perdurar en el tiempo), la social (que atiende los impactos internos y externos que pudieran tener las operaciones) y la ambiental (la cual cuida el impacto que ejerce la operación de la empresa sobre el ecosistema y los recursos naturales).
El interés de las compañías por enfrentar los retos y las oportunidades que presenta el hecho de ser sustentable ha aumentado, pues reconocen que es necesario atender los nuevos requerimientos de los grupos de interés o stakeholders, quienes ejercen influencia sobre la empresa.
Antes, mientras se ganara dinero, al negocio le iba a ir bien. Ahora se requiere un balance entre la generación económica del negocio, el medioambiente y el aspecto social que asegure que las generaciones futuras van a disfrutar al menos de las mismas oportunidades y recursos que nosotros tenemos hoy.
Sustentabilidad o desarrollo sustentable es un concepto que debe estar incluido en la esencia de cualquier ente político, económico y social, obligado a estar tanto en el plan estratégico como en la estructura de operación en el día a día del negocio. La operación y la sustentabilidad no son independientes, deben fundirse en uno solo. La sustentabilidad debe ser adoptada por los empleados y también por la cadena de suministro de la organización.
Desarrollo sustentable en la industria retail
Recientes estudios hablan de cómo se observan las organizaciones en su actuación desde una perspectiva ética, ambiental y social de su gestión de desarrollo sustentable. La industria del retail tiene un lugar aceptable, sin embargo no está en los primeros lugares de la lista. Hay industrias mejor vistas como la de alimentos y bebidas que se encuentra en el primer lugar, seguida por la de tecnología, posteriormente el sector financiero y bancos. En el cuarto lugar se encuentra la del retail.
Para mantener una empresa sustentable, lo primero es darse cuenta de que se tienen que hacer inversiones: inversiones, no gastos. Es decir, esta estrategia debe verse como “si no invierto hoy en ese cambio, mañana puedo no tener siquiera negocio”.
Para administrar el cambio, se deben establecer un punto de partida y un punto estimado de llegada; es elemental medir en el tiempo en el cual se va a realizar esto; cuánto va a costar; qué recursos humanos, materiales y tecnológicos se necesitan.
Las empresas detallistas se obligan a replantear ciertos desafíos relevantes en su industria para transformarse en organizaciones sustentables, que logren beneficios y ventajas en el mercado:
a) Cambio climático
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero bajo el mecanismo de desarrollo limpio. Esto incluye analizar cómo reducir al máximo el consumo de energía y utilizar las nuevas tecnologías (eólica, solar); desarrollar construcciones ecológicas, considerando también el desecho de materiales de construcción.
Es importante tener una medición de cuánto está la empresa contaminando. Aquí también hay que buscar la eficiencia con el menor número de viajes, menos contaminación, menos CO2.
b) Desperdicios
Evaluar los métodos para deshacerse de alimentos y volverlos composta, de tal manera que los desechos se eliminen de una forma óptima y se aprovechen para algo benéfico.
Asimismo, se deberá considerar el desperdicio de consumibles como los artículos de oficina (tóxicos) y los empaques y bolsas. Decenas de millones de bolsas se utilizan diariamente a nivel mundial y multiplicadas por los 365 días del año se tiene como resultado una asombrosa contaminación, considerando que el plástico tiene un proceso de degradación de más de 100 años.
Actualmente ya hay tecnologías para que las bolsas sean biodegradables y tengan un proceso de ajuste al medio ambiente en un plazo de tres a cinco años. También existen otras opciones como las bolsas de reuso.
c) Materias primas sustentables
El asunto implica considerar de dónde se obtienen los productos: perecederos (¿de dónde los obtengo?, ¿cuál es su manejo de pesticidas?); textiles (sustentables, es decir, naturales y biodegradables; o sintéticos, los cuales son dañinos a largo plazo); madera (certificados en sustentabilidad con un proceso de reforestación definido); alimentos del mar (¿qué tipo de procesos siguen?, ¿se realiza en zonas permitidas?).
d) Socio justo
Ligado a la cadena de suministro, de tal manera que la pregunta básica es ¿quiénes son los proveedores? Por lo tanto, se deberá realizar un proceso de revisión y certificación de proveedores.
Este punto incluirá vigilar que las adquisiciones que se hagan a proveedores cuenten con un cierto estándar sustentable. Una empresa de retail no puede decir que es sustentable si vende tenis hechos por niños de ocho años en un país asiático. Tiene un efecto social negativo.
También habrá que cuestionarse qué tanto la empresa se relaciona con pequeñas y medianas empresas. En México, más de 95% de los trabajos y de la generación de ingresos provienen de éstas. Si dentro de los proveedores se cuenta con una gama amplia de PYMES se está generando un beneficio social al apoyar a la economía local.
e) Salud
México se encuentra entre los cinco países con mayor obesidad en el mundo. En este contexto, la preguntas serán: ¿qué tipo de productos vende la empresa?, ¿cómo los promociona?, en las empresas de retail, así como se encuentran asesores de maquillaje y perfumes, ¿se debería promocionar asesores que hablen de balance alimenticio? Con esto se daría un beneficio social, al tiempo que se incrementarían las ventas.
Ser una empresa con un plan estratégico de desarrollo sustentable es una tendencia mundial que va ocupando la atención de compañías de diferentes industrias. La del retail en nuestro país ha realizado esfuerzos en los tres pilares (económico, social y ambiental), sin embargo aún tiene áreas de oportunidad. Las deberá mejorar mientras es un requisito opcional: en un futuro será un elemento obligatorio para la industria y los costos de no hacerlo antes de tiempo y de manera planeada serán mayores.
*Socio de la Práctica de Asesoría en Riesgos de KPMG en México.
